Piden la detención del director de la cárcel de Melchor Romero

Lo acusan por «abandono de persona». Según la acusación del fiscal Alvaro Gargante autorizó el arribo de un preso que venía de otro penal, y fue asesinado horas después de haber ingresado.

El fiscal penal de La Plata Alvaro Garganta solicitó esta mañana la detención del director de la Unidad Penitenciaria N° 45 de Melchor Romero, Mario Alberto Vargas, por su presunta responsabilidad en el homicidio de un preso, ocurrido el 31 de marzo pasado, informaron fuentes judiciales a Online-911.

La víctima, identificada como José Burela Sombra, fue asesinada a puñaladas diez minutos después de haber ingresado al penal.

Según las fuentes, Burela había sido trasladado desde la Unidad 48 de San Isidro, después de haber estado involucrado en la muerte de otro interno: Juan Romano Verón.

Según el fiscal, el director de la unidad autorizó su ingreso pese «a no contar con una parte de su legajo y sin realizar un estudio de admisibilidad».

«Lo puso en una celda cerrada del pabellón n° 5, munido de un arma blanca, con internos de alta peligrosidad, quiénes también se encontraban armados», entendió Garganta. Además destacó que «uno de los agresores tenía problemas previos con Burela».

En el escrito -al que tuvo acceso Online-911-, Garganta acusó por «homicidio simple» a los internos Brian Carlucci, Ramón Torres Pedroso , y Leonardo Caroni Piedrabuena, y solicitó la detención del director de la unidad por el delito de «abandono de persona seguido de muerte».

Según el fiscal, «existen motivos suficientes» para sospechar que Mario Alberto Vargas, en su carácter de director de la Unidad 45 de Melchor Romero, «ordenó la recepción del interno sabiendo que no contaba con un tomo del legajo, situación esta no permitida por la reglamentación, y que impidiría una correcta evaluación de su admisibilidad».

Al respecto amplió que el día 31 de marzo recibió a tres internos provenientes de la Unidad 48 de San Martín «sabiendo que habían sido trasladados por estar involucrados en la muerte de otro interno».

«Las propias reglas de su profesión indicaban, que la única manera de evitar los riesgos que ello generaba para la integridad física del interno, era preservarlo de la población conflictiva», argumentó Garganta.

En su declaración uno de los imputados por el homicidio también cargó contra el Servicio Penitenciario Bonaerense: «Estoy seguro que Burela fue enviado por las autoridades del Penal».

Fuente: Online-911