La decisión responde a que el vecino país comenzó a bloquear compras de alimentos como represalia a las barreras levantadas aquí contra sus productos
La enorme planta elaboradora de papas fritas McCain, ubicada en Balcarce, apagó sus motores este domingo a las 22, a la espera de una solución al conflicto comercial con Brasil.
La decisión responde a que el vecino país comenzó a trabar algunas compras de alimentos como represalia a las barreras levantadas aquí contra sus productos.
La decisión de la empresa canadiense de suspender su producción puso en alerta a 700 personas empleadas directamente por McCain, más otras 3.000 contratadas de manera indirecta.
En un comunicado, la firma explicó que su personal se dedicará en las próximas horas a otras tareas. Pero ratificó su preocupación porque sus papas preelaboradas fueron uno de los productos elegidos por ese país para hacer sentir su malestar y frenar camiones en la frontera.
La primera en denunciar el problema fue la holandesa Farm Frites, proveedora junto con McCain de las papas fritas que se consumen en las cadenas de comidas rápidas como McDonald’s y Burger King.
El gerente de recursos humanos de McCain en la Argentina, Claudio Rivero, aseguró en una entrevista con Radio 10 que la empresa exporta el 70% de su producción local a Brasil.
Asimismo, confirmó que no se ha suspendido aún al personal, que realiza tareas de mantenimiento, aunque «si no se resuelve rápido se deberá tomar otro tipo de medidas».
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