No tan Paternal

Román no se va de Boca sólo por la plata, pero en el Bicho ganará bastante menos. Se va por su fría relación con Angelici y muy dolido por la pasividad de Bianchi…

Quieren hacer ver que estoy peleado con el técnico porque me llevó al banco contra Vélez y no me puso. Quiero que lo sepan: yo nunca puedo pelearme con Bianchi porque es como mi papá”. Fue el pasado 7 de marzo. Después del affaire Ledesma-Orion, Riquelme monologueó frente a la prensa, pidiendo la cabeza de los buchones del plantel ante los periodistas, con el Virrey a su lado, en cuerpo presente y en silencio absoluto. Y se permitió un ‘fuera de programa’ para remarcar que su relación con el DT estaba más firme que nunca. Siempre, cada vez que pudo, el 10 ensalzó a Bianchi. “El que lo critica lo hace porque no le cae bien”; “Como jugador e hincha de este club, ojalá lo podamos tener por mucho tiempo más”; “Se puede dar el lujo de salir último cada seis meses y hay que aplaudirlo, con todo lo que ganó”, fueron algunas de sus frases en esta última convivencia. De hecho, en febrero 2013 Román levantó su retiro voluntario para “sufrir” al lado del técnico más ganador. Sin embargo, ¿no puede un hijo discutir con su padre? ¿Caerle mal alguna actitud? JR no se va de Boca por Bianchi. No renovó porque no le cerró el tema económico -aunque en Argentinos arregló por menos plata-. No sigue porque sabe que Angelici nunca lo quiso en el club. Pero también se va dolido con Bianchi porque no sintió que realmente hiciera lo suficiente para tenerlo.

“¿Qué le pasa a éste que no me pide?”. De la magia de Riquelme, el equipo amenazaba meterse en la pelea en el tramo final del torneo, pero cada viernes Bianchi esquivaba la continuidad del 10 en sus conferencias de prensa. Y al enganche le molestaba tanto que en el club se escuchaban sus ruegos-quejas. Por más que se los viera hablar en los entrenamientos, nada fue igual entre ellos después de ese 7/3.

Se vieron por última vez el 27 de junio, cuando JR pasó por el club a avisarle al DT que no iba a empezar la pretemporada como pedían los dirigentes -su vínculo formalmente terminaba el 30-. Y no le gustó que el técnico le avisara que iban a incorporar a Gonzalo Castellani, para cuando él no pudiera jugar. Apenas una frase en Clarín (“Ya hablé con el presidente y le dije que todo Boca necesita de Riquelme”) fue la única señal del Virrey mientras se jugó el Mundial.

Todo eso fue insuficiente para el enganche. “Nunca sintió que Bianchi hablara con el corazón. Le falló como persona”, despotrican a su alrededor. Siquiera el martes, tras el 0-2 en Corrientes ante Boca Unidos, y con el 10 con un pie y medio en La Paternal, Bianchi se pronunció. Dijo no saber “cómo está la situación”, cuando la dirigencia ya le había comunicado al DT que no se iba a mover ni una coma de lo ofrecido a JR. De yapa, la presentación de la cena anual solidaria prevista para hoy, y que iba a contar con la presencia del Virrey, fue cancelada para evitar responder sobre el tema Riquelme. Igual, todo lo que pueda decir ahora, ya es tarde: Román esperaba que su ‘papá’ hablara antes…

Fuente: Olé