La CGT emitió un comunicado reafirmando la huelga del miércoles y criticó que el Gobierno criminalice la protesta social.
Hugo Moyano salió ayer a cortar las especulaciones de que a último momento podía levantar la convocatoria a la protesta en Plaza de Mayo. El camionero ratificó la marcha de mañana contra el Gobierno luego de una reunión de Consejo Directivo de la CGT en la que se definieron varios aspectos relacionados con el acto, en especial que se deberá hacer en caso de que la Gendarmería -por orden de la Casa Rosada- impida la entrada de micros con trabajadores a la ciudad de Buenos Aires para reducir el tamaño de la manifestación.
Si eso sucediera, se instruyó a los delegados que la gente deberá bajar de los vehículos y cortar ahí nomás el tránsito.
Ni chantaje ni extorsión
La otra cuestión que se analizó es la bronca con el Gobierno porque se busca instalar que la central sindical, en vez de llevar a Plaza de Mayo un reclamo gremial, pretendería alterar el orden democrático. La furia fue tanta que se decidió emitir un duro documento para responder a esas acusaciones.
“Podemos aceptar que haya sectores que no comparten nuestros reclamos, pero jamás vamos a permitir que nos llamen desestabilizadores por ejercer un legítimo derecho a reclamar”, plantea el texto. Y agrega: “La CGT no va a permitir bajo ninguna circunstancia que la protesta social sea criminalizada y que las huelgas sean caratuladas como extorsión a la democracia y que nuestro accionar se asocie al chantaje”.
El comunicado, donde se nota la pluma del moyanista Juan Carlos Schmid, tiene un párrafo destacado: “La fuerza social que se movilizará es obrera y como tal adhiere al proyecto nacional en la medida en que el mismo no se aleje del camino recorrido a partir de 2003″.
Cerca del líder camionero aseguraron que en la reunión estuvieron 17 de los 35 miembros del Consejo Directivo cegetista. “Según el estatuto de la CGT la mayoría se logra con 17 y no con la mitad más uno”, aclaró un dirigente que estuvo en el encuentro. El punto es importante porque será uno de los ejes de los que se agarrará el moyanismo en caso de que el Ministerio de Trabajo anule la convocatoria al congreso de renovación de autoridades cegetistas.
En el encuentro también se definió que el jefe de la CGT será el único orador del acto. Sobre las críticas por la falta de generosidad de Moyano a la hora de compartir el uso del micrófono, un moyanista alegó: “En realidad el paro es de Camioneros y el resto adhiere”.
Se decidió que Moyano y los dirigentes que lo acompañen encabezarán el acto desde un semi remolque de un camión. El vehículo se ubicará frente a la Pirámide de Mayo (Moyano estará de espaldas a la Casa Rosada). La columna de Camioneros se ubicará del lado de Hipólito Yrigoyen.
“La mayor parte de la gente que vaya a la plaza será la de Camioneros, pero no solamente porque es el gremio con más poder de movilización sino porque Moyano no puede confiar en nadie”, analizó uno de los jefes del antimoyanista grupo de “Los Gordos”. Se refería a que otros gremios que prometen marchar podrían sufrir “aprietes” del Gobierno para que muevan poca gente.
Moyano también teme que la Casa Rosada presione a las empresas de transporte para que no faciliten micros para la movilización. Los principales gremios docentes no adhieren a la marcha, con lo que al camionero le costará hallar colectivos escolares disponibles.
En sectores sindicales con buena llegada a la Casa Rosada circulaba la versión de que en julio habrá anuncios sobre Ganancias. Ahí, interpretaban, el camionero se quedará sin su principal reclamo gremial y deberá blanquear que su pelea con Cristina es política.
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