Un juez de San Martín fijó una fianza de 4.000 pesos para excarcelar a un delincuente acusado de ser el organizador de una banda delictiva a la que le secuestraron 10.000 autopartes robadas
Eduardo Martín Opizzi fue detenido hace veinte días junto a otros cuatro cómplices, al no poder justificar la procedencia de 10.000 autopartes por un valor de $20.000.000 en su desarmadero de Capitán Sarmiento, provincia de Buenos Aires.
Opizzi había sido apresado en el marco del operativo denominado «autopartes.com», cuando el 15 de mayo pasado personal de la Gendarmería y de las policías Federal y Bonaerense allanó los desarmaderos, luego de seguir la pista de una serie de repuestos dudosos que se comercializaban a través de la Web, según publicó hoy el diario La Nación.
Además de los repuestos, fueron encontrados cien elementos con orden vigente de secuestro, entre los que figuran “automóviles completos e incompletos, patentes y cédulas verdes y más de 50 vehículos sin documentación que acredite su titularidad».
Sin embargo, el juez de Garantías de San Martín, Alberto Brizuela, decidió excarcelarlo a cambio de que deposite una fianza de $4000. La medida también benefició a los cuatro cómplices, identificados como David y Néstor Mermet, Oscar Félix Castro y Eduardo Keushgerian.
Según argumentó el magistrado, Opizzi no era el organizador de una asociación ilícita, por lo que su participación quedó equiparada con el resto de los imputados. Por otra parte, el magistrado consideró que no existía riesgo de fuga por parte de los imputados, cuestión que podría entorpecer la investigación.
«Se evidencia la notable desproporción del monto fijado frente al objeto de tutela, sin que se pueda desconocer el carácter predominantemente lucrativo de la actividad desplegada», dijo la fiscal de San Martín, Mónica Rodríguez, quien presentó un recurso ante la Cámara de Apelaciones y cuestionó la liberación de los cinco imputados y la fianza fijada por el juez.
López encaró una investigación de tres meses antes de ordenar los allanamientos. Pero su disconformidad con el fallo es evidente.
«Sin perjuicio que la queja sobre la concesión de libertad respecto de Opizzi, torna abstracta cualquier apreciación sobre lo irrisorio de la caución impuesta. El monto de la caución real impuesta resultó exiguo, pues se le fijó una caución que, en algunos de las decenas de los vehículos cortados, puede comparar casi al valor de dos capots», concluyó.
Fuente: Infobae