La oposición siria busca cerrar filas y una ONG denuncia torturas a prisioneros

EL CAIRO — La oposición siria seguían buscando este martes cerrar filas contra el régimen de Bashar al Asad para preparar el futuro del país tras más de 15 meses de revuelta, en un contexto de violencia creciente y el mismo día en que una ONG denunció la tortura de miles de personas en las cárceles.

Según Human Rights Watch (HRW), decenas de miles de personas están detenidas en instalaciones carcelarias donde reciben palizas, descargas eléctricos y todo tipo de maltrato, lo que la organización no gubernamental con sede en Nueva York calificó de «archipiélago de la tortura».

HRW realizó más de 200 entrevistas con exprisioneros y también con militares y miembros de la seguridad del Estado que desertaron. Según estos testigos existen 27 centros en manos de las cuatro principales agencias de información del régimen, conocidas como «mujbarat».

Por su parte el alto comisario de Naciones Unidos para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó de nuevo al gobierno y a la oposición de «violaciones graves». El gobierno «bombardeó a ciegas zonas civiles, cometió asesinatos precisos», practicó la tortura, la detención arbitraria y los ataques contra hospitales, según el portavoz de la ONU.

Pero también la oposición asesinó a presuntos colaboradores con el régimen de Damasco y grupos armados atacaron al menos un establecimiento médico por razones militares, según la ONU. En El Cairo, la oposición al régimen de Asad se reúne por segunda vez este martes por iniciativa de la Liga Árabe para intentar forjar la unidad.

Los rebeldes del Ejército Sirio Libre (ASL), una fuerza armada de oposición formada principalmente por soldados desertores, boicotearon la reunión que calificaron de «complot» y rechazan cualquier tipo de negociación con el régimen, según un comunicado.

Este martes, Bashar Al Asad trató de calmar la tensión con Turquía tras el derribo de un avión de combate turco el 22 de junio y dijo que no tenía la intención de concentrar tropas en la frontera entre ambos países.

«Habría deseado a 100% que no lo hubiésemos derribado», dijo el presidente sirio en una entrevista al periódico turco Cumhuriyet, dos semanas después de que el Phantom F-4 fuera derribado en el Mediterráneo.

En el frente diplomático, Estados Unidos aseguró que el plan internacional adoptado el fin de semana en Ginebra para una transición política ofrece a la oposición «garantías de acero» para que el presidente Asad no participe en el futuro gobierno, una de las condiciones de la oposición.

El pasado sábado en Ginebra, el grupo de acción sobre Siria, que reúne a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña), a Turquía y a representantes de la Liga Árabe llegó a un acuerdo sobre los principios de transición en Siria. El plan prevé un gobierno de transición que podría incluir a miembros del gobierno actual y a la oposición y que tendría que formarse partiendo del «consenso mutuo».

La reunión internacional permitió un «cambio» en las posiciones de Rusia y China, afirmó este martes Ahmad Fauzi, portavoz del emisario internacional Kofi Annan. «No hay que subestimar el cambio que se produjo el sábado, especialmente en lo que concierne la posición de Rusia y China», dijo Fauzi a la prensa, considerando «imperativo obtener un alto el fuego» para poder llevar adelante la transición política.

Por su parte, el portavoz del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville, insistió en que la solución consiste en aplicar el plan Annan.»Para eso, la violencia debe cesar el flujo de armas detenerse», dijo Rupert Colville. «Las dos cosas están inextricalemente ligadas», agregó Colville.

Sin embargo, las incógnitas en el proceso de transición podrían llevar a la ONU a reducir o incluso a cerrar su misión de observación en Siria, dijo el lunes el embajador francés en la ONU. Los 300 observadores militares no armados suspendieron sus patrullas por los combates y su mandato termina el 20 de julio.

Mientras tanto la violencia sigue en el país y deja cada día decenas de muertos. El lunes al menos 78 personas murieron, entre ellas 44 civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres. En total más 16.500 personas murieron en la violencia en Siria desde que empezó la rebelión contra el régimen, en marzo de 2011, según el último balance del OSDH.

Fuente: AFP