Para La Volpe, Banfield fue un error

El exentrenador del Taladro dijo que se equivocó al asumir en el club sin tener conocimientos previos del plantel. El dolor por Carboni.

El entrenador saliente de Banfield Ricardo La Volpe admitió que fue un error haber aceptado asumir en el club albiverde rápidamente, sin tener conocimientos previos del plantel.

“Cuando me llamaron los dirigentes hubiese sido mejor ver el equipo, pero como era Banfield pensé que iba a tener el aval de los primeros cinco partidos del campeonato que viene, pero no. Mi error fue haber asumido en Banfield”, expresó el director técnico por la señal de cable Fox Sports.

La Volpe resaltó además que le hubiese gustado recibir el apoyo del presidente Carlos Portell en esta mala campaña del equipo, que terminó en la última colocación del Torneo Apertura.

“La decisión de mi salida la tomó el presidente y hay que aceptar. Asumo mi responsabilidad con el equipo, pero consideraba que con la pretemporada, más dos refuerzos que iban a venir y sumado al trabajo que llevábamos en el club, podíamos revertir la situación“, sostuvo el entrenador.

La Volpe se mostró dolido por las críticas que tuvo de parte del mediocampista Ezequiel Carboni, quien aseguró que el técnico “no es un motivador”. “Me extraña lo que dijo porque es un jugador con el que me llevé muy bien, pero el fútbol tiene estas cosas”, señaló.

Fuente: DyN

El gobierno británico convocó a su embajador en Uruguay por el caso Malvinas

Según un comunicado de la embajada británica en Montevideo difundido hoy por la prensa local, el Gobierno de David Cameron consideró la decisión de Uruguay de no permitir el paso de buques con bandera de Malvinas, «potencialmente muy inquietante», y en ese sentido dijo «estar considerando cuidadosamente» sus «próximos pasos».
El Gobierno británico convocó al embajador de Uruguay en Londres para pedir explicaciones y expresarle la «gran preocupación» generada por la decisión del presidente José Mujica de prohibir la entrada en puertos uruguayos de barcos con bandera de las islas Malvinas.

Según un comunicado de la embajada británica en Montevideo difundido hoy por la prensa local, el Gobierno de David Cameron consideró la decisión de Uruguay «potencialmente muy inquietante», y en ese sentido dijo «estar considerando cuidadosamente» sus «próximos pasos».

«Ni nosotros ni las Islas Falkland (Malvinas) nos doblegaremos ante aquellos que buscan intimidar o chantajear a las islas», dice el comunicado.

La cancillería británica agregó que «sería muy decepcionante que Uruguay haya resuelto apoyar los vergonzosos intentos de Argentina para dañar la economía y el modo de vida de los pobladores del pequeño archipiélago bloqueando su acceso al libre comercio».

Londres insistió en que no tiene dudas de la soberanía del Reino Unido sobre las Malvinas y subraya que «continuaremos apoyando el derecho de los pobladores» de esas islas a decidir su propio futuro político.

El jueves, el presidente Mujica señaló a través de un comunicado de la Presidencia que «existe una definición política para que no se permita el ingreso a puertos uruguayos de buques que utilicen bandera de las Islas Malvinas, cuya soberanía es reclamada por Argentina con el apoyo de Uruguay».

Ese comunicado era una respuesta a una nota periodística según la cual Uruguay recibía presiones argentinas para impedir la entrada de barcos de Malvinas a sus puertos, un extremo que fue negado por el Gobierno de Montevideo.

Mujica recordó, además, que «barcos mercantes con bandera inglesa pueden ingresar a puertos uruguayos como los de cualquier otro país».

Inmediatamente la embajada británica en Uruguay solicitó información sobre esa medida y el embajador británico, Patrick Mullee, solicitó una entrevista al ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, para analizar el tema.

Es habitual que buques pesqueros de varios países, entre ellos españoles, que faenan en el Atlántico sur utilicen la bandera de las Islas Malvinas por cuestiones de conveniencia comercial.

La mayoría de esos buques utilizan el puerto de Montevideo para el cambio de tripulación y para abastecerse de combustible, alimentos, reparaciones y otros servicios.

La soberanía de las Malvinas enfrenta a Gran Bretaña y Argentina desde 1833 y fue motivo de una guerra en 1982 que finalizó con victoria de los ingleses y decenas de víctimas en ambos bandos.

En 2010 Uruguay impidió la entrada en el Puerto de Montevideo de un buque de la Armada Británica que hacía escala en su ruta hacia las Malvinas.

El año pasado los 32 países de América Latina y el Caribe reunidos en una Cumbre del Grupo de Río en México aprobaron por unanimidad respaldar la reclamación de Argentina al Reino Unido por la soberanía de las Malvinas.

por EFE

Dos motochorros asaltaron y golpearon al médico Alfredo Cahe en Recoleta

Ocurrió ayer en horas de la tarde. El médico fue sorprendido por los delincuentes cuando estaba por cruzar la calle. Luego de golpearlo y tirarlo al piso, los ladrones le robaron el reloj pulsera y escaparon.

El médico Alfredo Cahe fue asaltado ayer en el barrio porteño de Recoleta por dos motochorros que, luego de golpearlo y tirarlo al piso, le robaron el reloj pulsera y escaparon.

Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió a las 19 en la esquina de Uruguay y Marcelo T. de Alvear, cuando el profesional fue sorprendido en momentos en que estaba por cruzar la calle.

En diálogo con DyN, Cahe explicó que «los hombres aparecieron de golpe, actuaron muy rápido y de manera muy violenta delante de mucha gente, y escaparon como si nada».

«Uno de los delincuentes me golpeó en la cabeza y el otro en las piernas hasta que me tiraron al suelo. Cuando estaba en el piso, me arrebataron el reloj y quisieron hacer lo mismo con una cadenita de oro, pero no pudieron», prosiguió con su relato.

El médico de Diego Maradona, Gerardo Sofovich y Cacho Castaña, entre otros, explicó que «después de robar el reloj, los delincuentes escaparon porque una señora que pasaba por el lugar vio todo y empezó a gritar».

«Por suerte estaba la mujer que gritó muy fuerte y alertó a todo el mundo. Es increíble como delante de toda esa gente los delincuentes me taclearon, me golpearon y me robaron. Tengo que agradecer que no me mataron», dijo el reconocido profesional.

Tras el violento atraco que sufrió, Cahe fue asistido por los médicos de una ambulancia debido a los golpes que padeció y más tarde denunció el hecho en la comisaría 17a. de la Policía Federal.

Fuente: Online-911

HISTORIA DE MILITARES, FUSILAMIENTOS Y AMOR

El Regimiento 71 detenido por un fornido esclavo. Los irlandeses, invictos en todas sus batallas, caen en Buenos Aires. Patricio Islas, acriollado, se queda y combate con Lavalle. Una historia válida hoy

Pasado el mediodía de un brumoso 27 de junio de 1806, el hasta ese momento invencible Regimiento 71 de Highlanders, que bajo el mando del general William Carr Beresford dos días antes desembarcó en Buenos Aires, marchaba hacia el fuerte de la ciudad .

Era el mismo regimiento que victorioso en todas sus batallas había combatido en Estados Unidos , en Europa y en Las Indias, conteniendo a Napoleón en San Juan de Acre y luego manteniendo al corso prisionero en la isla de Santa Elena. De allí partió al sur de África derrotando en El Cabo de Buena Esperanza a las tropas holandeses, para invadir posteriormente las costas rioplatenses.

Aparece Braulio

Mientras quedaban fondeados en Quilmes cuatro fragatas, una corbeta y dos bergantines, una de las columnas del 71 avanzaba por la actual calle Defensa. Al aproximarse al convento de San Francisco y pasar frente a la colonial casa familiar de los Gómez de Gómez y Farías, un gigantesco negro esclavo, armado con facón y poncho enrollado en su musculoso brazo, salió a enfrentar a los invasores que detuvieron su marcha. Un soldado celta, rubio y de ojos verdes, también de enorme porte, aceptó el desafío pero, aunque blandía su invicta bayoneta, rápidamente fue derribado por el esclavo que lo alzó por la cintura para arrojarlo contra un poste de la vereda.

El militar quedó sangrando y semi desmayado. Cuando el esclavo se aprestaba a ultimarlo, desde un balcón partió una voz femenina:

“¡No, Braulio! Eso no hace un cristiano. ¡Viva la Patria!”.

El negro levantó la vista y acató la orden. “Tiene razón, niña Tola. Somos cristianos y somos criollos. ¡Viva la Patria!”, respondió y la columna pudo seguir su marcha hacia el Fuerte, pero quedó herido el soldado irlandés, llamado Patrick Island. Pertenecía Island a una tradicional familia de su país quien, por razones de mayorazgo, debió resignarse a ser soldado o cura y optó por la primer alternativa enrolándose en el regimiento 71 que comandaba su tío Beresford y un familiar era capellán. Junto con él quedaron otros heridos tirados en la calle, también golpeados por el negro hasta que pudo ser reducido. Cuando los celtas se alejaron, el propio Braulio ayudado por otros esclavos los recogió alojándolos enresidencia de sus amos. Allí fueron curados con los primeros auxilios hasta que llegó el médico de la familia, el doctor Cosme Argerich.

La casa que los había acogido pertenecía a una familia de hijodalgos españoles venida con don Pedro de Ceballos, afincándose en el norte de Buenos Aires donde tenía su más hermosa estancia.

Los prisioneros fueron acriollándose rápidamente, mientras ensayaban con la guitarra y bailaban minué con las hijas del dueño de casa.

Una historia de amor y nobleza

Así comenzó una historia de amor entre el aristocrático soldado celta y la distinguida niña Bartola, de pelo rubio y ojos pardos, mientras los heridos se reponían recorriendo la amplia residencia ayudados por sus bastones, oyendo misa y rezando el rosario junto a sus captores.

Días después, cuando los criollos fueron a pedirle al dueño de casa su colaboración para armarse contra el invasor inglés, don José Santos de Gómez y Farías, hidalgamente les respondió : “Los soldados que aquí están prisioneros son sagrados para mi por que son mis huéspedes, al huésped lo manda Dios y nadie les ha de tocar un pelo”.

Habiendo aceptado los visitantes esas condiciones, añadió “entonces pueden contar conmigo, con mi hacienda y con mi plata”.

Era el principio de la Reconquista. Fue entonces que Patrick Island y los otros prisioneros, se apersonaron ante don José Santos para explicarle que estaban recuperados de sus heridas y solicitaban permiso para reincorporarse a su regimiento y combatir junto a sus camaradas.

Gómez y Farías creyó justo el pedido y accedió.

Patricio Islas: romántico y valiente

Tras encarnizada lucha los invasores fueron derrotados y emprendieron el regreso . Island y algunos otros acriollados irlandeses solicitaron quedarse en estas ubérrimas tierras. Así lo hicieron, poco después el soldado celta formalizabas sus amores y se casaba con Bartola Gómez y Farías, la niña Tola, en la propia estancia de don José Santos; compraba una estanzuela en San Antonio de Areco y allí se instalaron llevando consigo al negro Braulio como capataz , ya que si bien lo había herido a Patrick luego fue pieza fundamental en su cura y en su romance con Tola. Tuvieron 5 hijos al mayor de los cuales bautizaron Braulio, en reconocimiento a tanta lealtad.

En 1824 y en 1826, insólitamente dada su nacionalidad, ocupó la alcaldía de ese poblado. Por esa época, ya acriollado del todo, cambió su nombre por el castizo Patricio Islas.

Cuando Lavalle con su ejército pasó por la zona rumbo al norte, el aventurero y romántico militar irlandés vendió sus tierras para entregarle el dinero y su caballada al general unitario, sumándose a su fuerza con el grado de capitán de Artillería y llevando como sargento a Braulio. Participó activamente contra las tropas federales, en la defensa de San Pedro y combatió ferozmenta en la derrota de Quebracho Herrado, donde quedó herido, siendo ascendido, por su coraje y capacidad militar, al rango de Comandante.

Herido como estaba, viaja en carreta con los suyos hacia Catamarca donde busca asilo en el convento de San Francisco.

Un día mientras rezaba en el templo, llega una avanzada de las fuerzas de Facundo Quiroga y es detenido decidiéndose su fusilamiento… Dice la historia que cuando iban a matarlo, les grita a sus captores “Bárbaros, eso no se hace en la casa del Señor”.

Acceden a la última voluntad de Islas y lo conducen hasta la esquina, donde es ultimado tras recibir los auxilios de la religión aportados por el propio párroco. Se escucha una salva de disparos y un estrepitoso ¡ Viva la Patria ! e Islas cae con su cara descubierta y los verdes ojos mirando fijamente a sus victimarios. Sin miedo ni lágrimas y con la hidalguía de un valiente soldado, según narra la historia.

Poco después llega el ejército federal y pasa por las armas a los cuatro soldados matadores del irlandés.

Es que lo habían fusilado sin siquiera hacerle juicio sumario ni darle derecho a la defensa.

Algunos podrán preguntarse a que viene esta novelada historia de militares, hidalguía, amor y muerte, protagonizada por antepasados míos. Simplemente surgió en mi memoria el contraste con la historia reciente vivida en estas mismas tierras, después de espeluznarme leyendo sobre el Pozo de Vargas y el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga.

Fuente: Harry García Hamilton

Periodismo de Verdad

Un automovilista atropelló y mató a un ciclista, luego escapó en Pilar

Ocurrió esta mañana cuando un vehículo que circulaba hacia Capital Federal impactó a un hombre que se dirigía en la misma dirección a bordo de una bicicleta. Los investigadores intentan dar con testigos para aportar información del auto que provocó la tragedia.

Un ciclista murió esta mañana al ser atropellado por un automovilista que luego escapó en la autopista Panamericana, a la altura del partido bonaerense de Pilar, informaron fuentes de la concesionaria de la autovía.

El hecho ocurrió cerca de las 9, cuando, por causas que se intentan establecer, un vehículo que circulaba hacia Capital Federal impactó a un hombre que se dirigía en la misma dirección a bordo de una bicicleta, precisó la empresa Autopistas del Sol.

La víctima transitaba por el borde de la ruta, algo prohibido tanto para ciclistas como transeúntes. Personal de seguridad vial de la autopista, junto a bomberos y peritos policiales trabajan en el lugar para intentar determinar cómo ocurrió el accidente y dar con testigos que puedan aportar alguna información sobre el automóvil que provocó la tragedia.

Tras el choque, dos de los carrilles de la Panamericana fueron cerrados al tránsito.

Fuente: Online-911

En Tucumán, “La Mole” Moli derrotó a Ceballos y retuvo el título argentino

El boxeador cordobés Fabio “La Mole” Moli derrotó en la madrugada de este sábado a su comprovinciano -aunque bautizado tucumano- Sebastián “El Gigante” Ceballos y retuvo el título argentino de peso pesado. La pelea se desarrolló en el Club Villa Luján de esta capital y el falló fue por puntos, unánime.

En una velada donde el boxeo brilló por se ausencia y los luchadores se mantuvieron arriba del ring con más garra que técnica, las tarjetas de los jueces fue las siguientes: Miguel Leiva 98½-93, Bernardo Pérez Carrasco 98-95, y Marcos Machuca 97½-93, todos a favor de “La Mole”.

En una deslucida pelea, Moli dominó íntegramente a un Ceballos que dejó un sabor amargo ante su gente ya que nunca logró poner en jaque al campeón de Bailando por un Sueño. Además, “El Grandote” comenzó a apelar a toda clase de artilugios para ir sacando a “La Mole” de la pelea. Tan es así que, en el tercer round, luego de que se tirara él mismo al suelo en reiteradas oportunidades, el árbitro Francisco Wolfart le realizó una cuenta.

“La Mole” también se iría yendo de combate ya que le aplicó un golpe bajo en el cuarto y su rival se tiró nuevamente al suelo, exagerando lo sucedido y desencantando a sus seguidores.

Con el transcurrir de los rounds, la pelea fue tomando un ritmo cada vez más cansino. Lentos, errando más de lo que acertaban, y hasta por momentos casi sin lanzar sus envíos, tanto Ceballos, como Moli, quien bajaba la resistencia.

Por eso, luego del campanazo final, gran parte del público ya había abandonado sus lugares antes de escuchar el predecible fallo a favor del campeón.

De esta forma, “La Mole” retuvo por primera ocasión el cinturón que le arrebató al bonaerense Lisandro “El Carnicero” Díaz, a quien derrotó por nocaut técnico el 14 de noviembre de 2010 en Córdoba. Ahora, el ex bailarín irá por el título sudamericano.

Fuente: Urgente24

La inflación de noviembre fue de 0,6%…

Para el Indec, los precios acumularon un incremento del 8,6% desde enero y subieron 9,5 por ciento en el último año. El aumento en el costo de vida relevado oficialmente contrasta abiertamente con el 1,44 por ciento de incremento del índice que mensualmente difunden los legisladores de la oposición en el Congreo y que es elaborado por consultoras privadas. Según el Congreso, los precios acumularon en el año una suba del 22,63%.
El costo de vida registró una suba del 0,6 por ciento en noviembre, informó esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

Para el organismo estatal, los precios acumularon un incremento del 8,6 por ciento desde enero y subieron 9,5 por ciento en el último año.

El aumento en el costo de vida relevado oficialmente contrasta abiertamente con el 1,44 por ciento de incremento del índice que mensualmente difunden los legisladores de la oposición en el Congreo y que es elaborado por consultoras privadas.

Según el denominado Indice-Congreso, los precios acumularon en el año una suba del 22,63 por ciento desde enero hasta noviembre, mientras que para el Gobierno fue de apenas el 8,6 por ciento.

Para el INDEC, el rubro que registró mayor incremento fue Indumentaria con el 1,3 por ciento seguido por Educación, con el 0,9 por ciento.

En tanto, los rubros Alimentos y Bebidas subió 0,7 por ciento, al igual que Equipamiento y Mantenimiento del Hogar, mientras que Vivienda y Servicios Básicos, creció 0,4.

El rubro Transporte y Comunicaciones aumentó 0,3 por ciento, mientras que Atención Médica y Gastos para la Salud y Esparcimiento, tuvieron subas del 0,2.

Entre los alimentos que más subieron se encuentran: limón con el 22,5 por ciento; zanahoria, 10,6 y lechuga, 7,5; mientras que los que mas bajaron fueron: cebolla, con el 22,1 por ciento; zapallito, 16,9 y ají, 10,8.
por NA

El secretario de Defensa de EEUU hizo una visita express a Libia

Realiza una visita de una pocas horas para encontrarse con el Primer Ministro, Abdel Rahim al-Kib, y el ministro de Defensa, Osama Juili, un comandante de la rebelión que derribó a Gadafi después de 42 años de ejercicio del poder.
Leon Panetta, el primer jefe del Pentágono que visita Libia, evaluará personalmente este sábado las necesidades del nuevo gobierno, pocas horas después de que se levantaran muchas de las sanciones norteamericanas impuestas al país durante el régimen de Muamar Gadafi.

Durante su visita de una pocas horas, Panetta deberá encontrarse con el Primer Ministro, Abdel Rahim al-Kib, y el ministro de Defensa, Osama Juili, un comandante de la rebelión que derribó a Gadafi después de 42 años de ejercicio del poder.

«La finalidad de mi viaje a Libia es tener una oportunidad de observar la situación de cerca, pero también rendir homenaje al pueblo libio, a lo que hizo al derrocar a (el líder Muamar) Gadafi y tratar de instaurar un gobierno para el futuro», declaró Panetta en Ankara antes de viajar a Trípoli.

«Habrá desafíos, y habrá también dificultades, pero estoy convencido de que un país como Libia, que ha conseguido reconstruirse y mostrar tanto coraje, logrará en breve instaurar la democracia», dijo.

Estados Unidos, agregó Panetta, está disponible para «ofrecer toda la asistencia que (los libios) pidan», pero en su visión no se trata ahora de que Washington imponga sus puntos de vista.

«Ellos se han ganado el derecho a determinar su futuro», aseguró Panetta, el segundo alto funcionario estadounidense que viaja a Libia, luego de que la secretaria de Estado Hillary Clinton visitara el país dos días después de la captura y muerte de Gadafi por los thowars (revolucionarios).

La visita de Panetta ocurre poco después del anuncio del levantamiento de una gran parte de las sanciones impuestas a Libia por parte de Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONI, una medida que el gobierno de Washington saludó como una forma de ayudar a la reconstrucción de ese país.

«Luego de consultas con el nuevo gobierno libio, Estados Unidos ha levantado la mayor parte de las sanciones estadounidenses», informó el vocero de la Casa Blanca.

El Tesoro, seguidamente, precisó que los montos desbloqueados ascendían a «más de 30.000 millones de dólares».

La medida «libera todos los fondos gubernamentales y del Banco Central que se encuentren bajo jurisdicción estadounidense, con algunas excepciones limitadas», informó la Casa Blanca. «Los haberes de la familia Gadafi y de ex miembros de su gobierno que estén en Estados Unidos, permanecen congelados», añadió.

Poco antes, diplomáticos habían informado que el Consejo de Seguridad levantó las sanciones que pesaban sobre el Banco Central libio y un banco libio de inversiones en el extranjero, para evitar una crisis de liquidez en el país.

En el poder desde hace apenas tres semanas, el gobierno libio no dispone ahora de liquidez para pagar los salarios de los empleados públicos ni mantener programas como el del desarme de la población y el que se proponía integrar a los rebeldes que combatieron al régimen de Gadafi.

Organizados en milicias armadas, estos thowars prácticamente dictan la ley en partes de Trípoli, donde controlan numerosas instalaciones estratégicas, como el aeropuerto internacional.

por EFE

«Tener un hijo me une a Adrián para toda la vida»


Griselda posó en ropa interior, mostrando su pancita en la portada de una revista. La actriz y novia del productor habló de su embarazo: «Queríamos una nena y en mayo llega Margarita», dijo.
«Toto me abrazó feliz cuando Adrián se lo contó», confesó.

Griselda Siciliani se animó a posar en ropa interior, mostrando su pancita para la portada de la revista Gente.

La actriz de 33 años está muy feliz con la llegada de su primer hijo junto a Adrián Suar (43): «Queríamos una nena y en mayo llega Margarita», dijo.

Gri dio detalles del día cuando se enteraron que serían padres. “Cuando el test dio positivo, Adrián y yo nos abrazamos y no paramos de reírnos. Hace más de un año que él me había propuesto tener un hijo y el deseo era cada vez más fuerte”.

“Aún no imagino a Margarita, pero me divierte pensar en cantar y bailar con ella. Voy a dejar que se ensucie, descubra y experimente. Como mamá voy a priorizar la libertad”, destacó Siciliani.

A la hora de hablar de casamiento, la protagonista de Los Únicos fue clara: “Me niego a casarme, no esiste mayor compromiso que un hijo”. «Tener un hijo me une a Adrián para toda la vida», agregó.

Galería:

La llegada de la nena generó la felicidad en toda la familia, incluido al hijo que Adrián tuvo con Araceli González. «Toto me abrazó feliz cuando Adrián se lo contó», confesó Griselda.
26noticias.com

Scioli superó la crisis que provocó la protesta policial

Más de cien uniformados se acuartelaron durante diez horas en apoyo de seis oficiales que habían sido apartados por reprimir a militantes de La Cámpora; el gobierno prometió rever las sanciones

Por Ramiro Sagasti |
A PLATA.- A dos días de reasumir, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, atravesó ayer la peor crisis institucional de su carrera. Durante diez horas, más de 100 hombres y mujeres de la División de Infantería de la policía se acuartelaron en reclamo de la reincorporación de los policías sancionados por haber reprimido a militantes de La Cámpora, el lunes, cuando intentaron ingresar en el Palacio Legislativo para asistir a la ceremonia de asunción del gobierno provincial.

El conflicto concluyó anoche después de la promesa del gobierno provincial de rever las sanciones. El incidente tuvo un origen político: la fricción entre el gobernador y su vicegobernador, Gabriel Mariotto, máximo representante del kirchnerismo en la provincia. Impera la sospecha de que la intervención policial fue evitar que La Cámpora, afín al vicegobernador, «copara» el acto de reasunción de Scioli.

«Cumplimos una orden; no tenía que pasar el sector de La Cámpora para el lado de los juramentos de los diputados», dijo el capitán Walter Revolero, uno de los seis policías sancionados, que tuvo a su cargo la primera línea de infantería en las escalinatas de la Legislatura. Otro de los policías involucrados, el teniente 1° Raúl Molina, sostuvo: «Los que dieron la orden están trabajando. Los seis giles somos nosotros».

¿Quién dio esa orden? Hasta el momento, nadie respondió esa pregunta. Sin embargo, anoche, desde el gobierno intentaban depositar el peso de la responsabilidad en las autoridades de seguridad de la Legislatura. El encargado del área en la Cámara alta provincial es el coronel retirado de Caballería Néstor Alfredo Santa Ana. La seguridad de ambos cuerpos depende de él, según fuentes legislativas.

No bien supo del autoacuartelamiento, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, exhortó a los seis efectivos sancionados a que convencieran a sus compañeros de levantar la protesta. Dijo que no iba a aceptar «presión ni extorsión», y les aseguró que no iba a haber arbitrariedades en las decisiones administrativas.

El jefe del gabinete provincial, Alberto Pérez, reforzaba esa postura: «De ninguna manera vamos a tolerar presiones, extorsiones, ni condicionamientos. Están funcionando los mecanismos institucionales que garantizan el esclarecimiento de los hechos y responsabilidades de lo sucedido».

Guillermo Britos, que hasta hace poco fue superintendente de la policía bonaerense y ahora es diputado por Unión Celeste y Blanco, sostuvo: «Los infantes tienen que estar previniendo el delito en la calle y no realizando custodia en un acto institucional». Y añadió: «Los pone Scioli para que la gente de La Cámpora no le arruine el acto».

Varias fuentes policiales y legislativas consultadas por LA NACION tienen esa opinión. Un alto jefe de la fuerza de seguridad que se retiró recientemente dijo a este diario: «Scioli la había pasado feo la semana pasada en la jura de los legisladores, cuando La Cámpora copó los palcos del recinto. La orden, ahora, era que los palcos tenían que estar llenos de gente con remeras naranjas vivando el nombre del gobernador. Parece que fue Pérez el que le dijo a Casal que no podía volver a pasar lo mismo, y no tuvieron mejor idea que plantar a la Infantería en la Cámara».

El lunes los palcos estaban llenos de militantes con remeras naranjas identificados con Scioli y que alentaban al gobernador. Se identificaban como «La Mercante. Agrupación Política». Mientras esos jóvenes vitoreaban al gobernador, los infantes se enfrentaban con los militantes de La Cámpora que intentaban ingresar al Palacio legislativo. Tras ello, el Gobierno anunció las sanciones contra los policías.

El acuartelamiento
Ayer por la mañana, cuando los seis desafectados llegaron a la sede del cuerpo de Infantería para entregar sus uniformes, se en­con­traron con el apoyo de sus compa­ñeros de turno: sesenta policías que habían decidido permanecer en el cuartel hasta que los seis fueran reincorporados. «Quiero que quede claro que no tenemos trabajo por salvaguardar la vida del gobernador», dijo Revolero, lloroso, rodeado de policías que voceaban su indigna­ción. «Esto es un reflejo de la gente, que está cansada -dijo el sargento Fernando Loubet, también mor­dien­do lágrimas-. Cobramos catorce pesos por cada hora con un arma en la cintura.»

El jefe de la policía bonaerense, Hugo Matzkin, llegó al lugar cerca de las 9.30, pero no logró convencer a los acuartelados de que depusieran su actitud y se retiró del playón cuando en­traba la prensa. A lo largo de la mañana, se sumaron a la protesta efectivos del cuerpo de Caballería y de la Jefatura Distrital platense. A esa altura, empezaron a circular rumores de que se habían plegado a la protesta policías de La Matanza, Lomas de Zamora, Moreno, Quilmes y Mar del Plata, lo que fue desmentido por Casal.

El titular del cuerpo de Infante­ría, Néstor Colmenares, intentó denodadamente restaurar el diálo­go, pero le fue difícil: fue rechaza­da la oferta de que Matzkin reci­bie­ra sólo a los seis desafectados, porque los manifestantes sospe­cha­ban que serían presionados.

«Yo ya perdí una familia por darle mi vida al uniforme», le dijo Raúl Molina a Colmenares, que lo exhortaba a dialogar con Matzkin y funcionarios del Ministerio de Justicia y Seguridad. «En mis 22 años de carrera me han mentido siempre. Ahora estoy afuera y no quiero que me mientan más.»

Finalmente, se acordó que los seis desafectados (Revolero, Moli­na, Loubet, el sargento Daniel Maidana, el subteniente Roque Ba­rrios y el teniente primero Leonardo Dos Santos) y diez de sus com­pañeros se reunieran con Matzkin, Roberto Castronuovo (titular de Investigaciones de la policía bo­nae­rense) y los subsecretarios operativo y de Política Criminal e Investigaciones del Ministerio, Emiliano Baloira y César Albarracín, respectivamente. Baloira esta­ba particularmente ofuscado; Cas­tro­nuovo fue el más conciliador.

Sin embargo, hizo falta la inter­vención del juez de garantías Cé­sar Melazo para que los acuarte­lados aceptaran levantar la medi­da, lo que ocurrió después de las 19. Revolero y Loubet dijeron que se llevaban la promesa oficial de ser reincorporados luego de pres­tar declaración en la Auditoría General de Asuntos Internos sobre lo ocurrido en la Legislatura y de que nadie sería sancionado por la protesta.

A pesar de ello y después del acuerdo, el jefe de gabinete, Alberto Pérez, dijo a LA NACION: «Vamos a ser intransigentes con las decisiones tomadas hasta el momento para determinar las responsabilidades que corresponden».

Con la colaboración de Sebastían Lalaurette y Jesús Cornejo

Fuente: La Naciòn

ESCULTURA DEL NIÑO NO NACIDO- ESLOVAQUIA

El 28 de Octubre del presente, en Eslovaquia, se inauguró el monumento del niño por nacer de un joven escultor de ese país. El monumento expresa no sólo el pesar y arrepentimiento de las madres que han abortado, sino también el perdón y el amor del niño por nacer hacia la madre. La ceremonia de Inauguración contó con la presencia del Ministro de Salud de ese país.
La idea de construir un monumento a los niños por nacer fue de un grupo de mujeres jóvenes, madres que están muy conscientes del valor de toda vida humana y el daño que se inflige, no sólo en la irreparable pérdida de los niños por nacer, sino también por el deterioro permanente de la salud mental (y a veces física) de la salud de cada mujer que decide, impulsada por diversas situaciones, abortar a su hijo concebido.
La hora de Juan Cruz» viernes de 10 a 11 am por Radio Moderna AM 930. www.modernaradiopapa.com

España: miles de personas protestan por los recortes en educación

Miles de profesores de educación secundaria y padres de alumnos volvieron a salir a las calles de Madrid hoy para protestar contra los recortes en la educación pública impuestos por el gobierno regional. «Aunque ya estamos muy cansados, pensamos que es importante seguir luchando», afirma Purificación Esteban, profesora de francés de 38 años.

Camisetas, chalecos, bufandas e incluso alguna peluca verde – el color emblemático de este movimiento que comenzó en septiembre- invadieron el centro de la capital en un ambiente jovial, al son de pitos, bocinas y tambores.

Tras una enorme pancarta en la que podía leerse «La educación no es gasto, es inversión. No a los recortes», desfilaron, muchos acompañados por sus hijos, en una soleada tarde hasta la ya emblemática Puerta del Sol.

«Aunque ya estamos muy cansados, pensamos que es importante seguir luchando», afirma Purificación Esteban, profesora de francés de 38 años.

Desde el inicio del curso, los docentes de secundaria de Madrid ya han realizado nueve jornadas de huelga contra las medidas de rigor decididas por el gobierno regional del Partido Popular (PP, derecha) para reducir su déficit público.

Consisten principalmente en un aumento de dos horas lectivas por semana que, según los sindicatos, conlleva la supresión de 3.000 puestos de trabajo.

Ahora temen que con la llegada del PP al gobierno nacional la próxima semana, en un contexto de grave crisis financiera, los recortes se generalicen.

«Lo que está ocurriendo en la Comunidad de Madrid, donde el PP lleva ya muchos años gobernando, se va a hacer extensivo al resto del país», afirma Esteban.

Los docentes madrileños mostraron así su determinación a no desistir pese a que las huelgas de los últimos meses les costaron pérdidas de salarios de unos 1.200 euros por persona.

A partir de ahora «prevemos mantener movilizaciones que sean económicamente viables», explicó a la AFP Eduardo Sabina, secretario general de la federación de enseñanza del sindicato UGT.

Pese a que el gobierno regional se niega a negociar, con estas movilizaciones «al menos logramos que la opinión pública sepa que se está quitando dinero a la escuela pública para trasferirlo a la privada en forma de ayudas», afirma Rafael García, 48 años, padre de alumno.
por NA

Messi, la inspiración de Neymar: «Es el mejor, el número uno»

El brasileño, que mañana jugará la final contra Barcelona, dijo que mira lo que hace la Pulga e intenta copiarlo; «Jugaremos un partido que hará historia», dijo la figura de Santos

YOKOHAMA, Japón.- Neymar, el astro brasileño, tiene una inspiración. Es Lionel Messi, la Pulga de Barcelona, el mejor jugador del mundo. «Claro que sigo las jugadas que hace Messi, como la de todos los cracks. Me inspiro en algunas jugadas suyas porque es el mejor, el número uno», dijo Neymar en la conferencia de prensa previa al partido contra Barcelona, que se jugará mañana.

Desde las 7.30 de la Argentina, Santos chocará con el equipo Catalán para definir el campeón del Mundial de Clubes. «Esto no es un duelo entre Messi y Neymar, es un Santos-Barcelona, tenemos un partido que hará historia», agregó el brasileño.

«No sólo es el partido más importante para mí, sino para todos los compañeros y para Santos. Queremos hacer historia y abrir una nueva página para el club. El equipo al que nos vamos a enfrentar es grande, pero siempre digo que no importa el rival o el lugar, tenemos que hacer nuestro fútbol», subrayó.

Sobre su futuro, Neymar prefirió no hablar. «El futuro sólo pertenece a Dios. Soy ahora jugador del Santos y quiero ayudar a mi equipo en la final. Ojalá tengamos un gran partido, con goles. Es un momento importante, vamos a jugar contra el Barcelona, donde están Messi, Xavi, Iniesta, Alves, Puyol, cracks que son ídolos en todo el mundo», afirmó.

Fuente: Cancha Llena

Matan a golpes a un anciano de 75 años en un presunto intento de robo en Mar del Plata

Ocurrió ayer por la mañana en una casa ubicada en la villa Gascón. El cuerpo fue descubierto por un vecino que observó manchas de sangre. Los investigadores no descartan la posibilidad de un robo.

Un anciano de 75 años fue encontrado asesinado a golpes en su casa de Mar del Plata, y los investigadores no descartan la posibilidad de un robo, informaron fuentes policiales a Online-911.

El hecho ocurrió ayer a la mañana, cuando la víctima identificada por la Policía como Hermindo Andrada, fue encontrada asesinada en su casa ubicada en Coronel Suárez entre Gascón y Falucho, en la zona conocida como «Villa Gascón». El cuerpo fue descubierto por un vecino que observó manchas de sangre desde la acera hasta la casa de la víctima.

Según los pesquisas, establecieron que el fallecimiento respondió a un shock cardíaco sufrido por la víctima después del ataque a golpes que sufrió dentro de su habitación.

Los investigadores dijeron que no hallaron dinero en la casa pero si una gran desorden, lo que sugirió la posibilidad de un robo dado que días antes el hombre, quien se desempeñaba en un horno de ladrillos y realizaba trabajos esporádicos como albañil, había cobrado una jubilación.

Fuente: Online-911

La pelea Gobierno – Moyano impactas en la economía

El inoportuno enfrentamiento entre Cristina Kirchner y Hugo Moyano, que dejó al borde de la ruptura una alianza casi inexpugnable, inquieta a empresarios y economistas por su impacto en las paritarias que se iniciarán en poco tiempo. Tras las turbulentas jornadas financieras de fines de octubre y parte de noviembre, el dólar se estabilizó en 4,30 pesos, el Banco Central empezó a sumar reservas.

A una semana del inicio del segundo mandato de Cristina Kirchner y cuando el enrarecido mercado financiero empezaba a calmarse, el enfrentamiento entre el Gobierno y la CGT enturbió el escenario económico y generó preocupación de cara a las discusiones salariales de 2012.

El inoportuno enfrentamiento entre Cristina Kirchner y Hugo Moyano, que dejó al borde de la ruptura una alianza casi inexpugnable, inquieta a empresarios y economistas por su impacto en las paritarias que se iniciarán en poco tiempo.

Tras las turbulentas jornadas financieras de fines de octubre y parte de noviembre, el dólar se estabilizó en 4,30 pesos, el Banco Central empezó a sumar reservas -pese al pago de más de casi 2.000 millones de dólares por un vencimiento de deuda- y prácticamente se frenó la salida de depósitos en moneda extranjera.

Precisamente, en ese instante de tregua financiera, vinieron a quedar plasmadas públicamente las diferencias que en privado ya habían dejado explícitas de uno y otro lado.

Es cierto, la quietud del dólar fue producto de un conjunto de medidas poco ortodoxas: aumentar al extremo los controles cambiarios para comprar divisas a partir de autorizaciones de la AFIP, enviar al mercado un ejército de inspectores de Guillermo Moreno y una suba en las tasas de interés.

Hasta ahora, en los últimos años, el Gobierno consiguió atenuar el tenor de los reclamos salariales a partir de las negociaciones con el líder de la central obrera, estableciendo un techo para las mejoras.

En esta ocasión, el escenario es absolutamente diferente: la puja abierta con la CGT diluye la posibilidad de establecer un parámetro de suba salarial y deja explícito el riesgo de un desborde gremial que termine presionando aún más sobre los precios.

En cada oportunidad que pudo, Moyano dejó aclarado que la inflación que debe tenerse en cuenta a la hora de aumentar salarios es «la de los supermercados» y no la del INDEC que comando el supersecretario, Moreno, ahora con mucho más poder que antes.

Pero, el debate con el Gobierno que llevó a este cruce no es solamente por un reclamo salarial sino que también encierra otras cuestiones: el reparto de ganancias de las empresas, la suba del mínino no imponible en el impuesto a las ganancias, las asignaciones familiares y el reclamo al Ejecutivo de 15 mil millones de pesos que le adeudan a las obras sociales.

«Lo que nos preocupa es no tener un interlocutor, que la CGTestá toda fragmentada, ya que para un año como el 2012 es importante tener un referente», advirtió el jefe de la UIA, José Ignacio de Mendiguren.

La preocupación del titular de la central fabril está orientada hacia lo que pueda llegar a ocurrir en las inminentes negociaciones paritarias de 2012, un año en que todos los especialistas coinciden en que los coletazos de la crisis mundial llegarán a país.

Sin un referente válido y sin el «techo» salarial que el Gobierno antes pactaba con la CGT, la discusión por los aumentos se torna muy complicada y con serios riesgos de salirse de cauce.

En ese marco, lo que más preocupa es el impacto que podría tener la suba de salarios en la inflación, la cuestión que más inquieta y que hasta la Jefa de Estado salió a admitir durante la Conferencia Industrial de la UIA.

En ese mismo encuentro, la Presidenta desestimó implantar por vía de una ley que las empresas repartan un diez por ciento de sus ganancias, un proyecto de la CGT y que también fue factore del distanciamiento con el oficialismo.

Si desde el Gobierno y desde la CGT no se bajan los decibeles en el corto plazo, el 2012 será un año más complicado que lo esperado, sobre todo teniendo como telón de fondo una crisis financiera mundial que sigue sacudiendo las economías y los mercados.

El precio de la soja, otro motivo de incertidumbre

Como si no bastaran las complicaciones económicas generadas por la puja Gobierno-CGT, una cuestión que inquieta es la persistente caída en el precio de la soja, que ya tocó los valores mínimos del año.

La oleaginosa se negoció en el mercado de Chicago –referente para la plaza argentina– a 408 dólares, un valor que ya no resulta tan atractivo para los ruralistas y que está muy lejos de los 490 dólares de promedio.

Según un informe de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ), el ingreso total por una hectárea de soja es de 1.120 dólares, pero tras deducir los gastos el productor se queda con sólo 72,51 dólares mientras que el Estado embolsa poco más de 482 dólares.

El incremento estimado para la cosecha actual equilibraría, en parte, los menores ingresos por la baja de los precios, pero serviría para salvar una disminución en el superávit comercial de la Argentina.

La conclusión es clara: para el año próximo se esperan menos dólares producidos en el campo y ello afectaría las arcas públicas, que ya vienen golpeadas por el incremento en el gasto durante los últimos meses.

En ese marco, el flamante ministro de Economía, Hernán Lorenzino, un hombre cercano a los mercados financieros y cultor del bajo perfil, tendrá una ardua tarea para intentar que el país consiga fondos en el exterior, algo que hasta ahora tiene vedado.

Para compensar ese menor ingreso de recursos, el Gobierno apeló por ahora a recortar subsidios, otro factor que generó la reacción del líder de la CGT.

Pero, no todo es malo para el Gobierno: el Banco Centra recuperó más de 1.000 millones de dólares en reservas pese al pago del cupón del PBI y ya casi nadie habla del dólar.

Por otra parte, en pocas horas, consiguió la aprobación en Diputados de leyes económicas clave: el Presupuesto 2012, reforma de la Ley Penal Tributaria, del estatuto del peón rural y de la legislación contra el lavado de dinero.

La sanción de estos proyectos, impulsados por el Ejecutivo, constituye, al igual que el acto de Moyano en la cancha de Huracán, una muestra de fuerza del oficialismo en esta inesperada batalla con la CGT.

por Guillermo Malisani (NA)

Impresionante ‘tiramerdi’ de Schoklender

Sergio Schoklender publicó un libro y lo publicita hablando por todos lados. ¿Puede hacerle daño al Ejecutivo Nacional y a Norberto Oyarbide o Cristina Fernández sigue blindada? (Aunque a Editorial Planeta lo que le importa es si Schoklender venderá mucho con este texto). Leamos:Sergio Schoklender escribió:

> (Oscar) «Parrilli tenía como caja principal todas las remodelaciones en la Casa de Gobierno. También recurría a obras como las que se hicieron para los festejos del Bicentenario. las contrataciones de cartelería, los stands y toda esa parafernalia enorme constituían partes de la caja. Yo me enteraba de las sumas escandalosas que exigía en coimas para el otorgamiento de cada una de las obras. Retornos del quince por ciento, veinte por ciento, treinta por ciento del presupuesto total. Era un sobreprecio que debía retornar automáticamente. Parrilli distribuía esos fondos y así mantenía la estructura de su área. Era su caja».

> «Durante la gestión de Daniel Filmus al frente del Ministerio de Educación, la caja grande se hizo con el cuento de la impresión y distribución gratuita de libros. En la UBA se licitaba un millón o dos millones de libros, pero en realidad se imprimían cien mil. Entonces el retorno estaba asegurado. La totalidad de las licitaciones está arreglada».

> «El Ministerio de Desarrollo Social tenía otra forma de manejarse. Cuando necesitaban hacer caja, pagar rentas de militantes o llevar gente para que aplaudiera a Alicia Kirchner en los actos, firmaban convenios. A nosotros nos obligaban a firmar convenios entre la Fundación y el Ministerio para la creación de programas de centenares de promotores que en teoría debían realizar algún programa social. Le transferían el dinero a la Fundación, que tenía que pagar la ‘beca’ a cada uno de los promotores».

> (Norberto Oyarbide) «Su problema no era la homosexualidad, claro, sino que la ejercía en prostíbulos masculinos, lo que lo llevó a ser socio extorsionado de los proxenetas. Ellos le proveían taxi boys y él les garantizaba que la policía no se metería con sus prostíbulos».

> «Aníbal (Fernández) junta carpetas con fotos de personalidades relevantes borrachos, drogados, en una fiesta con dos mujeres si la persona es heterosexual, con dos hombres si es homosexual y un través si es bisexual y así hasta el infinito».

> «La Cámpora no deja de ser un montón de yuppies que quieren tener su oficina, una secretaria con minifalda, auto con chofer y sueldos disparatados. Además de un séquito de asesores parásitos y militantes rentados».

> «Todos los entrevistadores tienen su precio, desde Mirtha Legrand hasta Eduardo Feinmann. El tributo que se les paga a los medios para que no les peguen a un político o para que hablen bien de él se maneja a través de las consultoras. Doris Capurro manejaba los fondos de los medios de un par de provincias».

Lo mejor sobre este tema es la entrevista de Martín Caparrós a Schoklender en su blog Pamplinas, del diario El País, de Madrid:

Entonces él dijo que quizá no tendría que haber dicho eso, y parecía que estaba diciendo la verdad. Yo lo creía; me sorprendió que él también creyera que no tendría que haber dicho eso. Fue un momento fuerte: como de quien, hablando, entiende algo. No es lo que suele pasar en una entrevista pero, para entonces, ya llevábamos más de dos horas de palabras, de miradas cruzadas, de cafés.

–No te preocupes. Yo sé que uno no siempre llega cuando quiere.

Me había dicho Sergio Schoklender cuando aceptó, en la puerta de su casa, mis disculpas por la demora. Yo me había perdido: su casa –o su es casa– está detrás del cementerio, en una calle que no conocía. A él tampoco, pero fuimos amables: nos dimos la mano y me invitó a pasar:

–Bienvenido a la casa de mi ex mujer.

La casa de su ex mujer, que construyeron juntos hace unos años, es, para empezar, un paredón sin historia en una calle legañosa de Chacarita y, detrás, tres pisos de un arquitectura moderna, a la moda, con ese aire brishoso, inquieto de tan quieto, que tienen los lugares más decorados que vividos.

–Ahora gracias al juez Oyarbide estoy viviendo otra vez con ella.

Dice Schoklender. El juez Oyarbide, el que atiende su causa, es una de sus bestias negras: ya tendrá tiempo de hablar, largamente, de él, de sus excesos, de los videos con que lo chantajean. Mientras tanto me explica que, como tiene todos sus bienes embargados, su ex mujer lo acogió por un tiempo en la casa, y que siempre tuvieron una buena relación y a veces se iban de vacaciones juntos y que tienen a Alejandro, su hijo de 12, que los une y que estaban distanciados porque él viajaba mucho y por esas cosas de la vida pero que ahora esas mismas cosas los reunieron y que por culpa de ese juez no tiene un centavo y corre la coneja y tuvo que vender, en estos días, su saxo y su moto.

–Moto y saxo tenor: la juventud, de algún modo.

Le digo y él me dice sí, la juventud, sonríe. Sergio Schoklender ya tiene 53 años, y ahora estamos en el tercer piso de la casa, el play room, a punto de sentarnos: las sillas son unos bancos como de bar muy altos; hay que sentarse encima y accionar una palanca para que los bancos bajen a la altura de sillas y nos permitan sentarnos junto a una mesa enorme, muy pulida. Sobre la mesa, solo su laptop y el brillo de una madera poco usada. Schoklender me pregunta si no quiero un café. Yo quiero y le pregunto cómo definiría su situación actual y me dice, con un tono muy suave, muerto en vida.

–¿Cómo?

–Muerto en vida.

Repite, e intenta una risita pero tose.

–Que ahora soy un muerto en vida. Digo, en este momento llevo ya seis meses imputado, inhibido, sin poder trabajar, con todos los bienes congelados, las empresas trabadas, las cuentas bancarias bloqueadas en una causa que ya es un disparate interminable que nadie lo puede desarmar. Armaron una hipermegacausa de 120 cuerpos, más 37 equipos informáticos que hay que bajar, 96 imputados, 140 empresas investigadas. Es una cosa que nadie puede sostener. Así que me vine a vivir con mi ex esposa, porque estoy en la calle. Ahora soy, cómo decirlo, un mantenido.

Su ex esposa, Viviana Sala es médica psiquiatra y Schoklender la conoció en la cárcel, cuando ella fue a hacerle unas pericias. Después se casaron, tuvieron un hijo, se divorciaron y conviven y él insiste en que ella es muy buena, rebosante de títulos, repleta de pacientes, “especialista en psicooncología, psicofarmacología, con maestrías que no se pueden ni nombrar”, y que ahora viven de lo que ella gana y que ella también está incluida en la causa de Oyarbide y que a ella también la amenazaban.

–Cuando empezó toda esta historia me volvieron loco. Era cosa de llamados telefónicos, coches parados en la puerta, en la esquina. De llamarme y decirme sabemos dónde estás, sabemos qué estás haciendo, tu hijo sale a tal hora del colegio y va a tal y tal lugar. Así todo el día.

–¿Y quién era?

–Gente de la SIDE, de los servicios de inteligencia y todo ese enredo que estaba alrededor de Aníbal Fernández.

Dice, y que desde que Fernández, el penúltimo jefe de gabinete, ahora en desgracia, empezó su caída, las amenazas se volvieron más raras: ahora se paró el tema, dice, pero nos hiceron la vida imposible durante un tiempo largo.

–¿Y cómo te afectan las amenazas?

–Bueno, te podés imaginar que estando con Hebe las amenazas eran lo habitual. Nunca les dimos mucha importancia. Después el hecho de exponerte en primera plana de todos los medios como el tipo que estafó a las Madres… no podía sonarme la nariz que el tipo que pasaba por la vereda me puteaba.

–¿Y tomaste alguna medida?

–Somos un poco más… mi hijo no va ni viene solo del colegio, estamos atentos ante cualquier cosa rara, pero tampoco nos enloquecemos. No podés vivir sino. Ni tengo plata para poner custodios ni los pondría. Ya de chico me tocó vivir eso, ahora no lo haría.
Schoklender habla seguro, como quien sabe qué decir: habla seguro pero fuma. Fuma sin parar, un negro tras otro, y las manos, por momentos, le tiemblan en el encendedor, el cigarrillo, y dice que en las últimas semanas incluso lo borraron de los medios, que durante un tiempo lo tenían todos los días en la tapa, que ni que fuera la guerra de las Malvinas, dice, y de pronto más nada:

–¿Y vos dónde pensás que vas a publicar esta entrevista? No va a ser tan fácil…

Schoklender trabaja mucho con la prensa. Cuando estalló su conflicto con las Madres eligió los medios con los que habló –empezó por Clarín, gran enemigo del gobierno– y lo que iba diciendo: regulando el tono del enfrentamiento. Y la sigue usando: hace unos días estuvo en un programa de televisión contando viejas historias de su juez, Norberto Oyarbide, con taxi boys, prostíbulos, sobornos: apretándolo, para decirlo amablemente.

–La realidad es que Oyarbide es la antítesis de lo que debería ser un juez en una república: un lacayo al servicio del Poder Ejecutivo, que le manda todas las causas que a le interesan.
Schoklender trabaja mucho con la prensa: después, durante las horas que dure esta entrevista, más de una vez me voy a preguntar por qué me habla: qué dice, a quién lo dice, por qué yo.

Sergio Schoklender no es muy alto ni muy gordo ni muy flaco, ojos chiquitos entornados, labios finos, una de esas barbas de cinco días que ya no son un azar del momento sino una forma laboriosa de detener el tiempo. Sergio Schoklender tiene una remera –de esas que mi tía Pechuche habría llamado chomba– azul con rayitas blancas y amarillas, un bluyín, anteojos de marco negro angosto y un reloj cuadrado, grande, que le ocupa demasiado de muñeca; las uñas, en cambio, están muy bien cuidadas, dedos cortos.

–¿Y cómo fue que decidiste escribir este libro?

Porque la excusa de todo esto es ésa: un libro. Está por salir un libro suyo, Sueños postergados, que debería contar la otra versión de los escándalos del invierno pasado. Por ese libro, supongo, Schoklender me recibe esta tarde; por ese libro diarios y revistas van a volver a ponerlo en sus portadas.

–¿La verdad? ¿La verdad absoluta?

–Si se puede elegir…

–La verdad es que me pagaban un anticipo que nos venía muy bien porque estábamos sin un peso. Esa es la pura verdad. Una cuestión puramente económica. No es el libro que hubiese querido. A ver, es un libro que responde a una coyuntura política muy particular, a un requerimiento de la editorial. El libro que yo hubiese querido es un libro de más anécdotas, más rico en análisis político, el momento que se está viviendo en el mundo. Pero este fue el libro que me permitieron escribir en muy poquito tiempo y que me permitió decir algunas cosas que creo que había que decirlas. Pero el motivo principal fue la plata.
Supongo que es su estilo: el que lo hace particular, interesante. Muy poca gente diría que escribe un libro –donde cuenta cuestiones más que delicadas– por la plata. Aunque muchos lo hacen, aunque muchos pudieran sospecharlo; se supone que nadie dice nada que lo desprestigie mientras pueda evitarlo. Así que dirían que necesitaban sacárselo de adentro, que el pueblo tenía que saberlo, que se lo debían a la memoria de los dinosaurios; no que lo hacen por la plata. Es un estilo: honestidad brutal, digamos. Pero, de algún modo, Sergio Schoklender lleva muchos años dando la impresión de que ya no tiene nada que perder.

El 31 de mayo de 1981, mañana destemplada, el portero de una casa del barrio Norte de Buenos Aires vio que del baúl de un coche grande, nuevo, estacionado, caía sangre. En esos días toda la Argentina chorreaba sangre –pero se mataba por ignorarlo. Ese chorro, en cambio, se convirtió en la noticia del año cuando la policía informó –en esos tiempos, la policía informaba– que los muertos eran Cristina Silva y Mauricio Schoklender, un matrimonio que vivía con lujos y custodios porque él, ingeniero, dirigía una de las empresas más prósperas de aquel país: Pittsburgh & Cardiff, dedicada, entre muchas otras cosas, a la importación y construcción de submarinos, fragatas, tanques y otras armas de guerra. La noticia era cruda; lo fue mucho más al día siguiente, cuando se empezó a oír que sus hijos eran los asesinos.

Años después, cuando la justicia se pronunció sobre el asunto, creyó saber que, aquella noche, todo empezó cuando los Schoklender llevaron a sus tres hijos –Sergio, Pablo, Valeria– a comer a un restorán nuevo de la costanera para festejar el cumpleaños 23 de Sergio. Y que comieron y bebieron y, de vuelta en su departamente de Belgrano, la señora Cristina quiso tener –otra vez– algún modo de sexo con su hijo menor y que los dos hermanos le partieron la cabeza con un palo y la estrangularon con una cuerda. Y que después se pasaron un par de horas discutiendo qué harían con el padre –que seguía durmiendo– y que por fin decidieron matarlo también y que le rompieron el cráneo a palazos y que llevaron los dos cuerpos al baúl del coche, salieron, dejaron el coche por ahí, huyeron cada cual por su lado. Y que Sergio Schoklender se fue a Mar del Plata, se registró con nombre falso en un hotel, se contrató una puta y al día siguiente o al otro, cuando sintió que el cerco se cerraba, se compró un caballo e intentó la penúltima fuga. Su cabalgata no llegó muy lejos. Cuatro años después lo condenaron a 21 años de cárcel; en su declaración se hizo cargo de todo y exculpó a su hermano. Los jueces al principio le creyeron; después, un tribunal de apelación condenó también a Pablo –que, para entonces, ya había huído a Bolivia. Sergio Schoklender es, en la Argentina, un personaje con una historia demasiado clara, alguien que, durante tantos años, pareció que no tenía nada que perder. Su historia me interesa, me llena de dudas, pero por ahora no le pregunto sobre eso. No sé cómo hacer para preguntarle sobre eso: uno no llega a una casa y le dice a un señor muy amable que te ofrece un café, que te prepara un café en una máquina muy cara, que te pregunta si querés azúcar o sacarina o leche o crema, cómo fue que se le ocurrió matar a su mamá. Así que, por ahora, trato de hablarle de otras cosas.

–¿Y cuáles eran esas cosas que te parecía que había que decir? ¿Qué es lo que te importaba decir en este libro?

–Básicamente que hay dos realidades totalmente distintas en cuanto al manejo del estado y la política. Por un lado, lo que te cuentan, lo que suponés que pasa y, por el otro, lo que realmente sucede. Y también quería contar qué era el programa Sueños Compartidos, que para mí es el programa más hermoso que pudo haber creado alguna vez este país. Y quería contar también, en medio de este dolor, lo que eran las Madres, lo bueno y lo malo, lo valioso de esa lucha y los errores cometidos. Eso quería, más o menos.
Yo le digo que bueno, que me cuente.

Aunque sigo pensando en su libro escrito por la plata: cuando alguien dice algo tan aparentemente franco, los demás tendemos a creer que el resto de lo que diga también será verdad. Y a veces lo es, pero no tiene por qué serlo.

–Sí, había un par de cosas que yo quería contar. Para empezar, cómo funciona el tema de las obras públicas. Es todo una ficción, puro relato.

Sergio Schoklender debe saberlo: durante varios años dirigió el programa Sueños Compartidos, a través del cual la Fundación Madres de Plaza de Mayo recibió mucho dinero del Estado para construir viviendas populares: entre 740 y 1200 millones, según quién te lo cuente. De ese programa, en última instancia, vino todo el conflicto.

–Primero, es una mentira que el Estado haga licitaciones. Toda esta cuestión de las licitaciones, concursos de precios, de calidad y de tiempo es una enorme mentira. Los contratos están asignados antes de que salga el pliego, y el pliego se arma de acuerdo al convenio que se haga con alguna empresa o pool de empresas constructoras amigas, donde entre el 15 y el 25 % de ese valor automáticamente tiene que ir como retorno para financiar la política. Porque la gran ficción es cómo se financia el Estado. Esto no es privativo en la Argentina, esto sucede en el mundo; tal vez acá se puso más en evidencia. A ver: acá antes la política se financiaba básicamente con los fondos reservados de la SIDE que eran incalculables –por eso eran reservados–, porque lo que no se blanquea nunca es que los funcionarios no viven del sueldo que figura en los papeles. No podrían hacerlo. Vos no podrías mantener una planta de profesionales de cierto nivel con el sueldo nominal del Estado. Entonces necesitás financiar ese sobresueldo que necesitás para mantener una planta estable en los ministerios.

–¿Y cómo se entregan esos sobresueldos?

–En efectivo, en mano a cada funcionario político a fin de mes.

–¿Y qué orden de dinero sería?

–Hoy ningún funcionario de primer nivel vive con menos de 20 mil dólares mensuales. Y sus sueldos nominales son de 20 mil pesos. Vos no tenés un ingeniero de primera línea para la subsecretaría de Obras Públicas de la Nación con un sueldo de 20 mil pesos. Por más que le pongas coche, chofer, teléfono celular y demás, digamos, ¿cómo los retenés? Si la actividad privada les generaría muchísimo más… El otro tema es que se necesita dinero para financiar actos, campañas políticas. Lo cual es entendible, si no los únicos que podrían hacer política serían los que tienen plata.

–Si la política se hace con plata, sí. Pero se podría hacer de maneras donde la plata no importe tanto. Siempre se pudo…

–Se necesita plata para hacer un escenario, para llenar la plaza, para cartelería, afiches, micros, gente. Eso se hace con plata.

–Hay situaciones en que las plazas se llenan sin micros ni sanguchitos…

–Sí, pero en general son situaciones de protesta o de reclamo. Para que te vayan a aplaudir y agiten tu banderita, en general necesitás poner unos mangos. Entonces ya tenés dos cuestiones: la plata para mantener una planta permanente y la necesidad de financiar esta forma de hacer política. Y después tenés las ambiciones personales de un sinnúmero de funcionarios o de gente que cree que además de ganar bien, su paso por el gobierno tiene que salvar a varias generaciones de sus descendientes. Entonces, ¿cuál era la gran discusión que yo tenía con el gobierno? Si vos tenés partidas de megaobra pública –los túneles, las represas, las hidrovías, todas esas obras gigantescas– no te metas con la leche del comedor para los chicos, no me chorees del presupuesto para villas y asentamientos. No la saqués del último escalón, sacala de donde sobra. Porque claro, la Argentina se sigue manejando a través de la Jefatura de Gabinete que te reasigna el presupuesto como quiere. Entonces de la noche a la mañana las partidas que se asignaron para educación o para vivienda o para salud van a parar a otro lado. Pero a su vez en cada ministerio tiene esa misma facultad interna, entonces ellos pueden mover esas partidas libremente. Yo de pronto me encontraba con que una partida que nosotros necesitábamos para seguir construyendo en alguno de los barrios, desaparecía. ¿Cómo que desapareció? Sí, porque Cristina resolvió lanzar el plan netbook. Pero negro, sacá la plata de de otro lado… Hay cosas que me parecen muy bien, y el Estado tiene que hacerlas y hay plata para hacerlas, o por lo menos hubo, en estos años de bonanza ilimitada. Pero no me chorees del último escalón.

–¿Lo que vos decís, entonces, es roben pero razonablemente? O sea, saquen de los lugares donde más sobra y no donde más hace falta

–Suponer que esto se va a terminar simplemente porque no es ético es…
Dice Schoklender y, en medio de la catarata, para a pensar una palabra: me parece que quiere ser amable, pese a todo.

–¿Es qué, cuál es el adjetivo?

–Una pelotudez o una ingenuidad. Yo no soy ingenuo; ésa era la realidad con la que tenía que convivir. Yo les acepto que paguen una planta permanente con sobresueldo que no figura en ningún lado, les acepto que necesiten plata para hacer política de esta manera, les acepto que haya funcionarios o un entorno que tenga que enriquecerse y garantizarle el bienestar a varias generaciones. Bárbaro. Pero muchachos, hay plata que no se puede tocar, donde la inmoralidad ya es superlativa. Ahí lo que me encontré es que no hay ningún límite. Te doy un ejemplo: nosotros construíamos hospitales en 90 días, en el Chaco, en el Impenetrable, en Santiago. Hospitales de primera línea, totalmente equipados; hospitales de 1800 metros, grandes, hechos con la gente del pueblo, sumándolos al proyecto, capacitándolos, por un tercio de lo que el Estado licitaba los hospitales pelados, sin equipamiento, en cualquier parte del país.

Schoklender estuvo ahí: debe saber.

Porque en algún momento, a principios de los años noventas, la vida de Sergio Schoklender tuvo otro vuelco bruto. Había entrado en la cárcel en 1981: tiempos muy duros pero, dice, tan formativos. Más tarde, cuando le pregunte quién era él antes de la cárcel, me contará que un chico rico de Belgrano que leía poemas y balances, que un pichón de gerente, que un rebelde, que un insatisfecho, pero que nada de eso importa demasiado: que él empezó a ser alguien en la cárcel.

–Yo empecé a ser alguien en la cárcel.

Repetirá, la voz suave, educada, pero las manos con temblor y el soplo de tabaco. Entonces le preguntaré cómo fue la llegada de un chico rico de Belgrano a la cárcel más bruta de un país muy bruto; le preguntaré, en realidad, si su miedo principal no era cómo hacer para que no se lo cogieran, y él me dirá que no: que cuando entró lo encerraron en una celda de aislamiento y lo dejaron meses a disposición de unos señores de inteligencia del Ejército que lo interrogaban –que lo mataban a golpes– para que les contara qué negocios tenía la empresa de su padre con la Marina y su ínclito jefe, el almirante Eduardo Emilio Massera. Y que en esos días le pegaron tanto, lo maltrataban tanto, y que él de puro animal se resistía:

–Lo más trágico es que me interrogaban por cosas que no tenía ni idea, era la pura desesperación del Ejército por saber los negocios que había hecho la gente de la Armada con mi familia. Los primeros días me venían a buscar y yo lloraba, gritaba, me escondía en un rincón; los tipos me agarraban, me llevaban, y cuando me devolvían me tiraban a la celda de castigo estaba reventado, me despertaba horas después. Pero a los 15 o 10 días ya venían y me peleaba contra los guardias. Alguna mano ponía, porque sabía que me iban a poner. Y para sacarme de la celda tenían que venir en serio, eh… Me acuerdo que lo más doloroso, lo más duro era la espera, cuando pensás cuándo te van a venir a buscar: ésa es aterradora.

Pero ahora sabe, dirá, que esas torturas lo salvaron: cuando lo bajaron al pabellón general ya se había ganado una fama de ser un tipo duro.

–Con todas esas palizas, a los tres meses yo ya era un perro de pelea. Y cuando me bajan al pabellón me tiran en el peor, pensando que yo tenía que jugar el papel de víctima, lo lógico para uno que venía de ser acusado de parricidio, encima a esa edad y sin experiencia. Y al día siguiente, cuando se abren las rejas y yo pienso acá a pelear, pasa uno y me deja un pulóver, pasa otro y me deja un jabón, me había hecho un nombre. Y fue así. En los años que estuve, nunca puse las manos atrás, ni la cabeza gacha: ni por puta se me hubiese ocurrido. A la mañana sonaba el silbato en el pabellón y tenías que levantarte, armar la cama, ordenar todo y poner la mano afuera de la reja para el recuento. Yo estaba acostado. ¿Qué hace ahí? ¡Andá a la concha de tu madre, estoy durmiendo!, le decía. Entraba la requisa, quilombo, palo, quejas, expedientes. Yo batí el record de días castigado. Hasta que llegó un momento en que uno decía che, Schoklender no se quiere levantar. Y bué, déjalo, le decían. Llegó un momento en que era inmanejable. Y llegué a manejar media cárcel de Caseros y media cárcel de Devoto. Hasta los guardias laburaban para mí. Monté una imprenta enorme en la cárcel, donde hacíamos apuntes para la universidad y los guardias traían los carros llenos de papel, laburaban los presos comunes, los policías, los menores. Y armamos un centro de investigación informática. Y desesamblé el formateo de disquete de Microsoft, el lenguaje binario y lo transformé en lenguaje de computación y publiqué todo el programa, fui uno de los primeros hackers, la Asociación de Programadores Libres.
En la cárcel, también, Schoklender se recibió de abogado y de psicólogo, dejó sociología a falta de dos o tres materias, terminó un diploma en teología, y conoció a unos presos chilenos, militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que le hicieron entender algo de lo que le pasaba:

–Ahí es donde empiezo hacer un click, en medio de toda esta locura que estaba viviendo, en medio de esa represión. Ahí empecé a entender que todo eso no tenía que ver que el guardia fuera malo sino con un sistema que reproduce este tipo de consecuencia. Que el hecho de que la inmensa mayoría de los que estaban en la cárcel fueran pobres y analfabetos no era porque los pobres y analfabetos fueran malos. Yo siempre leí muchísimo de chico, me apasionaba la lectura; ahí empecé con la lectura política.

–¿Qué leías?

–Por supuesto todo Marx y Engels, todo Mao, el libro verde de Kadafi, todo material político. Ya era la democracia entre comillas y circulaba todo. Antes, me acuerdo, en el pabellón, si queríamos escribir algo, lo escribíamos en formato de poesía. Si te los guardias te lo veían decías esto es poesía, y ellos ah, poesía, no pasa nada.

Dice, y habla de García Lorca, de cómo lo leyó y releyó y sigue releyendo. Y le pregunto qué era lo que más extrañaba cuando estaba en la cárcel y él dice que la soledad: baja la voz, baja los ojos y dice que lo que más extrañaba era la soledad y yo le digo que claro, que debe ser dura la soledad, tanto tiempo en la cárcel y él que no, que la soledad era lo que extrañaba, lo que le faltaba, decidir estar solo y poder estar solo, dice, y yo que pongo cara de que entiendo y le digo que entiendo, sí, claro, te entiendo, pero entiendo sobre todo que hay cosas que uno no entiende si no te las dice alguien que las ha visto desde el otro lado. Y que muy de vez en cuando uno se topa con alguien que ha estado tan del otro lado como él.

–La cárcel no es el encierro. La cárcel es la convivencia forzada con gente que vos no elegís. Ése es el verdadero encierro, la verdadera pérdida de la libertad. La pérdida de libertad física, ambulatoria, pesa, duele, pero lo peor es no poder sentarte a escribir o leer tranquilo, pensar, hacer música, tener tu espacio de intimidad, de reflexión. Eso es lo que te parte: no poder estar solo. Y tener que vivir alerta porque siempre hay otros, un entorno muy agresivo, aunque yo ya no necesitaba pelear porque ya los paraba con la mirada. Ésa era la verdadera cárcel.

Sergio Schoklender se había acostumbrado a la prisión: era su vida. Le quedaban unos diez años de condena y no pensaba hacer nada para acortarlos: “la posibilidad de la libertad era algo que había guardado en un cajón y cerrado con llave”, dice en su libro, y me dice que lo dice porque no quería cumplir con ninguna de las condiciones que el servicio penitenciario trataba de imponerle para rebajarle la pena: que no quería someterse, y si el precio eran años de cárcel, estaba dispuesto a pagarlo.

–La idea era hacerme bajar la cabeza, y yo no quería bajar la cabeza; entonces no te vas a poder ir más, me decían. Bueno, entonces no me voy más. Para mí la pelea era pelear donde estaba.

Hasta que, un día, llegó a visitarlo una señora.

–Alguna vez dijiste que cuando conociste a Hebe de Bonafini fue una fascinación inmediata…

Es difícil exagerar la importancia de las Madres de Plaza de Mayo en el imaginario argentino. Durante muchos años fueron las heroínas intachables, las mujeres perfectas, el símbolo de todo lo que los demás tendríamos que haber hecho pero no, lo que tendríamos que haber sido y nunca fuimos. Eso, las Madres, y Hebe Pastor de Bonafini es la Madre por antonomasia.

–Imaginate lo que fue tenerla ahí, que ella me quisiera conocer, me diera bola.
Me dice ahora Schoklender, fuma y fuma, y me ofrece otro café. El play room es luminoso, grande, bien dotado: un flipper de verdad, una rockola, el futbolín, los cuadros pop en las paredes. Debe ser para el hijo, pero las máquinas de diversión son fantasmas del padre, de un señor que nació en los cincuentas –y no de un chico del 2000.

–¿Y qué le habrá atraído a ella de vos?

–Creo que la rebeldía. Encontrarse con un tipo que no se doblegaba ante nada. Todo el tiempo puteando, peleando todo el tiempo. Y en esa época políticamente yo era un cuadro político revolucionario formado, faltaba el fusil y estaba todo.

Bonafini lo visitaba dos veces por semana, le llevaba sus platos a la cárcel; hacia 1993 lo convenció de que podía tener una vida afuera –y Sergio Schoklender pidió los beneficios que le correspondían: primero empezó a salir durante el día y por fin, en 1995, tras más de 14 años de cárcel, con dos tercios cumplidos, volvió a la libertad. Entre los informes que lo ayudaron a salir estaba el de la doctora Viviana Sala; tiempo después se casarían.

–¿Y en esos primeros encuentros con Hebe alguna vez hablaron del parricidio?

Le pregunto, ahora, tono grave: si él, preso por matar a sus padres, habló de su delito con esa mujer que el mundo conoce por su búsqueda de los asesinos de sus hijos. Schoklender baja la voz, baja la cabeza: estoy pasándome algún límite.

–No.

Dice, y no dice nada más. Hay un silencio. Yo le digo que él sabrá mejor que nadie que resultaba muy extraño ese encuentro entre alguien que peleó por sus hijos con alguien que mató a los padres, y él repite como si no me hubiera oído:

–No, nunca. Nunca fue un tema que habláramos. Jamás me lo preguntó.

–¿Y vos qué pensás?

–Nada, no tenía que ver con eso. Tenía que ver con que se encontraba con alguien en quien podía confiar. Que ponía todo lo que tenía al servicio de ella, que le explicaba las cosas, que trataba de darle coherencia a un discurso muy lleno de baches. Y así ayudé a construir un mito, a sostener un mito. Y bueno, después los mitos se te caen encima. Los ídolos tienen pies de barro y siempre se caen; el problema es cuando se te caen encima.

Dice, amargo. Pero, para eso, entonces, todavía le faltaban quince años.

Cuando salió de la cárcel, Sergio Schoklender se transformó en el ladero más persistente, más inesperado, más criticado, más fiel de Hebe Pastor de Bonafini. Su actuación con las Madres de Plaza de Mayo produjo ciertos conflictos –discusiones, gente que se fue– pero también, dice, muchos beneficios.

–En el libro escribís que el proyecto que llevaban adelante con las Madres “era revolucionario. Nuestro objetivo era la revolución, la única salida lógica era la lucha armada”, decís. “En la universidad guardábamos de todo”.

–Ah, de todo. Sí, era impresionante. Teníamos de todo.

–¿Qué es de todo?

–Armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas. Visto ahora es un delirio; visto en plena época del menemismo era la única salida lógica: había que generar una resistencia. Ubicate en pleno menemismo, con toda la impunidad que tenían. Me acuerdo del lugar donde teníamos guardadas las cosas, que era un pozo en el sótano de la universidad: la ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más.

–¿Y si alguien le preguntara a Hebe si eso es cierto, ella diría que sí o que no?

–Nooo. Ella de eso no se va a hacer cargo ni abajo del agua… Y fue un problema enorme que, cuando se arma esta alianza con el kirchnerismo, hubo que sacar todo.

Dice, y recuerda el momento en que Hugo Chávez fue a ver a Bonafini a la sede de las Madres y le dijo que el comandante Fidel le pedía que apoyara a este presidente nuevo, casi desconocido, de quien ella había dicho, poco antes, que era “la misma mierda que todos los demás”. Y cómo ella lo escuchó y le ordenó que pidiera una audiencia en la Rosada y cómo quedó prendada por la acogida de Néstor y Cristina, y cómo todo cambió tanto desde entonces. Todo, tanto.

–Y sí, hubo que desarmar una estructura en la que habíamos estado trabajando, en la que muchos compañeros habían puesto muchas expectativas.

A partir de ese momento, las Madres de Plaza de Mayo –y, sobre todo, Hebe de Bonafini– empezaron a tener un lugar destacado en la liturgia oficial: no había acto o acontecimiento importante que no la tuviera como invitada de honor. Las Madres fueron una instancia de legitimación que el gobierno nunca desdeñaba.

–¿Pero había un plan militar? ¿Cuál era?

–La idea era mandar compañeros a formarse con las Farc en Colombia, con los zapatistas en Chiapas, y que después esos compañeros pudieran venir con alguna formación y comenzar un trabajo, digamos, foquista en algún lugar. Ese era el único modelo posible, no veíamos otra salida. Era impensable que el país se iba a recuperar en ocho años, quién se podía imaginar eso.

Yo le digo que no lo sabía, que nunca lo habría imaginado. Y que siempre me intrigó –y lo he escrito varias veces– que ningún deudo de las víctimas de la dictadura haya intentado la venganza: que la Argentina estaba llena de asesinos sueltos y que finalmente no habría sido tan difícil atacar a alguno, y que por eso me había sorprendido menos cuando leí que él, Sergio Schoklender, había planeado el secuestro de Massera.

–En 1999, 2000, teníamos todo preparado para ir a secuestrarlo: le habíamos hecho inteligencia, sabíamos cómo se movía, por dónde, teníamos todo preparado. Mi fantasía era hacer algo muy parecido a lo que después fue esa película, El secreto de sus ojos, ¿no? Lo agarrábamos y se perdía, nunca más. Yo quería que el enemigo recibiera el mensaje de lo que significaba la desaparición, que supiera cuál era la sensación de estar desaparecido, que nadie sepa si alguien está o no está, si vive, si está muerto. Decirles esto es lo que hicieron. Y encima a Massera, que era tan emblemático. Pero ahí Hebe se opuso, y al final se demostró que tenía razón, la historia le dio la razón. Después las leyes de impunidad se derogaron, un montón de milicos están presos y procesados. Pero en esos años era impensable que eso sucediera en la Argentina. Y ese viraje fue gracias a Néstor. Visto desde ahora me pregunto si, en el caso de que algunos de estos grupos delirantes, incluso el nuestro, que no pasó de ser un embrión, hubieran llegado a hacer algo, si eso no habría debilitado la posibilidad de un cambio institucional tan profundo como el que hubo.
Dice, reflexivo, y le digo que más me sorprendió que, en su libro, cuente cómo, en los años noventas, cuando se quedaban sin plata para pagar el funcionamiento de las Madres, “salían a recaudar”:

–Sí, cuando teníamos que salir a recaudar, salíamos a recaudar como en los viejos tiempos.
Dice, marcando las palabras, con un amago de sonrisa.

–¿Qué querés decir? ¿Cómo eran los viejos tiempos?

–Y, choreo. En negocios, en supermercados más bien. Tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina.

–Pero nunca firmaron sus acciones.

–No, no. No, porque era temprano.

–¿Temprano?

–Sí, era temprano para que saliera a la luz una organización que no tenía un referente político todavía.

–A mí me impresionó leer que habías escrito eso. ¿Te imaginás los títulos de mañana o pasado: “Las Madres de Plaza de Mayo se financiaban con plata de asaltos a mano armada”?

–Pero es verdad.

Dice Sergio Schoklender, como si eso fuera todo y, por un momento, tiene una rara candidez en la mirada.

–Es verdad. Hebe lo dijo una vez en la Plaza, hace unos meses, cuando estaban los trabajadores que le reclamaban los sueldos les dijo vayan a reclamarle a Shocklender que se robó todo. Después a la semana siguiente, cuando volvieron a reclamar, les dijo yo no voy a salir a robar como Shocklender para pagarles el sueldo.

–Pero todos entendimos que lo que estaba diciendo era que le habías robado a ella, no que habías robado para ella…

–No, no, dijo yo no voy a salir a robar como Schoklender para pagarles el sueldo. Está bastante claro.

–¿Vos decís que estaba hablando de esas acciones?

–A ver… Con ella era: Hebe conseguimos la plata; bueno, yo no pregunto, no me digas nada. Pero habíamos hablado y acordado explícitamente que si algún día me pasaba algo, ella no tenía que saber nada y se tenía que despegar.

–¿Y por qué salís a decirlo ahora?

–Porque creo que es justo. Primero porque estoy pagando el haber sostenido un mito y estoy tratando de reparar algunas cosas. Porque creo que hubo muchos compañeros que se jugaron durante años para sostener esta estructura que ahora la hizo mierda, la destruyó, no quedó nada. Nos jugamos muchos por las Madres y por Hebe, pusimos el pecho en serio, no a medias.

Sergio Schoklender piensa, busca las razones –que debería haber definido de antemano. Yo le pregunto si, al decir esto, no se está autoinculpando: si no puede aparecer un juez que diga bueno, este señor dice que salió a robar, voy a investigarlo. Él me mira como si no lo hubiera imaginado y me dice que no, apenas displicente, casi cool:

–Naaa. Primero tendría que encontrar un hecho concreto… y además ya está prescripto.
–Quizá. A mí me pareció raro, como que te ponías en un lugar de mucha exposición, de cierta fragilidad al decir eso.

Entonces me mira con curiosidad, como quien ve de pronto algo, arquea las cejas, pita, sopla:

–Bueno, hay un montón de cosas que puse en el libro y después a la noche pensando me decía uy, esto mejor no lo hubiese dicho… Pero ya está, está ahí, y forma parte de la verdad y forma parte de mi vida, casi 16 años entregados ahí.

Y es entonces cuando me dice que sí, que quizá no tendría que haber dicho eso y se queda pensando y parece que está diciendo la verdad. Todo es posible.

Hace dos años, Miguel Russo le preguntó a Hebe Pastor de Bonafini “cuál era la persona más maravillosa que había conocido representando a las Madres por el mundo”. Y ella le contestó que “Evo Morales, impresionante, nadie sabe lo que es capaz de hacer. Y después, al lado de nosotros, Sergio Schoklender, un tipo entregado cien por cien a la tarea. El día, para él, tiene 30 horas, y todas laborables. Alguien que nunca quiere nada para él.” Alguien que nunca quiere nada para él, decía, subrayaba. Y contaba que, después de conocerlo en la cárcel “empecé a quererlo como un hijo, lo traje a vivir acá, a mi casa. Y es una máquina de trabajar, a la que se suma una inteligencia sin igual. Él hizo el proyecto Sueños compartidos que el gobierno tomó como propio. Estamos a punto de firmar el convenio con todas las provincias, porque nosotros no tenemos plata, entonces el gobierno tomó el proyecto pero nosotros lo que le pedimos es que sea como queremos nosotros, con escuelas, con comedores, con jardines maternales pero con gas, luz, agua y cloacas, porque no se puede construir un barrio para que esté como antes. Ya lo estamos haciendo en Tartagal. Y eso es toda una idea de Sergio”, decía, en marzo de 2009, Hebe de Bonafini.
Y, en esos días, Jorge Fontevecchia le preguntaba a Schoklender cómo definiría su relación con ella: “Es como una madre para mí: me cocina, me reta si no como, si le desordeno, si no me cuido”, dijo él. “Y además es una relación muy particular porque, junto con todo el afecto, te baja línea política desde que te despertás hasta que te acostás”.

Pero en mayo de 2011 la relación se rompió –con el ruido apropiado. Al principio, las dos partes trataron de presentarlo como una separación amistosa, de mutuo acuerdo: Schoklender decía que “renunciaba para tener más tiempo para sus proyectos personales” y Bonafini que él “estaba de viaje”. En pocos días, las acusaciones mutuas fueron escalando, y las denuncias de periodistas y diputados sobre desvíos y corrupciones y lavado de dinero; eran, además, tiempos electorales, y el gobierno empezó a preocuparse. Cierta prensa decía que el programa Sueños Compartidos había sido una estafa, una forma de desviar dineros públicos, y apuntaba a Schoklender pero también a Hebe de Bonafini. Entonces Bonafini dijo que eso era cosa de Meldorek, una empresa que ella no conocía –dijo, hasta que aparecieron fotos y videos de ella inaugurando cosas con carteles que decían Meldorek. Meldorek era, en efecto, la empresa que construía las casas para la Fundación Madres de Plaza de Mayo, y Schoklender era o es uno de sus dueños. Su capital pasó, en 2006, de 12.000 pesos a dos millones. Al principio, Schoklender dijo que la empresa no era suya; después aceptó que era uno de sus dueños.

Todo se emporcaba, y se cruzaron acusaciones de dineros sucios: que Schoklender robaba, que las Madres tenían cuentas sin declarar afuera. Ella dijo que “Sergio Schoklender es un traidor y un ladrón y un pobre tipo” y, cuando un periodista le preguntó si se iban a defender en la justicia, lo miró cual busto enfurecido y le dijo que no tenían nada de qué defenderse: “¿De qué nos van a acusar? ¿De haber dado la sangre de nuestros hijos para hacer esta patria maravillosa que tenemos?”, dijo, usando una vez más la historia y la sangre para desviar las discusiones del presente.

Él, mientras tanto, dijo que “Hebe dejó de defender principios para pasar a defender a un partido” y rechazó las acusaciones de enriquecimiento y dijo que nunca se llevó ni un peso. Y lo repite ahora:

–Yo no me llevé ni un peso. Pero sí hubo plata que se usó para gastos de la Fundación, ordenados por las Madres. Es el sistema que te decía, de cómo funciona la política. Yo, aparte de construir, con esa plata tenía que mantener a las Madres, los actos partidarios, los afiches, los caprichos de Hebe, los caprichos de su hija, las casa de su hija, los centros culturales, la radio, la universidad de las Madres, los viajes, los choferes, la camioneta… Tenía que hacer milagros.

Tiempo después, ahora, Schoklender dirá que la pelea vino porque estaban dejando de renovar los contratos y había 6500 familias que se iban quedando sin trabajo.

–Y yo lo planteo, insisto, pero veo que no pasa nada, todo se demora. Entonces Hebe me dice que si no se renovaban los contratos era porque Cristina no quería.

Dice, entorna los ojitos. Schoklender tiene los ojos achinados, los entorna como si ver fuera un trabajo duro. Y dice que “todo empezó a arruinarse con la muerte de Néstor”.

–Acá hubo un antes y un después con Néstor. Néstor era el tipo que siempre tenía una puerta de atrás por dónde entrar en cada ministerio. Es decir, de pronto estaba el ministro, pero él designaba un subsecretario para tal área que le respondía totalmente, que le servía para controlar el asunto. Entonces nosotros le mandábamos a decir mirá, nos están cagando, no nos firman, no nos redeterminan los precios, tenemos que echar gente, y él levantaba un teléfono y al día siguiente aparecían los nuevos contratos firmados. Mi relación no era directamente con él, mi relación era a través de Zanini. Pero cualquier cosa que yo le hacía llegar, él automáticamente la recibía y lo resolvía. No porque me quisiera, sino porque realmente creía en el proyecto. Por eso cuando Cristina comienza a gobernar, se nos corta un interlocutor. Y cuando Néstor muere, Cristina pasó tres meses sin saber dónde mierda estaba parada. Lo único que tenía eran unas breves apariciones públicas para ver cómo le recortaban el paso a Aníbal y a Alicia, que habían hecho una alianza muy fuerte. Y con unas depresiones muy grandes, que no sabían cómo levantarla, días enteros llorando.

Curiosamente reaccionaba más por la bronca, cuando le decían mirá que fulano está haciendo tal cosa, ahí juntaba fuerzas y salía adelante. Su pequeño entorno de interlocutores eran Zanini, Parrili, de Vido, Nilda Garré, pero en todos los ministerios las segundas líneas de Néstor no le respondían ni al ministro ni a ella. Y en esa situación se producen los mayores descalabros. No nos pagaban, nos encontramos con todo tipo de obstáculos. Envidias, peleas de poder, gente que sentía que nuestra forma de trabajar los dejaba en descubierto…

Dice Schoklender, y que por eso decidieron cargárselo: porque con su trabajo dejaba en evidencia los márgenes enormes que muchos sacan, y la mala calidad de las rutas o las escuelas o las casas que construyen, y que por eso y porque no pagaba los retornos acostumbrados se empezó a poner en contra a mucha gente.

–Es que nuestras obras eran de primera calidad y costaban la mitad; con eso les estaba tocando el culo a muchos. Y no pagaba sobreprecios, no pagaba coimas. Ahora me dicen que yo tendría que ser más realista y algo tendría que haber repartido. ¡Pero qué iba a repartir si todo lo que sobraba tenía que sostener todo el resto!

Y que, para colmo, dice, organizaban pobres, dice:

–Cuando nosotros trabajábamos en los barrios más marginales, veías esa transformación del hombre y esa mujer que venía del sometimiento, de la prostitución, del analfabetismo, de la explotación y el abandono y vos no los extraditabas detrás del paisaje, sino que los ayudabas a seguir creciendo, y transformabas su realidad cotidiana. Y, después hacerlos volver para atrás es muy difícil. Yo no apostaba a esos trabajadores, yo apostaba a los hijos de estos trabajadores que habían podido ver a sus padres con otra realidad y que iban a ser capaces de pensar qué modelo de transformación era necesario para que esto continuara. Y Néstor valoró este proyecto, lo reconoció, entendía el impacto que iba a tener. A Néstor no lo asustaba que fuesen 10 mil, 20 mil trabajadores organizados. A Cristina sí, y ni hablar al entorno de la dirigencia kirchnerista. Y ese crecimiento político y ese nivel de organización asustó a muchos, y yo no tenía miedo de decirle a nadie lo que hubiera que decirle y de pelear por el proyecto con quien fuera. Así que alguna gente se dejó convencer de que sin mí todo iba ser igual pero mejor, y se vino la noche.

–¿Y por qué decís que a Cristina la asustaron esos trabajadores organizados?

–Porque Cristina se maneja con otros parámetros. Yo creo que la primera vez que Cristina vio un pobre fue con las obras de la Fundación. La primera vez que la abrazaron los trabajadores fue cuando fue a las villas con Hebe a inaugurar una obra. Me acuerdo que el entorno, la seguridad, los secretarios estaban aterrados, y ella se animó, así, tímidamente, y vos la veías que era la primera vez que estaba rodeada de esa intimidad de gente transpirada, con cascos, ropa de trabajo, hombres y mujeres que la abrazaban y le traían un regalito, y vos la veías que no era lo suyo.

Y que por todo eso, dice, y las peleas y las envidias y las apetencias de poder, terminaron por cargárselo. Es una historia. Hay otras: cada cual cuenta una.

Así que en pocos días Sergio Schoklender se peleó con su madre adoptiva y con su hermano de sangre, Pablo –que colaboraba con él en la Fundación–, y quedó en el centro de un proceso judicial. Y quedó, sobre todo, un poco solo.

-De alguna manera me lo tengo merecido, siento, ¿no?

–¿Qué?

–Este cachetazo que ella me da. Mi esposa, mi ex esposa, siempre me decía Sergio, Hebe se lo hace a todos, algún día te lo va a hacer a vos. Ella peleaba mucho para que nuestro hijo, Alejandro, no se acercara tanto a ella, porque algún día lo iba a repudiar, me decía, iba a ser muy doloroso para él. Y yo le decía es imposible, es su nieto, lo adora, la abuela soñada de cualquier nieto. Y era abue y se llamaban, hablaban, por lo menos una vez por mes él se quedaba en la casa de ella. Y de la noche a la mañana fue el repudio más absoluto, el desconocimiento, un momento tan doloroso: quince años de mi vida puestos ahí a pleno. Fueron quince años de mi vida que si hacía falta pagar la luz salíamos con un fierro en la cintura a buscar plata para sostener lo que las Madres necesitaban. Y de la noche a la mañana, un cachetazo en la cara, diciéndome…

Dice, y se calla. Dice diciéndome y no quiere decir traidor, ladrón, pobre tipo. Dice diciéndome y se calla.

–Pero esta misma situación yo antes la viví y se la toleré y me callé frente a infinidad de compañeros que pasaron por la vida de Hebe y que después por algún problema de protagonismo o de cartel o de capricho o de que en una marcha le habían hecho una nota a él y no a ella terminaron radiados y repudiados, después de dejar años de su vida ahí. Y frente a muchas de estas situaciones, yo tampoco fui capaz de levantar la voz y poner un límite firme. Y hoy me pasa lo que les pasó a tantos.

Schoklender mira el cigarrillo, la mano que le tiembla, y dice que de la noche a la mañana recibió ese cachetazo que le hizo entender que él no era, como creía, distinto: cualquier psicólogo hablaría de la herida narcisística y de ciertos mecanismos de defensa. Yo no, pero sí de que es duro cuando te pasan esas cosas que uno cree que sólo les pasan a los otros –morirse, por ejemplo.

–Sí, uno siempre piensa que es distinto y, de pronto, te ves en ese lugar donde habías visto pasar a tantos en la vida de Hebe, y ves que sos uno más de todos esos…
Dice, melancólico. Siempre es duro ser uno más.

De todos esos.

Le ofrezco un puro: me traje un par de puros, pensando que si la charla se hacía larga le iba a ofrecer uno: siempre es bueno compartir algún humo. Schoklender lo mira con interés, como pensando en algo que quizá no me cuente. En el piso de abajo su hijo juega a la play; Schoklender está preocupado porque tendría que ocuparse de que estudiara matemáticas –y su mujer ex mujer le puede reprochar que no lo haga. Suena el teléfono, habla con alguien que le pide algo, le dice que sí pero no todavía; cuando cuelga le pregunto por qué cree que ella –con decir ella alcanza– hace las cosas que él dice que hace.

–Ella logró llegar a un lugar de reconocimiento de la dirigencia política, y a caminar por lugares por donde jamás se hubiese imaginado. Que entre a la Casa de Gobierno y que Néstor, Cristina, los ministros la inviten personalmente a todos los actos públicos… Me acuerdo cuando vino el de los Emiratos Árabes yo le decía Hebe, mirá que éste es un esclavista, es un hijo de puta. No, no, Cristina me invitó, yo tengo que ir, decía. Ella siempre fue muy susceptible a la adulación. Así fue como se rodeó de toda una banda de parásitos aduladores, así fue expulsando a todas las Madres capaces de cuestionarle algo y terminó monopolizando la imagen de la Madres de Plaza de Mayo, así fue incapaz de sostener a HIJOS dentro de Madres, a ex Detenidos, a Familiares, o a Abuelas, o de valorar otras formas de lucha. Terminó rodeada de obsecuentes, y pasó de ser la mujer que viajaba todos los días en colectivo hasta la Plata a ser la mujer que si no viaja en primera, no te viaja. Hebe terminó tercer grado nada más, y pasó a ser una mujer que leía tres libros por día, se nutría. En una formación donde yo colaboré un poco, pero una formación muy despareja, donde te decía estos negros de mierda que se vayan a mendigar a otra parte; uy, que no te escuchen. O armarse una ensalada entre lo que era la defensa del pueblo palestino y la defensa de Hezbollah o Al Qaeda o el antisemitismo y, entonces terminaba hablando del judío de mierda.

–“Hebe era una mujer muy primitiva, de muy poca educación. Tenía muchas flaquezas humanas y yo era una máquina de tapar sus baches: había decidido sostener esa imagen falsa”, decís en el libro.

–Cuando me voy encontrando con esta realidad de ella, ya era mucho lo que había hecho. Habíamos organizado una biblioteca, la universidad, el centro cultural, la radio, un montón de cosas que me parecían valiosas. Me acuerdo que con Viviana vivíamos en un departamento atrás de esta casa, y lo hipotecamos para poder pagarles los viajes a declarar en la Audiencia Nacional con Garzón. Porque Hebe a eso no le daba bola a eso, porque no lo entendía, no lo sabía. Pero vos fíjate que de ahí salieron cosas como la detención de Pinochet. Y después lanzamos el proyecto de la construcción…

Sueños Compartidos empezó en 2006: un programa de construcción de viviendas populares con un par de características distintivas. Por un lado, la decisión de contratar a pobladores pobres de las zonas donde trabajaban:

–No sabés lo que fue para mí la satisfacción de ver a esas 6.500 familias rescatadas de la marginalidad más absoluta. Vos pensá que para el 90% de esos trabajadores era el primer trabajo formal que habían tenido en su vida, gente totalmente indocumentada, que por primera vez pasó a ser ciudadana cuando le tramitamos su DNI, después el cuit, después un recibo de sueldo, que los sacamos de la calle, de cartonear o de andar juntando basura o de andar vendiendo droga o estar en la prostitución o de ser carne de estas organizaciones sociales entre comillas, de vivir del plancito, en los micros para los actos, como único trabajo. Que les dimos dignidad, les dimos alfabetización, un oficio… Y de la noche a la mañana, ¡pum!, toda esa gente que trabajaba con nosotros se quedó colgada de la brocha, pataleando en el aire. Esa gente no tiene red. Nosotros sí, nosotros vamos a sobrevivir, de alguna manera vamos a seguir. Pero ellos …

Por otro lado, dice después, está el sistema de construcción, su gran orgullo, que les permite trabajar rápido y bien, construir casas mejores y mucho más baratas.

–Y bueno, el precio para seguir adelante era sostener ese mito. Si vos querés, era tratar de darle un sentido más actual y más coherente a la lucha por los derechos humanos. Tratar de utilizar la potencia que tenía el símbolo para construir algo, no para destruir todo el tiempo. Y el precio era sostenerla a Hebe. Y qué sé yo, hicimos mucho. ¿Está bien, está mal? No sé. Hemos hecho cosas increíbles, he compartido con ella vivencias increíbles. Pero por otro lado, ¿cuánto de eso era verdad? No sé. Ahora no lo sé.

Cuando estalló el escándalo la estrategia del gobierno fue la más simple: correrse de un escenario incómodo y presentar todo el asunto como la lógica traición del parricida. Para eso tenían que olvidarse de que el parricida había sido, durante años, un invitado permanente. Y el parricida puteaba pero, en esa discusión, ¿a quién le creerían más personas, a la Gran Madre o al Asesino de la Suya?

–Es muy menor, pero me llamó la atención que en tu libro dijeras que los 30.000 desaparecidos en realidad fueron 15.000, porque…

Le digo, y me interrumpe, atropellado:

–Eso es lo que me contaba ella, no lo dije yo. Ella me lo contaba como secreto, no sé, estábamos reunidas con otras madres y entonces como la Conadep dijo 15.000 yo salí a decir que eran 30.000, dijo, y 30.000, y 30.000, y quedó 30.000. Da lo mismo que sean 30.000 o uno, es obvio que uno solo es demasiado. Pero ella terminaba siendo la primera que había ido a la plaza, la que sabía esto y lo otro, la que te marcaba las fechas, la cantidad de los desaparecidos, quiénes eran buenos y quiénes eran malos, quiénes eran traidores y quiénes no… Siempre primereando, se enfermaba si veía que le ocupaban el escenario. La postulación de Estela de Carlotto para premio Nobel la puso verde, no sabés cómo estaba…

Sergio Schoklender sabe que no le resulta fácil que le crean. O, mejor dicho: fácil que no le crean. No se engaña: sabe quién es –para millones de argentinos. Es rara esa combinación de hombre duro, pesado, que puede jactarse de sus peleas en la cárcel o un asalto pero que sabe, al mismo tiempo, que tiene límites fuertes, una debilidad muy clara. Aún en sus mejores momentos, cuando Hebe de Bonafini lo impulsaba a tener más protagonismo en los actos de las Madres, él se negaba:

–Yo siempre jugué de monje negro, porque entendía que no sumaba, que ella sola ya se ocupaba de hacer vulnerables a las Madres. Hebe podría haber sido prenda de unión de la dirigencia política argentina en determinado momento, o por lo menos de todos los sectores progresistas. Bajo el pañuelo de las Madres, ella podría haber hecho la gran convocatoria. Y en cambio fue la gran convocatoria de sí misma.

Tenía razón: su mujer ex mujer sube a preguntarle por qué no se ocupó de que su hijo estudiara matemáticas en lugar de jugar con la play; Schoklender le contesta tímido, le pide disculpas. Después prepara más café, seguimos, en el humo de los puros:

–A mí ya de por sí me pegaban por el tema de parricida, de asesino. Si encima yo aparecía como la voz de las Madres, les iban a pegar más. De hecho hubo madres que se fueron porque estaba yo, es una realidad. Si ya con los exabruptos de Hebe alcanzaba para que le pegaran a las Madres. ¿Cuántas veces las Madres se han comido críticas por eso? Si encima la cara visible era Sergio Shocklender… bueno, era pesado. Tampoco era un lugar que me gustara. Jamás tuve esas aspiraciones. A mi dejame con las experimentaciones, laburo con los barrios, las villas, organizar. Yo creo que puedo generar las condiciones para que otros sean los protagonistas a futuro. Soy un idealista en ese sentido, creo que podemos construir un mundo distinto para dejarle a mi hijo, una herencia, un proyecto. Pero con lo otro no me siento cómodo.

Yo tampoco: le tengo que preguntar, de algún modo, por el asesinato de sus padres. Ya es hora. Pero no sé cómo: me da pudor, no veo por qué tendría derecho –yo, cualquiera– a preguntar cosas como ésa. Y sin embargo no puedo no hacerlo. Intento, por el momento, formas muy laterales:

–¿Y cómo es cargar con esa historia? La sensación de que todos tus compatriotas te piensan primero como un tipo que mató a los padres, digo, más allá de que lo que haya pasado…

–Pesado, muy pesado. En alguna época yo vivía tratando de convencer a todo el mundo de que era bueno. Hasta que dije bué, más vale hago lo que se me ocurre, y a otra cosa. Pero es pesado, en cualquier momento te podías encontrar con alguien que te podía rajar una puteada…

–Pero, digo, más allá de la cuestión pública, de estar delante de gente que te puede decir esto o lo otro, ¿para vos, frente a vos mismo, cómo es cargar con todo eso?

Su voz se va haciendo cada vez más oscura, grave, baja. Una mano en la frente, la otra en el cigarro, y dice que es pesado, pesado, y va a seguir siendo pesado hasta el último día de su vida –y creo que lo dice en serio. Que habla en serio.

–Muy duro. No desaparece, ni va a desaparecer nunca. Siempre hay una cosa reparadora en uno, de querer dejar algo mejor para el futuro, ayudar, hacer el bien, sentir que tenés una deuda con la humanidad, con la vida, que no se va a ir nunca. Pero bueno, qué sé yo…
Dice, y espanta con la mano. Debe ser espantoso tener que volver –no tener más remedio que volver– una y otra vez a esas mismas dos horas, a un momento que, desde hace 30 años, te marca la vida: que, por más que hagas, sigue siendo lo que te define. Yo sigo dando vueltas:

–Estuve leyendo sobre la muerte de tu padres. Hay cosas muy raras. ¿Es verdad que quisiste huir a caballo?

Schoklender me mira seco, para dejar las cosas claras. Me pregunto si así miraba en Devoto, en Caseros:

–De toda esa historia, toda esa parte, yo no hablo.

Y después, para suavizar el corte brusco: que no habla porque es muy doloroso. Se oye, al fondo, el ruido de unos pasos subiendo la escalera.

Su mujer ex mujer llega entre dos pacientes, hablamos de pavadas. Sergio Schoklender disfruta el puro, lo chupetea, lo mira; después ella se va. En su libro, él dice que “todo entrevistador tiene su precio”; yo le pregunto cuándo me va a pagar el mío. Se ríe: reírse suele ser una salida. Pero Schoklender cree saber que los medios argentinos “viven de la extorsión y de la compra de los espacios por parte de la dirigencia política”.

–Todos tienen que aportar para que no hablen mal de ellos. Si vos sos gobernador o intendente de una ciudad grande y no aportaste tu cuota mensual, mañana salen artículos pegándote o, mejor dicho: mostrando la realidad de tu provincia, escrachándote a los cuatro vientos. Solo para que no te mencionen, tenés que pagar. Y eso lo aprendí tarde, eh. Yo cuando empecé en esto era el tipo más ingenuo del planeta, no conocía nada. Yo me acuerdo de estar con alguna consultora, por ahí Doris Capurro, que está como una gran asesora de Cristina, y escuchar que la llaman por teléfono y cómo, ¿todavía no te llegó lo de este mes? Ah, esperá que ya lo llamo, y llamar al gobernador tal para decirle que no había mandado la cuota para el medio tal del aporte mensual de publicidad oficial… Eso es para que no hablen mal. Si vos además querés que hablen bien, y empezar a existir en el imaginario popular, ya es otro precio distinto. Dos líneas en un diario, donde se mezcla la necesidad de este modo de hacer política con el narcisismo que todos tienen, son precios altos. Esas dos líneas son carísimas. Y así es, en general, el tipo de periodistas y de prensa que tenemos.

–Sin embargo, cuando las Madres hicieron aquel “juicio ético a los periodistas” dijiste que no estabas muy de acuerdo.

–Yo no estaba de acuerdo en esas movidas de Hebe. Eran medidas consensuadas con Mariotto para pegarle a tal grupo, al grupo Clarín, a fulano o mengano, y aprovecharlo como una tribuna para salir en defensa de la ley de Medios y en contra de fulano de tal, y no una reivindicación de otro modo de hacer periodismo y de hacer justicia. Y esta cosa indiscriminada de Hebe de son todos una mierda, no sumaba nada. Pero era su manera, ella siempre redoblaba la apuesta. Por supuesto desde el gobierno la alentaban, le daban manija. Cuando la llamaban y le decían Néstor y Cristina te vieron, se emocionaron, se les caían las lágrimas con lo que decías, te podés imaginar que ella se hinchaba como un pato. Y al día siguiente, quién carajo le pone el bozal…. Seguía diciendo boludeces.

–Decías que Néstor era el que alineaba los medios.

–Néstor era el que los llamaba y les decía déjate de joder con este tema porque te corto las patas, te saco la pauta oficial y además te volteo tres empresas.

–¿A Clarín?

–A Clarín, a La Nación, a Haddad, todos los medios. En el caso de Cristina es distinto. Porque Néstor te utilizaba la caja más el poder político. Cristina delegó todo eso en Abal Medina, y él maneja con pauta: te retraso los pagos, te libero los pagos. Pero no es lo mismo Abal Medina que Néstor, claro. Hoy verlo como jefe de gabinete es un escenario trágico, al 2015, porque no veo recambio. Te pueden construir un candidato mediáticamente todavía, pero no hay una generación política y una organización. No hay debate de ideas. No hay un proyecto de país.

–Bueno, hay una generación que se plantea como el recambio para 2015. Los muchachos de la Cámpora…

Le digo, porque en su libro dice que son “montón de yuppies que quieren tener su oficina, una secretaria con minifalda, auto con chofer y sueldos disparatados”. Schoklender se exalta y dice que son pendejos que no tienen la más puta idea de nada. Violeta, la perra, quiere que le tiren la pelota, ladra, salta.

–Son pendejos que no tienen la más puta idea de nada, que no tienen historia de militancia. Son pendejos que lo único que les interesa es garantizarse un sueldo, tener un pequeño séquito y se matan por tener más puestos para repartir y tener gente a su cargo. Esa es la política que nos están dejando para el 2015. El problema no es el hoy, el problema es que no hay una construcción política y una apuesta a largo plazo en este país. Son tantas las miserias que no hay políticas a largo plazo. No hay un plan estratégico, no hay un plan quinquenal; te la dibujan, pero la realidad es que sobrevivimos porque somos un país increíblemente rico, 40 millones de gatos locos y porque veníamos de una devaluación salvaje. Pero no hay un proyecto de país que nos convoque y que nos una a todos, no hay una propuesta. Nunca Cristina –ni Néstor– se levantaron a decir esto es lo que queremos en educación, en salud, en vivienda, esta es la propuesta, tenemos que generar un consenso en esta dirección.

Pero Néstor, dice, fue un tipo con unos huevos como ninguno, capaz de enfrentarse a los grandes grupos, el tipo al que le debemos no estar en el ALCA, el que le dio impulso a la alianza con Brasil, que le dio dignidad a la política internacional argentina, que le hizo frente al Fondo Monetario Internacional.

–No, los méritos de Néstor son incontables, con todos sus defectos como ser humano y de su modo de hacer política.

Y que Néstor, otra vez, tenía unos huevos así de grandes y pudo hacer tanto aunque, por supuesto, insiste, él también estaba metido en todo este kilombo.

–¿Qué querés decir, metido en todo este kilombo?

–A Néstor no se le escapaba nada. Néstor estaba al tanto de todo. Él arranca de menos diez, sin un caudal político propio, sin recursos, sin estructura. Vos en cada lugar donde ibas te encontrabas con funcionarios que habían estado con Menem, o Duhalde y ahora son kirchneristas. Es el caso como el Vasco, el intendente de Exaltación de la Cruz. Yo le pregunté un día pero vos Vasco al final con quién estas. Y el tipo decía yo soy peronista, yo estuve con Menem, con Duhalde y con Néstor; yo soy peronista, decía.

–¿Vos decís que el sistema de corrupción estaba manejado por Kirchner también?

–Néstor les requería a todos ellos caja, no para el lucro personal sino para el mantenimiento de toda esta estructura y de las organizaciones sociales. Estas organizaciones que fueron punta de lanza, los de D’Elia, los Pérsico, hasta Castells. Todos recibían, todos pasan por caja. No digo que se hayan enriquecido a modo personal, pero toda esta estructura clientelar que arman necesitaban financiarla. Y para eso Néstor les pedía a todos, por supuesto, y si yo te pido a vos que separés tanta guita, después no te puedo tocar el culo porque también separaste para vos. Y por supuesto, yo como Presidente de la Nación puedo mostrar públicamente que estoy repeleado con los grupos económicos, pero los grupos económicos son parte de la vida cotidiana del país, entonces no me puedo pelear tanto. Me acuerdo que cuando recién asume Macri en Buenos Aires cancela todos los pagos a la Fundación y nosotros teníamos el 90 por ciento de las obras acá en la ciudad. Entonces le hacemos un escrache en la casa del Presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires. Después de ahí vamos a escrachar a Petrini, un vendedor de jugadores de Boca que Macri lo había puesto de Director del Instituto de la Vivienda. Íbamos custodiados con policías en moto, con micros que nos habían puesto ellos.

–¿Ellos quiénes?

–El Gobierno Nacional. Y de ahí íbamos a hacerle un tercer escrache a la puerta del country donde vive Nicolás Caputo, dueño de la empresa constructora más grande del país. Y entonces se ve que el comisario a cargo del operativo avisó, porque me llama López, José, el secretario de Obras Públicas, y me dice Sergio, no, con Nicky no, por favor, ¿cómo van a ir a lo de Nicky? Con Nicky somos amigos, estamos haciendo algunas cosas juntos. Claro, con Caputo tenían sus negocios. Arriba, digamos, son todos socios. Néstor podía pelearse, pero no podía pelearse tanto con algunos sectores.

Para pelearse siempre tuvo, sabemos, a Guillermo Moreno. El secretario de Comercio cumple una función que existe en todas las estructuras: ser el malo que concentra los odios –para que los demás circulen más livianos. En medio de tanto denuesto contra el secretario, me había sorprendido ver, en el libro de Schoklender, su defensa.

–Decís que “Moreno es el único incorruptible, intachable, duro y loco como una cabra pero incorruptible”.

–Yo me sorprendí con eso. Moreno es un bicho raro. Es un cuadro peronista, un viejo cuadro peronista de derecha. A Hebe siempre la miraba frunciendo la nariz. Y es el tipo que sigue viviendo en el departamento que compró a través del Instituto de Vivienda de la Ciudad hace no sé cuántos años. Es el tipo que el día que se vota la 125 estaba furioso y se para arriba del escritorio diciendo acá hay que salir a cagarlos a tiros. Si vos no tuvieras un tipo como él, ¿cómo hacés para enfrentar a los grandes grupos económicos? ¿O vos te creés que hay que ir por las buenas, negociando, amable? Es el tipo que no lo he visto –y he estado muy adentro– recibir ni una sola coima, jamás lo he visto liberar un pedido de aduana porque había guita. Lamentablemente lo he visto liberar pedidos de aduana o tomar resoluciones porque Néstor le decía que lo hiciera. Realmente era el cuadro, consciente de la verticalidad del movimiento, subordinado totamente a las órdenes primero de Néstor y después de Cristina, pero leal y duro como una piedra. Y de los tipos más interesantes para escucharlos hablar.

–¿Por qué?

–Es un tipo de una formación increíble, te da un gran panorama del movimiento económico y social, pero lo que pasa es que tiene prohibido hablar.

–¿Y por qué tiene prohibido hablar?

–Porque en algún punto todos son amigos.

–¿Todos quiénes?

–La dirigencia política y los grandes grupos económicos son la misma ensalada, no es que estén en dos puntas opuestas. Yo siempre recuerdo esa anécdota, que me contaron los tipos que estaban ahí, en una reunión con todos los ministros y subsecretarios, y entonces Moreno se para y dice: Muchachos, para estar en el gobierno hay que ser un corrupto hijo de puta o hay que ser un militante o hay que ser un inútil que no consigue otro trabajo. Yo soy un militante, dice, y mira a todo el resto y nadie abre la boca. Un tipo con la autoridad moral para decirle a sus pares yo no choreo, ni para la corona; acato órdenes, de última, en determinados momentos.

Se ve que, de algún modo raro –o no tan raro– lo admira. O, incluso, lo envidia: es alguien que ha encontrado su lugar, su diferencia.

Llevamos horas. Es el cuarto café, afuera empieza a oscurecer, la perra llora y Schoklender le grita, su voz una violencia inesperada. Le pregunto si todavía cree que el ataque a las Torres Gemelas no era un acto de terrorismo y me dice que sí, que sigue creyendo que fue un acto de guerra que se guía por la misma lógica de escalada armada que los americanos llevaron a sus países, pero que nada está más alejado de sus propias ideas que los grupos de fanáticos religiosos de cualquier religión, y yo le digo que es curioso que su imagen pública está muy identificada con lo judío y que él en cambio se siente mucho más católico y estudió teología y tiene parientes curas y monjas y me dice que sí, pero que esa imagen judía, en esta sociedad bastante antisemita, ayuda a su condena.

–Absolutamente. Me pegan por ser judío, me pegan por estar con las Madres, me pegan por ser de izquierda, me pegan por ser parricida. Es pesado.

Dice que es pesado: otra vez la voz baja, la cara resignada. Otra vez, el karma de cargar con la fama –o, dicho de otro modo, con la historia. Yo le pregunto cómo querría, entonces, definirse.

–Como un rebelde librepensador.

Dice, casi solemne: como un rebelde librepensador, repite, pero el efecto se pierde un poco porque aparece su mujer ex mujer, que acaba de confiscar la play station y se queja y se ríe de tener un mantenido charloteando en el play room. Schoklender también se había definido así: parece que en eso están de acuerdo.

–Qué se yo. Yo diría que soy un tipo que tiene principios y los defiende, que trato de ser honesto conmigo mismo todo el tiempo. Que dejé de aparentar, o de querer aparentar. Es decir, me di cuenta de que era imposible: que por más que lo intentara iba a seguir siendo malo, judío, judío, terrorista, zurdo…

–¿Parricida?

–Parricida, y ahora ladrón, estafador y qué sé yo. Pero la vida es tan larga, da tantas vueltas.
Dice, como quien acaba de descubrir algo. Yo me dejo tentar: he dicho en tantas clases que la entrevista es ese género inverosímil en el que uno se siente con el derecho de preguntar a un desconocido lo que no le preguntaría a su mejor amigo, y siempre puse el mismo ejemplo: que uno pueda preguntarle a ese desconocido, por ejemplo, si le teme a la muerte. Soy débil, tan firmemente vacilante:

–¿Te da miedo la muerte?

Schoklender me mira con un atisbo de sorpresa, se rehace: sí, claro, dice, se limpia los anteojos, suspiro lleno de humo.

–Sí, claro, cómo no me va a dar. No por un castigo del más allá, ¿no? Por el tiempo. Siempre viví la vida como que no me alcanza el tiempo para todo lo que quiero hacer. Y me asusta no poder concretar algunas cosas que tengo como sueños. Lo más pesado desde que empezó el kilombo, todos estos años…

Estos años son meses, seis o siete; se lo digo y se ríe pero amargo.

–Sí, lo más pesado estos meses es tener que estar sin construir, sin hacer. Estar caminando en Tribunales, boludeando, jugando el simulacro de proceso judicial disparatado. Eso me agota.

Ya vamos terminando, pero se me ocurre decirle que, ahora, a esa lista de sus reputaciones se agregó la de bonvivant, el tipo que vive como un duque con la plata afanada al Estado. Era un comentario; fue el gatillo de media hora de explicaciones detalladas: que su empresa, Meldorek, tenía dos aviones para recorrer las 42 obras que mantenían en todo el país porque los transportes entre las distintas provincias son muy difíciles, que él sólo lo usó dos veces para vuelos personales, una vez a Ushuaia y otra a Bariloche con su familia y que igual fue cargado de material para una obra, que nunca fue a Punta del Este, que el avión a veces se alquilaba para ayudar a pagarlo, que nunca nunca nunca tuvo un Porsche o una Ferrari, que nunca nunca nunca se subió siquiera a un Porsche o a una Ferrari, que la casa donde estamos fue hipotecada para pagar viajes de las Madres, que sí compraron unos lotes en un country para dárselos como compensación a los ingenieros y arquitectos que trabajaban para Meldorek por mucho menos que lo que suele cobrarase en esos casos, que él mismo podría haber cobrado muy legítimamente un 5 o 6 % de los 1.200 millones que el Estado les dio para sus construcciones por dirección general del proyecto y que no tiene un mango, que la casa de 19 cuartos en José C. Paz. La casa de 19 cuartos en José C. Paz es una historia larga y me la cuenta con detalle: que estaba arruinadísma y que que nunca la usaron sino que la compraron para algo que no hicieron y que después firmaron un acuerdo con la provincia de Buenos Aires por un centro de rehabilitación de adictos que tampoco hicieron y así de seguido. Yo entiendo que esto debe ser muy importante pero no consigo que me interese tanto. Sí me interesa, y se lo digo, que por más que diga lo que diga hay millones y millones de argentinos que lo tienen por culpable. Que no sé si lo es o no lo es, pero que qué se hace frente a eso: un juicio módicamente inapelable.

–No sé, no hay forma. Hay momentos en que parece imposible. Podés ir, contar, mostrar, y no hay manera. Cuando algo se instala no lo levantás más.

Me digo que no me tendría que dar pena. Que él odiaría, supongo, dar ninguna pena, y que probablemente tampoco la merezca. Pero me lo repito.

–¿Y entonces, cómo te ves dentro de cinco, diez años?

–Desarrollando tecnología, montando fábricas, produciendo casas, convocando trabajadores y demostrando que las cosas se pueden hacer de otra manera.

Lo dice como si lo creyera, de corrido, enfático.

–¿Y te parece que tenés resto como para reconstruir eso?

–Mil veces. Lo que tengo es el apoyo de la gente. No el apoyo de la sociedad, ni de los medios, ni de la clase política. Pero sí tengo el apoyo de la gente en los barrios. La gente ha querido hacer movilizaciones para apoyarme, pero yo las he prohibido porque no quiero joderles las pocas posibilidades de trabajo que les puedan quedar. Pero yo vuelvo a los barrios y empiezo a generar trabajo, y las tecnologías y las patentes son mías y están a disposición de todos. Me veo como que esto va a durar un tiempo, que me va a servir a mí para reflexionar y mejorar la tecnología y desarrollar nuevas cosas, y después me pondré a trabajar y a seguir construyendo. Lo que no saben, es que igual lo voy a hacer. Tardará seis meses, un año. Yo soy un apasionado de la tecnología, de la investigación de nuevas tecnologías, y la empresa que armé es una empresa de nuevos sistemas de construcciones de varias ramas. Y todo esto es una etapa más, qué se yo, yo he pasado tantas etapas locas en mi vida.

Hace un par de horas me dijo que era un muerto en vida; ahora desborda de futuros. Estoy por decírselo, pero pienso que no vale la pena. Ahí debe haber un formato, un patrón.

–¿A veces pensás que rara es mi vida?

–Bueno, ahora, cuando me hacés recorrerla. Entonces sí me pongo a pensar y me digo qué cosa loca, qué contrastes. La cantidad de cosas que he vivido: de estar en la cárcel a la selva de Chiapas con Marcos a los campamentos del Movimiento sin Tierra a las marchas sobre Brasilia a Belgrado cuando caían las bombas o un ministerio o la Casa de Gobierno en un acto público o en el Impenetrable trabajando con la gente, y de pronto ser execrado y maldecido en todos los medios y de pronto trabajar como abogado una época y ahora tener que volver a agarrar los libros a ver cómo era esto… Cuántas cosas, ¿no? Todo es por algo. Todo te enseña algo. La historia se cuenta al final. A veces en el momento uno no le encuentra lógica, pero cuando pasa el tiempo uno se dice esa experiencia me sirvió. No todo suma, hay cosas que restan, que restaron, te podés imaginar que vivimos días de mucha angustia, de mucho dolor, de muchas decepciones. Pero tratamos con Viviana de siempre manejarlo con un poco de ironía, de alegría. La gente cree que el tiempo es una cosa lineal y que pasó… Pero el espacio y el tiempo son otra cosa. Yo sigo pensando qué voy a hacer cuando sea grande.

Dice, y se ríe: yo sigo pensando qué voy a hacer cuando sea grande. Tiene la risa chiquita, como contenida, y lo repite: qué voy a hacer cuando sea grande. Yo pienso en decirle que lo raro es que lo que iba a hacer cuando fuera grande lo hizo siendo muy chiquito, pero me parece que no debo. Me negocio:

–¿Y a veces pensás pucha, la verdad que para ser un tipo inteligente he hecho muchas cagadas?

Sergio Schoklender respira hondo, pita. Me mira como quien busca, pita de nuevo, me dice, tono confesional, que no.

–¿Vos sabés que no me siento que haya hecho muchas cagadas? En general estoy bastante orgulloso de todo lo que hice.

Dice, subraya el bastante, y me dice que nos levantemos. Al lado del play room está su estudio: escritorio de vidrio, silla de cuero negro, unos estantes, computadora, fotos en las paredes. Me las muestra: son sus logros.

–Esto lo hice yo, esto lo construí yo con tres locos amigos…

Dice, y me muestra un monumento a los desaparecidos y me muestra unas fotos en sus construcciones y una foto con el saxo y una foto con su mujer ex mujer y su hijo y los diplomas universitarios enmarcados y otras fotos y repite que no, que él está bastante orgulloso de todo lo que hizo. Y que ahora lo putearán cuando salga el libro y le tirarán con algún otro escándalo pero que, al final, todo pasa.

–De últimas, al final, todo pasa, sabés. Todo pasa.

Dice, y no le creo.
Fuente: Urgente 24

LOS RITMOS DE LA NATURALEZA: EL VERANO

Queridos amigos:

Como ustedes saben, vivimos en una sociedad en la cual se intenta borrar nuestra percepción de los ritmos de la naturaleza. No es un acto ingenuo sino que lo promueven los mismos que lucran con la destrucción de nuestro patrimonio natural. Recíprocamente, tomar conciencia de lo que implica el ritmo de las estaciones es recordar nuestra pertenencia al medio natural.

Un buen ejemplo de ese secuestro de la naturaleza es que hemos olvidado que la coincidencia entre el final del año y el cambio de estación es deliberada.

También es deliberado haber elegido festejar el nacimiento de un Niño que vino a traer la Luz, el mismo día que en el Hemisferio Norte es el más corto del año. La luminosidad que va creciendo a partir de ese día tiene el sentido de una metáfora.

En el Sur, en cambio, celebramos la intensidad del calor.

En esta entrega ustedes reciben:
•La pintura «Niños en la Playa» del español Joaquín Sorolla, un óleo de 1910.
•Un texto del poeta y periodista Carlos Marzal, inspirado en esa misma obra de Sorolla, publicado en 2010 por la revista Descubrir el Arte, y que nos recuerda las sensaciones de nuestra propia infancia.
Quiero saludarlos en el comienzo del verano, y a los amigos del Hemisferio Norte, en el comienzo del invierno.

Un gran abrazo a todos.

Antonio Elio Brailovsky

Joaquín Sorolla, español: «Niños en la playa», 1910.

CFK: ‘We will continue our efforts to improve workers’ life conditions’

President Cristina Fernández visited Mendoza to inaugurate local winery Bianchi new facilities. During her speech, CFK celebrated the success of the wine industry and praised workers for their contribution to the country’s economy.

‘Capital and work are the fundamental to the country’s growth,’ she said.

The President also stressed her administration is committed to improve the labor force working conditions. ‘We are going to strive for a better life for our workers,’ CFK said.

«In this national, popular and democratic project we want to expand to include all the Argentines.”

President Cristina Fernández de Kirchner celebrated the success of the national wine industry. «Our wine industry is one of the best in the world. Argentina is the world’s ninth biggest wine exporter.»

CFK also rejoiced over the partnership with Vice-president Amado Boudou in an ironic statement that addressed the Kirchner’s family and former vice-president Julio Cobos problematic relationship.

“You have no idea how wonderful it is to finally have a vice-president. I am so happy,” she said.

After leaving the Bianchi wine factory, CFK followed to San Rafael to inaugurate a bus terminal named after her deceased husband Néstor Kirchner where she praised the parliament for having recently cleared key law proposals sent to the Congress by the House of Government.

“I am so proud of the Congress for having passed laws that for decades have been demanded by the Argentine population,” CFK stressed.

“I am particularly thrilled to see the Land Ownership Law get cleared by the House,” CFK highlighted. “It is a strategic resource to Argentines,” she added.

She also addressed the controversial Newsprint Law, a bill establishing that the printing and distribution of newsprint is of public interest. “You can rest assured I am not going to open a newspaper,” she said.

Source: Buenos Aires Herald

Argentina could return to F1 calendar

Argentina, which last hosted a Formula One Grand Prix in 1998, could be back on the calendar from 2014 when a new track near Buenos Aires is completed.

Friday marked a ground-breaking ceremony of the 4.7 km Velociudad Speedcity circuit in Zarate, 100 km from the capital, which designers Populous said will be capable of returning F1 to the South American country.

«The plan is for a circuit capable of delivering a Formula One event,» John Rhodes, Associate Principal of Populous, told Reuters.

«The key is to offer a category one circuit,» he said when asked in a telephone interview what the prospects were of Argentina, homeland of the late, great Juan Manuel Fangio, staging a F1 race again.

«Once the facility is there, then it’s down to a promoter … The issue is to have a high performance circuit capable of holding a MotoGP then add the necessary requirements for a Formula One race.

«The main 4.7 km circuit will be good for F1 and endurance races like Le Mans, it’s a good, sensible length,» he said from Pilar, halfway between Buenos Aires and Zarate.

The $100 million (64.3 million pound) project will be completed in two phases and will include South America’s first driver trainer centre and academy. The first phase, a 3.1 km track, 4×4 off-road circuit and team garages, is scheduled to be completed in 14 months.

The second phase will extend the track to its full length, making it eligible for a license from the International Automobile Federation (FIA), which governs motorsport.

Zarate is easily accessible from the capital along the Ruta Panamericana that goes north out of the city.

«(Populous) is a private concern owned by Eddie Freeman, an entrepreneur who worked in resort development and this is a natural step. We see this as more than just an event circuit,» Rhodes said.

«There are many (car) manufacturers in the area, they can test cars, do driver training. The investment will soon pay for itself, there is a business idea behind this.»

«During the last five years we have developed technology, software, and design techniques through the use of simulation to physically test the design of a circuit,» Rhodes added in a company statement.

«These pioneering techniques have enabled the creation of a topographically exciting and challenging medium-speed circuit on what was a relatively square and flat 63 hectare site.»

South America’s only active F1 track is Interlagos in Brazil which hosted the final race of the 2011 season last month.

Michael Schumacher won the last F1 race to be held in Argentina at the Autodromo Oscar Alfredo Galvez on the outskirts of Buenos Aires.

Populous are also responsible for the recent re-design of British Grand Prix venue Silverstone and are involved in designing a new F1 track in Mumbai.

The design firm also planned the London 2012 Olympics Stadium and the Soccer City stadium which hosted last year’s World Cup final in South Africa.

(Additional reporting by Martyn Herman in London; Editing by John Mehaffey)

Source: Reuters

Soybeans Advance as Hot Weather in Parts of South America May Hurt Crops

Soybeans gained for a second day on concern that dry weather in parts of South America may hurt crops, curbing global supply.

Soybeans for March delivery climbed 0.5 percent to $11.265 a bushel on the Chicago Board of Trade at 2:13 p.m. Singapore time. Futures have gained 1.8 percent this week and are set for a 20 percent decline this year.

Argentina’s soybean, corn and wheat growing areas will have hot weather ahead of a cold front expected in the middle of next week, Telvent DTN Inc. said yesterday. Soybean and corn areas in the southern part of Brazil may turn hotter early next week and parts of Rio Grande do Sul and southern Parana states have had below normal rainfall so far this month, it said.

Soybeans “were supported by continued concerns about patchy dryness in South America’s growing regions,” Luke Mathews, a commodity strategist at Commonwealth Bank of Australia, said in a report today.

Rio Grande do Sul, which produces about 14 percent of Brazil’s soybeans and 10 percent of its corn, had six weeks of dry weather, the Brazilian government said Dec. 12. Brazil is set to be the world’s largest soybean shipper in the 2011-2012 season, according to the U.S. Department of Agriculture.

Wheat for March delivery climbed 0.2 percent to $5.8025 a bushel, trimming the weekly loss to 2.6 percent. Futures earlier fell to $5.7725 a bushel equaling the lowest price in more than 16 months reached yesterday. Futures are set for a 27 percent slump this year.
Export Sales

Export sales of wheat from the U.S., the largest shipper, fell 25 percent to 318,357 metric tons in the week ended Dec. 8 from a week earlier, the USDA said yesterday. The harvest in Argentina, South America’s largest exporter, will likely reach 13.6 million tons, more than the 13 million tons forecast a week ago, the Buenos Aires Cereals Exchange said yesterday.

“The U.S. wheat markets remain firmly entrenched in their 10-month downtrend,” Commonwealth Bank’s Mathews said, citing the impact of higher Argentine supply on U.S. sales.

Canada’s wheat production may total 25.3 million tons in the year that began Aug. 1, higher than the 24.2 million tons estimated last month and above last year’s output of 23.2 million tons, the Agriculture Ministry said.

That matches the USDA estimate on Dec. 9 which ranks Canada as the fourth-largest shipper this season. The agency predicted that the global output will rise to a record, taking stockpiles to a 12-year high of 208.5 million tons.

Corn for delivery in March gained 0.2 percent to $5.8025 a bushel, set for a 2.4 percent loss this week. The commodity has declined 8 percent this year, heading for the first annual loss in three years.

To contact the reporter on this story: Luzi Ann Javier in Singapore at ljavier@bloomberg.net

To contact the editor responsible for this story: James Poole at jpoole4@bloomberg.net

Source: Bloomberg.com/

Trezeguet set to join Argentina’s River Plate

BUENOS AIRES, Argentina (AP) — Former France international and World Cup winner David Trezeguet is on the verge of signing for River Plate to play in the second division of Argentine football.

The 34-year-old former Juventus forward, who was born in France to Argentine parents, underwent medical tests in Buenos Aires on Friday. He expects to finalize the deal on Monday.

River was relegated to the second division for the first time in its 110-year history last season.

Although Trezeguet is well past his prime, the signing still represents a publicity coup for River, which has won more domestic championships than any other club in Argentina. River has won 33 first-division titles, 10 more than archrival Boca Juniors.

River must finish in the top two at the end of the 38-game season in the Primera B Nacional to automatically return to the top flight. The club is currently second after 18 matches, two points behind leader Instituto de Cordoba.

«I think that in this difficult time for River, to be able to give an important hand at this moment could be good and very interesting for the club,» Trezeguet said in an interview published on River’s official website, accompanied by pictures of the striker touring the Bombonera stadium with club president Daniel Passarella.

«I want to form part of the history of this club and I think everything is in place to do it,» Trezeguet added. «There’s just one objective and that’s getting promoted to the first division.»

The striker has also played for Monaco in France and scored the winning ‘golden goal’ in the European Championship final against Italy in 2000, two years after helping Les Bleus win the World Cup as the host nation.

He spent his childhood in Argentina and came through the ranks at Platense.

After leaving Spanish club Hercules in the summer, Trezeguet has been playing in the United Arab Emirates with Baniyas.

Source: http://sportsillustrated.cnn.com

Crisis de 2001: estallido, muerte y cinco presidentes en dos semanas

Buenos Aires, 16 dic (dpa) – La profunda crisis que vivió Argentina en diciembre de 2001 dejó imágenes y situaciones que diez años después siguen grabadas a fuego en la memoria popular. Represión, muertos, saqueos y un presidente renunciante y vencido partiendo en helicóptero desde la Casa Rosada, dejando atrás una Plaza de Mayo ardiendo.

La dimisión el 20 de diciembre del radical Fernando de la Rúa abrió un período inédito en el que el país vio pasar cinco presidentes en apenas 13 días.

En aquel 2001, Argentina entraba en su cuarto año de recesión, con más de un tercio de su población sumida en la pobreza y altos niveles de desempleo.

La hambruna y la falta de perspectivas llevaron esos días calientes del diciembre austral a un estallido de los sectores más pobres en demanda de alimentos. Habitantes de barrios desfavorecidos saquearon almacenes, rodearon hipermercados y cortaron rutas.

El llanto de un coreano, dueño de un supermercado saqueado, y su arbolito de Navidad deshecho en la acera se convirtió en un icono que recorrió el mundo.

La alicaída pero todavía poderosa clase media que había respaldado a De la Rúa también explotó. Hastiada de los sucesivos planes de ajuste acordados con el FMI, empezó con los primeros tímidos «cacerolazos» que en cuestión de días se convirtieron en sello de su protesta y motor de incontables marchas.

La gota que colmó el vaso fueron las restricciones financieras, conocidas como el «corralito», impulsadas por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo que cuasi confiscó los salarios en los bancos y congeló sus ahorros depositados a tentadoras tasas de interés en los bancos, para evitar una sangría que quebrara a las entidades financieras.

La crisis consolidó los movimientos sociales que se venían gestando desde tiempo atrás. Las agrupaciones «piqueteras» de desocupados, que habían comenzado en el norte del país, se nutrieron de miles de personas que se sumaron en el populoso Gran Buenos Aires mientras en las metrópolis las asambleas ciudadanas comenzaron a clamar al unísono «que se vayan todos».

De la Rúa, quien al frente de la Alianza Unión Cívica Radical (UCR)-Frepaso había ganado dos años antes las elecciones como una opción más transparente frente al cuestionado gobierno del peronista Carlos Menem (1989-1999), no encontró las herramientas para poner fin a la crisis que había heredado y el país continuó en caída libre.

Su última esperanza, un nuevo rescate del FMI, fracasó. También, el llamado al opositor Partido Justicialista (PJ, peronista) a formar un gobierno de concertación para salvar a la gestión de la Alianza que se desmoronaba.

La gente salió a la calle. A las decenas de muertos registrados en las trifulcas de los barrios de los suburbios bonaerenses durante los saqueos, se sumaron las víctimas por la represión a las protestas en la histórica Plaza de Mayo y sus alrededores. Los acontecimientos se precipitaron.

El 19 de diciembre, el gobierno decretó el estado de sitio tras el estallido social y la represión a las movilizaciones en la Plaza de Mayo. Un día más tarde, la fuerza de seguridad volvió a actuar con violencia contra los manifestantes. El saldo trágico fue una treintena de muertos en los disturbios y otros siete a causa de la represión a manifestantes.

Al atardecer del 20 de diciembre, De la Rúa presentó su renuncia, en una carta escrita de puño y letra. «Mi mensaje para asegurar la gobernabilidad y constituir un gobierno de unidad fue rechazado por líderes parlamentarios. Confío que mi decisión contribuirá a la paz social y a la continuidad institucional de la República», deseó en su último acto oficial, pese a que a su mandato le restaban aún dos años.

Momentos después, partió en un helicóptero desde el helipuerto ubicado en el techo de la Casa Rosada, que no se usaba desde 1987, cuando el entonces presidente Raúl Alfonsín despegó para negociar el fin de un alzamiento militar. Y en una imagen muy similar a cuando la mandataria Isabel Perón despegó el 24 de marzo de 1976, engañada en medio del operativo del golpe militar que instauraría un régimen sangriento.

Sin heredero directo en su gobierno, por la renuncia en octubre de 2000 de su vicepresidente Carlos «Chacho» Álvarez tras un escándalo por supuestos sobornos en el Senado que aún hoy investiga la justicia, la dimisión de De la Rúa dejó el poder en manos del peronismo, que había quedado segundo en la línea sucesoria. El presidente provisional del Senado, el justicialista Ramón Puerta, asumió el gobierno hasta que se designara a un presidente interino, en medio de intensas pujas entre los caudillos peronistas por el poder.

El 22 de diciembre, el PJ designó al entonces gobernador de la provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, como presidente interino, moción aprobada un día después por la Asamblea Legislativa por un plazo máximo de 90 días.

En un recordado discurso, el flamante mandatario anunció la cesación de pagos de la deuda externa argentina, la emisión de una tercera moneda y la creación de un millón de empleos.

Horas más tarde, las versiones sobre la intención de Rodríguez Saá de perpetuarse en la primera magistratura azuzó las disputas dentro del peronismo. Las protestas ciudadanas no cesaron y menos de una semana después de asumir su gabinete presentó la renuncia.

Sin el respaldo del PJ, Rodríguez Saá dimitió el 30 de diciembre. También renunció quien debía sucederlo, Puerta, por lo que asumió la presidencia provisional de Argentina el titular de la Cámara de Diputados, el peronista Eduardo Camaño, quien convocó a ambas cámaras parlamentarias para designar el 1 de enero al nuevo mandatario.

Así, Argentina comenzó el año 2002 con un acuerdo entre el peronismo, sectores de la Unión Cívica Radical y el Frepaso que formalizó luego la Asamblea Legislativa que designó al senador peronista Eduardo Duhalde como presidente hasta 2003.

Una década después de una de las más profundas crisis social, política y económica que recuerde la Argentina, la Justicia continúa investigando el accionar policial en la violenta represión a las protestas populares. De la Rúa fue sin embargo sobreseído por considerar la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal que no había tomado decisiones vinculadas con cuestiones de seguridad interior.

«Se están por cumplir diez años de que renuncié al gobierno. Si algo le molestó a alguno, si algún error cometí le pido disculpas a la gente», declaró recientemente el ex jefe de Estado, en un mea culpa que rompió una década de silencio.

Fuente: http://www.elpais.cr/frontend/

Randazzo responds defensively to Moyano’s speech

Interior Minister defensively responded today to the CGT umbrella union boss, Hugo Moyano’s speech where he made a stab at the national government at the Huracán Stadium yesterday. “The best way to defend workers is to look after the Government,” sustained Randazzo.

Following the distracted and little-communicative responses made by Aníbal Fernández and Agustín Rossi this morning, Interior Minister Florencio Randazzo gave the first official response to Hugo Moyano’s bash against the national government.

“Everyone has the right and freedom to say whatever they like. I however, am convinced that the best way to defend workers is to make sure the Government is looked after,” sustained Randazzo, whom surprisingly replied to the CGT boss before President Cristina Fernández de Kirchner’s planned speech today from Mendoza.

Randazzo was leading a ceremony dedicated to improving security on the roads and victims of road accidents this morning at the intersection of 9 de Julio Avenue and Independencia.

Earlier, other government members responded to Moyano’s speech bluntly, denying even listening to the speech. “I didn’t listen to Moyano’s speech, stated both national senator Aníbal Fernández and Victory Front lawmaker, Agustín Rossi.

“I didn’t listen to it. Recently we’ve been hugely busy with work and to tell the truth, I’ve just not had time to listen to it. I don’t even have time to read the papers,” stated the former cabinet chief to the press this morning at the doors of the Parliament.

Furthermore while members of the press tried to explain to the senator what was said against the government, in order to provoke a response, Aníbal Fernández stated that he was not interested in hearing the speech from them, and that “I want to hear it for myself.”

National lawmaker, Rossi similarly stated that the workload in the parliament had been so much that he neither had been able to listen to the speech nor take the time to make comment.

“The truth is that I really have no idea what was said. I didn’t listen to the speech, nor have I read anything. I was in the Congress from 12 pm midday to 6.30 am this morning and to be fair I don’t believe it’s my responsibility to pass comment over the topic,” sustained the Victory Front congressional deputy.

Source: Buenos Aires Herald

Argentine ‘official’ November inflation reached 0.6% and 8.6% in eleven months

The consumer price index in Argentina during the month of November increased 0.6% according to the official stats office Indec, which is less than half the percentage released by private estimates through the so called Congress inflation index.

For the controversial Indec inflation in Argentina during the last eleven months reached 8.6% and 9.5% in the last twelve months, which contrasts openly with the Congressional index which marked 1.44% in November and 22.63% in the first eleven months of the year.

According to Indec the item with the greatest increase was clothing with 1.3%, followed by education, 0.9%. Food and Beverage was 0.7%; home equipment and maintenance, 0.7% while Housing and basic services, 0.4%.

Transport and Communications climbed 0.3% while health service and expenses plus Leisure were also up but 0.2%.

For Indec the total number of goods which make up 62% of the basket was up 0.7% while services which make the remaining 38%, increased 0.4%.

Wholesale prices in November were up 0.9%; Basic wholesale prices 0.9% and Basic Producer prices 0.8%.

Source: Mercopress

Tomás case: prosecutor asks for Cuello’s preventive custody

Public prosecutor Junín Javier asked today for the preventive custody of Adalberto Raúl Cuello accused of murdering 9-year-old Tomás Dameno Santillán whose body was found on November 17th on the outskirts of Lincoln, a town in the Buenos Aires province, two days after he went missing.

Ochoaizpuro presented his case before Judge José Raúl Lucchini today. The public prosecutor believes that gathered evidence shows Cuello premeditatedly planned and killed Tómas. Cuello, the boy’s former step-father, is

Source: Buenos Aires Herald

Land ownership bill passed at the Lower House

The land ownership bill, a legislation aimed at restricting foreign ownership of rural land, was approved by the Lower House early in the morning with 153 in favor and 26 against the new law. The bill now moved to the Senate.

Pro-government lawmaker Luis Cigogna rejoiced over the new bill passed in a marathon session in the early hours of today. «They are not a xenophobic statement, ” he stressed.

“It is not aimed towards the discrimination of foreigners, it is about preserving a strategic and renewable resource for Argentines,” he stressed.

“We are thinking in the our country’s food supply sovereignty, the future of our children,” Cigogna added.

The bill was an important proposal for the government. So relevant that President Cristina Fernández de Kirchner herself made an appeal to get it approved on the inauguration speech for her second term last Saturday.

“It is the first step in the battle against foreign land concentration,” Radical Party congressman Pablo Orsolini said.

The proposal was cleared for debate by the House’s Committees on Tuesday. The initiative establishes that the acquisition of land by foreign investors can’t exceed a thousand acres of land, amongst other restrictions.

Source: Buenos Aires Herald

New luxury BA-Mar del Plata trains unveiled

A new train service between the capital and the coastline was inaugurated today, set to run a daily service from Buenos Aires’ Constitución station to Mar del Plata, the government announced. The modern trains provide a brand new service right in time for the holiday season.

The trains labelled Talo IV, will run daily from Monday to Saturday between Constitución and Mar del Plata and the return journeys will run between Sundays and Fridays, whereas before prior services were restricted to two days per week.

The service increased its frequency “due to the high demand, as it’s the end of the year and the summer holidays,” stated the Transport Secretary.

“To cover the service on a daily basis there are two new trains with nine cars, both adding to the service which has been in place since August this year,” they added.

The service includes an onboard café, buffet service, air conditioning, reclinable seats, and LCD televisions. Estimated journey time was stated to be at five hours.

Tickets cost $150 for economy class, $200 for Pullman and $250 Super Pullman, per journey.

Source: Buenos Aires Herald

Schoklender dijo que robaba para ayudar a las Madres

Confió que iba al casino y lo que ganaba lo aportaba para pagar gastos de la Fundación. También contó que idearon un plan para secuestrar y matar a Massera.

Buenos Aires. El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender reveló ayer que ha llegado a 
robar junto a otras personas y jugar dinero en el casino para pagar cuentas de servicios públicos y gastos de médicos de esa agrupación liderada por Hebe de Bonafini. “La realidad es que durante un breve tiempo efectivamente sí (salían a realizar robos) para que se pagara la luz, los gastos médicos de las Madres, las sillas de ruedas que había que comprar, el gas de la casa, el agua”, contó.

También reveló que en los años ’90 proyectaban montar una organización guerrillera, guardaban armamento en la sede de la Universidad Popular de Madres y planeaban “desaparecer” al dictador y ex jefe de la Esma Emilio Eduardo Massera, ya fallecido.

Sobre Cristina. Sobre la presidenta Cristina Fernández tras la muerte de su esposo, Schoklender relató: “Cuando Néstor muere, Cristina pasó tres meses sin saber dónde mierda estaba parada. 
Lo único que tenía eran unas breves apariciones públicas para ver cómo les recortaba el paso a Aníbal (Fernández) y a Alicia (Kirchner), que habían hecho una alianza fuerte”.

Dijo que “la primera vez que Cristina vio a un pobre fue 
con las obras de la Fundación. La primera vez que la abrazaron los trabajadores fue cuando fue a las villas con Hebe (de Bonafini) a inaugurar una obra”.

Destapó que durante el menemismo, de cara a una “organización foquista”, planeaban “mandar a los compañeros a formarse con las Farc en Colombia, con los zapatistas en Chiapas” porque “no veíamos otra salida, era la única lógica: generar una resistencia”.

Schoklender confesó que sus primeros pasos en ese sentido fueron cuando salían “a recaudar como en los viejos tiempos” de los ’70 mediante “choreo” a “negocios, supermercados más bien” porque “tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina”.

Sus declaraciones fueron formuladas en una entrevista con el periodista Martín Caparrós para el diario El País, de Madrid, y coinciden con la edición de un libro del propio Schoklender que en su título (Sueños postergados) juega con el nombre del programa de viviendas que está bajo la mirada de la Justicia (Sueños compartidos).

Luego amplió sus dichos ayer en sendas entrevistas con Radio 10 y Mitre. Justificó sus andanzas belicistas y de robos de esta manera: “Es una pequeña anécdota, estamos hablando de una época del menemismo. Está mal visto a la distancia, pero uno no veía otra forma de resistencia”. Aseguró que Bonafini estaba al tanto y avalaba todo. “Ella sabía de dónde venía (la plata), quedaba implícito que el dinero aparecía mágicamente”.

Adicto al casino. Schoklender dijo que durante mucho tiempo sostenía los gastos de la Fundación Madres desde el casino flotante de Capital Federal. “Yo era un brillante jugador de black jack. Era rarísimo que perdiera. Iba a las 10 de la noche y salía a las 5 de la mañana; me esperaba mi secretaria y con eso iba al banco a cubrir los cheques. La vez que más gane fueron 40 mil dólares y normalmente ganaba cinco ó seis mil dólares. Todo ese dinero iba a la Fundación”, dijo.

Respecto del armamento para formar una organización guerrillera, contó: “Era impresionante, teníamos de todo: armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas. El lugar donde teníamos guardadas las cosas era un pozo en el sótano de la universidad. La ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más”.

Dijo que entre 1999 y 2000 tenían “todo preparado para ir a secuestrar a Massera”.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/

Malvinas: Inglaterra «inquieta» por las medidas de Uruguay a favor de Argentina

La Cancillería británica convocó al embajador oriental en Londres, para que ofrezca «aclaraciones» sobre la decisión de no permitir atracar a buques con bandera de Falkland Islands en puertos uruguayos. El gobierno inglés dijo que un bloqueo «sería decepcionante»

La decisión del gobierno uruguayo de no permitir atracar barcos que naveguen con banderas de Falkland Islands generó una reacción hoy por parte del primer ministro británico David Camerón, calificando a la medida de “muy inquietante” y que “sería muy decepcionante que Uruguay haya resuelto apoyar los vergonzosos intentos de la Argentina”.

La Cancillería británica citó al embajador uruguayo en Londres, Néstor Moreira Morán, para «pedir aclaraciones» y «expresarle nuestra gran preocupación» de rechazar el ingreso a puertos uruguayos de barcos con bandera de Malvinas.

Las agencias de noticias internacionales destacaron que el presidente José Mújica tomó esta decisión para apoyar a su “vecino Argentina en la reivindicación de este país sobre el archipielago de las Malvinas, que Reino Unido ocupa desde 1833”.

El Foreign Office británico aseguró que sería «decepcionante» si Uruguay apoya las acciones «vergonzosas» de Argentina.

El documento dice: “Sería muy decepcionante que Uruguay haya resuelto apoyar los vergonzosos intentos de Argentina para dañar la economía y el modo de vida de los pobladores del pequeño archipiélago bloqueando su acceso al libre comercio”.

“La decisión de Uruguay es muy inquietante. Hemos convocado al embajador uruguayo esta tarde para expresarle nuestra gran preocupación y para pedir aclaraciones. Estamos considerando cuidadosamente nuestros próximos pasos”, expresó la Cancillería británica a través de un comunicado.

El comunicado continúa explicitando que no se permiten “dudas acerca de la soberanía del Reino Unido sobre las “Islas Falkland” (Islas Malvinas) y “ni nosotros ni las Falkland nos doblegaremos ante aquellos que buscan intimidar o chantajear a las islas”.

El gobierno de Cristina Kirchner viene reindicando la soberanía de las Islas Malvinas en foros internacionales y en las declaraciones en encuentros con mandatarios latinoamericanos siempre han sido de apoyo, más de allá de las resoluciones de las Naciones Unidas.

Fuente: InfoBAE.com

Zanola pagó los 700 mil pesos de la fianza y quedó en libertad

El dirigente bancario y ex titular de la obra social del gremio, Juan José Zanola, pagó la fianza de 700.000 pesos y quedó en libertad tras estar 25 meses preso por la causa de la llamada “mafia de los medicamentos”.
La suma en efectivo fue depositada en una sucursal del Banco Ciudad por su abogado, Martín Badalá, quien formalizó la gestión en la oficina del juez federal Norberto Oyarbide, en el Tribunal Federal de Retiro.

El abogado depositó también las cauciones correspondientes a la mujer de Zanola y ex administradora del Policlínico Bancario, Paula Avallay, y a su colaboradora Susana Fiona, ambas de 300.000 pesos cada una.

Los tres serán liberados hoy mismo, apenas concluyan todos los trámites procesales en distintos pabellones del penal de Ezeiza donde estaban alojados.

En cambio, otro de los beneficiados por la decisión de la Cámara Federal de ayer, el empresario Néstor Lorenzo, anunció por intermedio de su abogada Claudia Balbín que no está en condiciones de depositar los 700.000 pesos fijados ni ofrecer bienes inmuebles para materializar la excarcelación, por lo que apelaría el monto.

Por su parte, el financista Ivar Pérez Corradi depositó los 100.000 pesos que Oyarbide estableció como caución y también fue puesto en libertad.

La libertad de los últimos procesados presos en esta causa se realiza sin perjuicio de la continuidad de la causa, que tiene una treintena de imputados, pero llegarán en libertad al juicio.

Zanola está procesado como presunto jefe u organizador de una asociación ilícita para comerciar medicamentos adulterados, vencidos o robados, un cargo que también corre para Lorenzo, en tanto las dos mujeres serían participes necesarias de esa operatoria.

La Sala II de la Cámara dijo que no se justifica mantener detenidos a los procesados, ya que el prolongado tiempo que lleva el sumario se debe a “deficiencias” de la investigación y no a la complejidad de la causa, uno de los argumentos de Oyarbide para prorrogar por un año las prisiones preventivas.

Las “demoras”, de acuerdo a los camaristas Martín Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah, surgieron por la “deficiente técnica investigativa” y no por “la propia naturaleza de los hechos investigados”.

Agregaron que, para extender la prisión preventiva más allá de dos años, “no sólo debe verificarse la concurrencia de riesgos procesales sino que también debe demostrarse por qué, en una investigación en la que la detención ya ha superado el plazo aludido, su continuidad es inevitable para garantizar su finalidad”.

Fuente: Tèlam