Federer arrancó ganando el primer set por 6 a 3 en la primera semifinal de un viernes para quedarse pegado al televisor ya que en el All England Club, se enfrentan los dos mejores del ranking ATP.
Viernes 6 de julio de 2012 en Wimbledon. Un día para quedarse pegado al televisor: todo estará en juego en el All England Club, con dos partidos capaces de reescribir la historia del tenis. Pero sin dudas el que atrae al mundo entero será el cruce entre el serbio Novak Djokovic (1º del ranking) y el suizo Roger Federer (3º), a las 9 (televisa Espn y DirecTV). Es que el número uno puede llegar a cambiar de mano según el resultado de esa semifinal.
La otra semifinal, que se jugará a continuación, también será atrapante, sobre todo para el público local que espera que el británico Andy Murray elimine al francés Jo Wilfried Tsonga y se acerque así a un título esquivo para un inglés desde que lo consiguiera por última vez Fred Perry en 1936.
Federer se siente como pez en el agua en Wimbledon. Seis veces campeón, un nuevo título le permitiría igualar los récords del estadounidense Pete Sampras y el británico William Renshaw, que ganó el primero de sus siete trofeos en el lejano 1886 cuando comenzó a jugarse el torneo inglés.
Hoy será el primer encuentro que Federer jugará en césped ante Djokovic, defensor del título. El serbio puede convertirse en el tercer jugador en la era profesional en disputar cinco finales de Grand Slam consecutivas, algo que sólo lograron Federer y el español Rafael Nadal.
Una victoria le permitirá a Roger Federer no sólo perseguir su séptimo título sino recuperar el número uno del mundo. Para eso necesita coronarse el próximo domingo. Si lo consigue, igualará el récord de Sampras de 286 semanas al tope del ranking.
Si bien desde lo numérico no parece tan lejano, la realidad es otra. Djokovic tiene razones para sentirse confiado: viene de vencer a Federer con claridad hace cuatro semanas en las semifinales de Roland Garros, y tiene la ventaja psicológica de haberlo derrotado en las semifinales del US Open 2010 y 2011 tras superar sendos match points en ambos partidos.
En tanto, todas las esperanzas de una nación que en buena parte inventó el tenis descansan en Murray. Desde que lo consiguiera Fred Perry en 1936, ningún británico volvió a ser campeón masculino de single en Wimbledon. Perry era inglés, Murray es escocés, pero ese detalle poco importará si avanza a la final. Y ni hablar si la gana.
Murray (4º) se encontrará con un tenista al que muchos consideran el dueño del juego más completo del circuito: Tsonga (6º). Pero «la mentalidad del francés no está al nivel de su tenis», según el australiano Pat Cash, ganador de Wimbledon 1987 y agudo analista del deporte. ¿La cabeza le jugará en contra?
Fuente: La Capital