Mar del Plata: acusan a un policía de asesinar a un delincuente

Se trata de un joven de 21años que era buscado por dos asesinatos y falleció de un disparo en la cabeza cuando era perseguido por la policía. El hecho ocurrió ayer y los conocidos y familiares del delincuente muerto intentaron destruir la comisaría de la zona.

Mauricio Villarroel, de 21 años, murió ayer al mediodía al recibir un disparo en la cabeza, cuando intentaba escapar de la policía, en la ciudad de Mar del Plata. Por el hecho, un efectivo policial quedó imputado por homicidio.

Según publicó el matutino La Capital de Mar del Plata, Villaroel que era buscado por un robo y por el asesinato de un hombre y su sobrino adolescente.

El hecho se produjo ayer al mediodía en el barrio Santa Rita y provocó que decenas de habitantes de ese asentamiento acusaran a la policía de «gatillo fácil» y pretendieran destruir la comisaría 16ª.

El fiscal Mariano Moyano imputó al efectivo policial por el homicidio, aunque aún no quedó claro cómo fue que ocurrieron los hechos. Ayer se realizó la autopsia y el peritaje sobre el arma reglamentaria del policía, del que se aguardaban los resultados.

La versión que circulaba anoche sostenía que durante la persecución el efectivo policial escuchó disparos y vio caer al delincuente. «El efectivo aseguró que no efectuó ningún disparo y ni siquiera extrajo su arma», dijo un vocero de forma extraoficial al diario La Capital de Mar del Plata.

Esta hipótesis sugiere que el individuo murió por una bala que salió desde la villa Namuncurá para cubrir la huida. Villarroel era un delincuente que poseeía un prontuario que incluía varios hechos y sobre el que pesaba un pedido de captura por dos asesinatos ocurridos a principios del mes de mayo en la Villa Gascón.

El episodio de ayer se desató porque el Ford K en el que viajaba Villarroel y un menor de 16 años había sido robado en la tarde del jueves en Ayolas al 3700. Ese robo, tuvo la particularidad de que los dos delincuentes armados se llevaran un cachorro de ovejero alemán que estaba dentro del auto.

Los ladrones, que habían asaltado a un remisero y por eso buscaron el Ford K para escapar, dispararon contra la dueña del auto sin lesionarla. Luego desaparecieron con rumbo desconocido.

Ayer al mediodía un patrullero de la comisaría 16ª recorría el barrio Santa Rita cuando sus ocupantes observaron un Ford K de color negro, sin chapa patente en la parte delantera y con una chapa patente pertenciente a un Fiat Regatta en la parte trasera.

Los policías vieron el vehículo en Ortíz de Zárate y Namuncurá, y a los pocos minutos -porque lo habían perdido de vista- lo volvieron a avistar mientras salía en dirección a la avenida Polonia.

Entonces se inició una persecución breve, que culminó en Brumana y Guanahani cuando los dos ocupantes del Ford descendieron y salieron corriendo en distintas direcciones. Uno de los policías persiguió al más joven y lo atrapó a los pocos metros, mientras que el otro efectivo policial salió detrás de los pasos del conductor, que era Villarroel.

Lo que ocurrió luego es lo que investiga el fiscal Moyano e inicialmente parece difícil de establecer con precisión. Villarroel cayó desplomado con un disparo en la parte posterior de su cabeza, cerca de la nuca.

Apenas ocurrió el hecho, los policías debieron escapar del lugar porque decenas de personas salieron a rescatar a Villarroel, aunque al llegar notaron que ya estaba muerto. Esto enfureció a los allegados de la víctima y durante 20 minutos no permitieron que nadie se acercara.

Recién con la llegada de más refuerzos policiales y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) fue liberada la escena del crimen. Personal de Policía Científica intentó trabajar alrededor del cuerpo de Villarroel pero ya el sector estaba contaminado y no se pudo determinar con precisión una serie de datos de relevancia.

No se halló ninguna arma, aunque en ningún momento los policías intervinientes habrían confirmado que tanto Villarroel como el menor los apuntaran.

Fuente: Online-911