Filipinas: 400 muertos y cientos de desaparecidos tras el paso de un tifón

Vientos de hasta 90 kilómetros por hora y lluvias intensas provocaron inundaciones y derrumbes de tierra; los vuelos están suspendidos; hay vastas zonas sin electricidad.
Al menos 400 personas murieron y otras tantas siguen desaparecidas tras el paso de la tormenta tropical Washi en el sur de Filipinas, según un balance suministrado por una fuente militar.

Los vientos y lluvias intensos azotan la zona desde anoche. Las ciudades más afectadas son Cagayan de Oro, uno de los principales puertos de la isla, e Iligan, otro puerto del sur.

Cerca de 2000 personas que habían quedado atrapadas por los derrumbes de tierra fueron rescatadas por los equipos de socorro militar en camiones, barcos y helicópteros.

La Cruz Roja Nacional Filipina (PNRC, por su sigla en inglés) trabaja en el lugar. «La cifra de muertos podría seguir aumentando porque hay muchas personas desaparecidas», dijo Gwendolyn Pang, secretaria general de la organización.

El departamento de bienestar social indicó que alrededor de 100 000 personas quedaron desplazadas de sus hogares y fueron llevadas a más de dos decenas de refugios en Cagayan de Oro e Iligan.

El alcalde de Iligan, Lawrence Cruz, explicó que muchas personas fueron sorprendidas cuando el agua subió un metro en menos de una hora.

Un promedio de 20 tifones azota a Filipinas cada año. La agencia nacional de desastres dijo que esta vez aún no puede estimar los daños a propiedades y cultivos.

Agencias AFP y Reuters

2011: El año más caro de la historia en catástrofes

Las pérdidas económicas totales para la sociedad, que incluyen pérdidas aseguradas y no aseguradas, alcanzaron una estimación de U$S350.000 millones, un aumento frente a U$S226.000 millones en 2010.

Los terremotos en Nueva Zelanda y Japón, las inundaciones en Tailandia y una serie de tormentas severas en Estados Unidos hicieron que 2011 pase a la historia como el año de las mayores pérdidas económicas por catástrofes en un solo año, indicó Swiss Re AG el jueves.

Las pérdidas económicas totales para la sociedad, que incluyen pérdidas aseguradas y no aseguradas, alcanzaron una estimación de U$S350.000 millones, un aumento frente a U$S226.000 millones en 2010, indicó la reaseguradora con sede en Zúrich. Las reaseguradoras actúan como aseguradoras de última instancia para las aseguradoras primarias, que les pagan una suma extra para obtener protección ante eventos graves como terremotos o grandes inundaciones.

La pérdida para la industria de los seguros es significativamente menor, con US$108.000 millones, aún así un aumento frente a los US$48.000 millones de 2010, porque Japón no estaba completamente asegurado. Esto lo convierte en el segundo año más costoso para la industria luego de 2005, cuando sólo los huracanes Katrina, Wilma y Rita generaron reclamos por más de U$S100.000 millones.

El terremoto en Japón representa la mayor parte de las pérdidas económicas de este año. También fue la catástrofe que se cobró el mayor número de víctimas, ya que la mayoría de las 30.000 personas que murieron debido a catástrofes en 2011 se encontraban en Japón.

La estimación de Swiss Re incluye una pérdida asegurada prevista de hasta U$S11.000 millones por las inundaciones en Tailandia, que aún prosiguen. Si aparecen otros reclamos allí, y si las tormentas del invierno afectan a Europa a fin de mes, los costos para la industria podrían superar la estimación actual.
por The Wall Street Journal

Boca: Falcioni confía en la renovación

El DT quiere seguir en su puesto y valoró el posible regreso de Pablo Ledesma. También le dio el OK a Boselli. Julio César Falcioni aclaró ayer su deseo de continuar como entrenador de Boca Juniors “con todo el cuerpo técnico” en medio de las negociaciones por la renovación de su contrato con el presidente del club xeneize Daniel Angelici.

“Están hablando los dirigentes con mi gente y esperemos que todo se concrete de la mejor manera”, confió Falcioni, quien pretende una mejora económica y cuyo nombre suena para el seleccionado de Colombia. “No han venido (con una propuesta de ese país). Todas las ofertas de trabajo seducen, pero esperemos seguir en Boca”, agregó.

Descartado Santiago Silva, Falcioni aceptó como “una posibilidad interesante” sumar a Mauro Boselli (otros que suenan son Humberto Suazo y Mauro Obolo).

También minimizó las chances de Carlos Tevez (aunque admitió que sería “un grandísimo refuerzo”) y valoró el posible regreso de Pablo Ledesma, a quien consideró “un jugador interesante”

Fuente: La Voz

LA CORONACION DE CRISTINA

El nuevo gobierno de Cristina Fernández no comenzó con los signos más auspiciosos.
Todo en el acto de jura de la primera mandataria fue una elocuente señal de que la concentración de poder y el personalismo se profundizarán, y que el marco institucional se debilitará aún más. Como tantas veces lo hemos señalado, de esto se trata la tan mentada profundización del modelo.
El rol de Julio Cobos en la ceremonia fue lamentable. La tenacidad del mendocino por cumplir su función constitucional hasta el último segundo impidió que se cumplieran los deseos del kirchnerismo de desplazarlo en ese acto, aunque cabe destacar el gélido apretón de manos mirando hacia otro lado que le dio la presidenta, una actitud que no se puede calificar más que de grosera.
El ex vicepresidente debió haber exigido con toda firmeza que fuere él quien tomara el juramento de la presidenta y el vice, tal como lo manda el art. 93 de la Constitución federal, y no aceptar mansamente que ambos mandatarios se autoproclamaran, quedando relegada su figura a una mera presencia decorativa. Si no demostró actitud para hacer cumplir la Carta Magna, hubiera sido preferible por la dignidad propia y la de su investidura que se abstuviera de concurrir a la ceremonia.
Pero eso sería sólo el inicio. Después vendría el juramento, en el que incluyó junto a Dios y a la Patria a «El», en un nuevo y artificioso intento de elevar a su difunto esposo a una condición semidivina, bastante extraña si recordamos al Kirchner de carne y hueso que hemos conocido.
Luego, la colocación de la banda presidencial, que no fue realizada por ningún funcionario electo popularmente, sino por su hija, en lo que evocaba la célebre autocoronación como emperador de Napoleón Bonaparte.
Finalmente, setenta minutos de un discurso improvisado, deshilachado, autorreferente y autocomplaciente, informal, casi de café por momentos, pletórico de errores y contradicciones, y carente por completo de las grandes líneas para encarar el desafiante futuro.
Con un sentido adanista – sello propio del kirchnerismo al que siempre lo ha caracterizado, como si la historia argentina hubiera dado comienzo el 25 de mayo de 2003 – el relato comenzó con una reseña de los logros socioeconómicos del tan mentado modelo, con una descripción tan idílica como irreal digna de “Cristina en el país de las maravillas”, parafraseando el título del famoso cuento del matemático y escritor británico Lewis Carroll.
Decisiones centralizadas en la Presidenta, intervencionismo y regulaciones parecen ser las notas distintivas de la “sintonía fina”. novedosa frase acuñada para denominar la etapa que recién comienza, jalonada por el encumbramiento al rango de superministro “de facto” del inefable Guillermo Moreno, que quedara al frente de una mega Secretaría de Comercio Exterior e Interior.
El estilo morenista seguirá, pues, imperando. Lo dijo Cristina cuando expresó que “no puede haber reglas generales para todas las empresas. El motivo es muy claro: cuando la norma es general hay poco lugar para la intervención de los funcionarios, para la manipulación, para la aplicación torcida entre amigos y enemigos, para las corruptelas, por eso las reglas de Moreno no son generales, ni siquiera escritas, sino verbales y arbitarias.
Identificó también a los nuevos adversarios del modelo los gremios y el sistema financiero, a los que advirtió que no va a titubear en regimentar en el corto plazo, frente a las dificultades económicas que se avizoran.
Al sindicalismo lo denostó al mencionarlo como “corporación” y en concomitancia con los calificativos de chantajistas y extorsionadores que en los últimos tiempos viene utilizando cada vez que se refiere a Hugo Moyano y a los sindicalistas que lo secundan, los conminó a desistir de toda exteriorización del derecho de huelga que pueda significar chantaje o extorsión.
La otra corporación vituperada fue la financiera, causante, según ella, de la crisis internacional y artífice en estas pampas de cinco corridas cambiarias, olvidando que según los números del Banco Central el 70 % de la compra de dólares en los últimos meses se llevó a cabo por montos inferiores a los 10.000 dólares, operaciones que, por su escasa envergadura, distan mucho de ser las que realizan habitualmente las entidades financieras. Por otro lado, si los bancos fueron los responsables de la fuga de capitales, queda la incógnita de develar la causa que motivó castigar a todos los argentinos con la interdicción de adquirir monedas extranjeras.
Los empresarios tampoco escaparon a sus admoniciones. Para ellos reservó el epíteto de “club devaluador”.
Calificativos peyorativos, advertencias que suenan amenazas y permanentes autoelogios fueran las notas salientes de su extensa perorata.
Los grandes temas que nos afligen a los 40 millones de argentinos estuvieron otra vez ausentes. Nada se dijo de la inflación y de la crisis energética. Ni una mención siquiera hizo de la inseguridad y de la pobreza que, en el área metropolitana Buenos Aires (Ciudad Autónoma y conurbano), envuelve al 34,9 % de la población, según un reciente estudio de la Universidad Católica Argentina.
Queda sólo para rescatar su referencia en el campo educativo a la necesidad de evaluar permanentemente a los docentes que confiamos que sea auténtica y no el producto de azuzar a los maestros de Santa Cruz, con los que mantiene pleitos de vieja data.
La asunción de un presidente es un acto formal y solemne. Esas formalidades y solemnidades tienen un sentido simbólico, no son baladíes. No se trata de un acto familiar, sino de un acto institucional.
Por eso requiere seriedad, un tono elevado, un espíritu amplio. No es una fiesta de cumpleaños de la familia Kirchner.
La transgresión a esas prácticas revela claramente la escasa importancia que la primera mandataria le concede a las instituciones. Confunde a la Argentina con un patrimonio propio.
Y es sólo el comienzo…
(*) El autor es abogado y periodista
Viernes 16 de diciembre de 2011
Fuente: Dr. Jorge R. Enríquez

Patricia Rafti: «La protección solar en los niños es fundamental porque las radiaciones en la piel son acumulativas”

LA PLATA.- La ex jefa de Dermatología del Hospital San Martín de La Plata, Patricia Rafti, se refirió al informe de la Sociedad Argentina de Dermatología que indica que el 70 por ciento del daño solar en la piel se produce antes de los 18 años. Explicó que la protección solar en los niños “es fundamental” debido a que “las radiaciones son acumulativas, por lo que los primeros años de vida van a marcar qué va a suceder con nuestra piel”.

Además, indicó que hay que educar a la población desde los primeros años de vida para generar un hábito que quede incluido de por vida. “Los chicos tienen que empezar a saber ponerse el protector solar por encima del factor 30, 20 minutos antes de ponerse al sol y cada dos horas”, detalló.

En declaraciones a Radio Provincia, Rafti recomendó no exponerse al sol entre las 10 y las 16. Son las horas en las que nuestro cuerpo no genera sombra, como consecuencia de la posición del sol.” Cuando más sombra tenemos, más estamos protegidos”, agregó.

La especialista recomendó cuidarse también los días nublados, ya que “las nubes dejan pasar el 85 por ciento de las radiaciones”.

Por último, indicó que como la piel es un órgano que se ve, “cuando se observa alguna alteración hay que hacer la consulta al dermatólogo”.

Fuente: El Intransigente

Kirchnerite lawmakers blast Schoklender

Kirchnerite lawmakers Agustín Rossi and Jorge Landau blasted former Mothers of Plaza de Mayo financial manager Sergio Schoklender and called him “a despicable being,” after he said that the Foundation used funds taken from robberies.

“I don’t believe one thing Schoklender says,” the head of the Kirchnerite caucus in the Lower House, Agustín Rossi said. “Each step he takes is related to this legal defence strategy.”

Thus, Rossi referred to the accusations involving Schoklender and alleged malfeasance and money laundering while he was the Mothers of Plaza de Mayo Foundation financial manager.

Likewise, Kirchnerite lawmaker Jorge Landau deemed Schoklender ‘a despicable person’ and said his comments aim to promote his book and to damage the Mothers of Plaza de Mayo. “I don’t believe one thing he says,” Landau stressed, just like Rossi said.

Source: Buenos Aires Herald

Elderly couple brutally killed in Tandil

An elderly Italian couple was found brutally murdered in their home in Tandil today, in the Buenos Aires Province, police sources informed. A man was detained in the area who apparently the couple owed money.

The bodies of Antonio Bravata and his wife, Francesca Crocci were discovered by a student who was renting a room in the couple’s home when they saw bloodstains all across the floor upon entering the property.

The victims, aged 60 years, were living in a chalet located along 14 de Julio street at 100, where the male student stumbled upon the bodies lying on the living room floor. Sources confirmed that all the valuables owned by the couple remained intact, which included LCD television screens, hifi systems amongst other goods.

According to the first results of the autopsies carried out on the bodies, the couple was murdered last Thursday; however the tenant found them dead on Friday night because he had been away, visiting Olavarría.

Sources stated that the couple had been living in Tandil since mid-2009 and that they weren’t very well known in the neighbourhood.

Source: Buenos Aires Herald

Tierra del Fuego governor takes office

Tierra del Fuego province Governor Fabiana Ríos was today sworn in for her second term in office, in a ceremony which took place in the Ushuaia Town Sportshall where deputy governor, Roberto Crocianalli was also sworn in.

When she was being sworn in, Ríos dedicated her pledge “in the memory of the teacher Alfred Bravo,” the socialist leader who died in 2003.

Ríos was accompanied by vice-governor Roberto Crocianelli, who was Tierra del Fuego’s economy minister during her first term.

The Ríos-Crocianelli joint ticket, which belongs to the Patagonic Social party defeated Victory Front lawmaker Rosama Bertone and Martin Pérez.

Ríos was reelected in the July 3rd elections and thus closing the schedule of governor’s swearing in ceremonies.

Source: Buenos Aires Herald

Tampered medicine case: Zanola released on bail

The head of the bank clerks union Juan José Zanola was released after paying a 700,000 pesos bail. His wife, Paula Aballay, was also released.

Federal Judge Norberto Oyarbide ordered on Thursday that Zanola could be released on bail after being arrested for two years.

Zanola is investigated in an alleged tampered medicine case in what has become known as the fake medicine mafia.

He was arrested with his wife on the morning of November 30, 2009, at his Recoleta apartment. Zanola is charged with having been the alleged head of an illegal association dedicated to selling fake or tampered medicines that were provided to members of the banking union.

Source: Buenos Aires Herald

‘CFK’s relationship with workers won’t break’

Peronist lawmaker Jorge Landau predicted that “a large majority of unionists will side with the Government,” after CGT umbrella union boss Hugo Moyano stepped down as the Peronist party provincial branch leader.

“Despite Moyano’s resignation, the relationship between the workers and Cristina Kirchner won’t break. The worker’s movement is the backbone of Peronism, not its head, because the head is always political, and Cristina Kirchner is the head of Peronism,» he stated.

Source: Buenos Aires Herald

La Plata murders’ main witness receives death threats

One of the most important witnesses in the La Plata quadruple murder case, where three women and a young girl were killed, was forced to move after receiving death threats and it was being analysed whether they would be put into a witness protection program, the public prosecutor leading the case today announced.

The death threats were being sent to Oscar Paniagua, neighbour of Osvaldo Martínez – the only person arrested for the crime and who now, under the order of public prosecutor Alvaro Garganta on Thursday, is under preventative imprisonment accused of being coauthor of the crimes.

Garganta stated that Paniagua, “was the one who saw Martínez arrive to his house in melchor Romero at 1.40 am (the night of the murders), which puts him under threat now.”

The public prosecutor furthered that, “the witness has moved house, and we are evaluating the prospect of entering him into a witness protection program,” during a radio interview.

Martínez stated that that night he had fallen asleep at home and only woke up at 1.30 am to put away his car, but Paniagua assures he saw him arrive speedily with his Fiat Uno, open the garage door violently and then slam it shut.

The witness stated that the accused returned to his house at 1.40 am, after the time that the women are estimated to have been murdered, and further stated that his neighbour had never acted in such a way as he did that evening.

In spite of this, Garganta also disclosed that “four witnesses from the neighbourhood put up to give evidence on the Martínez never showed up to declare.”

On November 27, the bodies of Bárbara Santos (29), her mother Susana de Bartole, her daughter Micaela Galle (11) and a friend, Marisol Pereyra (35) were found in a flat along 28 Street, between 41 and 42.

Source: Buenos Aires Herald

CGT says tensions are cooled with Government

The head of the Judicial union, Julio Piumato, and the head of the textile trade union, Jorge Lobais today assured that there was no breaking up of the relationship between the CGT and the Government, but made clear that they could go forward to the Judiciary to reclaim the debt they have regarding union health insurance payments.

The two directors, aligned with the umbrella union’s boss, Hugo Moyano, informed that the main workers union, “still supports the Government,” which remains in talks with ministers and that “President Cristina Kirchner is the one who should run things.”

Piumato assured that “Moyano was extremely sincere” during his speech on Trucker’s Day, when he announced him stepping down from his PJ national and provincial duties, and reclaimed the raise of the minimum tax floor, earnings and the Government’s debt regarding health insurance.

Source: Buenos Aires Herald

Libro de Schoklender: «El Ministerio de Planificación funciona como una caja negra»

El ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo acaba de sacar un libro, «Sueños postergados», en el que denuncia la existencia de «cajas» negras; además habla de los «caprichos» de Hebe de Bonafini y de su plan para secuestrar a Massera

Luego de las denuncias en su contra por irregularidades en el programa de construcción de viviendas Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo y de sentir que desde el poder se le «soltaba la mano», Sergio Schoklender decidió de publicar «Sueños postergados».

En el libro, que fue editado por Planeta, el ex apoderado de Madres explica que la inflación y la corrupción pusieron fin al proyecto. Además, denuncia la existencia de cajas en todos los ámbitos del Gobierno.

Lo que sigue son los textuales más escandalosos:

Las cajas
«La política gubernamental se financia con la caja del Estado. En la Argentina nadie sabe cómo funcionan el sistema judicial, la obra pública, las contrataciones ni cómo es el verdadero manejo del presupuesto nacional. Hoy, todo lo que sucede en el Congreso es una ficción, todo lo que sucede en términos de obra pública es una ficción. ¿Quién cree que los funcionarios públicos viven de su sueldo nominal? ¿Quién puede creer en la independencia del Poder Judicial del Ejecutivo?»

«El problema principal que tenían los funcionarios del gobierno era que los métodos de la Fundación impedían que parte del dinero cayera en el fondo oscuro de la caja política. Ninguna área del gobierno se maneja con el presupuesto oficial. ¿Cómo se podrían contratar profesionales y funcionarios que cobren el sueldo nominal? Los desvíos son inevitables. Todos están obligados a juntar recursos para tener un buen staff profesional. Se debe crear una caja política a cualquier costo».

«La caja del gobierno podría dividirse en tres cajas básicas. La primera está sustentada por la necesidad real de fondos para sostener a funcionarios cuyos verdaderos sueldos no se blanquean. La segunda es corrupción lisa y llana, caja para que se enriquezcan los De Vido, los Jaime, los López, los Bontempo y toda esa clase de personajes. La tercera es aquella destinada al mantenimiento de las enormes estructuras de las organizaciones sociales que Néstor Kirchner ordenó financiar para poder construir una base social propia».

Néstor Kirchner
«Néstor le dio aire fresco a la Federación de Tierra y Vivienda de Luis D’Elía, al Movimiento Evita, a un sector de la Corriente Clasista y Combativa o al Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados de Raúl Castells. No solo les dio planes, subsidios y becas sino que estableció una caja para solventar los gastos que implicaba la movilización».

«Con Néstor vivo, el escándalo de Sueños Compartidos no hubiese ocurrido nunca. El habría salido con los botines de punta a defender el proyecto y, por sobre todas las cosas, a las Madres. Cuando Néstor murió, todo se descalabró».

Cristina Kirchner
«Sus grandes enemigos (tras la muerte de Néstor) eran Aníbal Fernández y Alicia Kirchner».

Hebe de Bonafini
Libro de Sergio Schoklender.

«Hebe es eso: un gran mito, con momentos de intensa lucidez y protagonismo pero también con enormes flaquezas humanas. Hebe se había instituido en un símbolo valioso para nuestra sociedad. Demasiado valioso. Aunque fuese un símbolo falso, aunque tuviera pies de barro».

«Hebe sabía de toda esta situación (las coimas y los retornos), pero cuando se trataba de confrontar con el gobierno se callaba la boca. Hebe nos dijo que cerráramos el pico. Yo le explicaba que se estaban robando fondos con ese accionar. Hebe respondió: ‘Bueno, ellos necesitan el dinero para moverse o para poder sostener otros proyectos».

«Los caprichos de Hebe: la radio, la editorial, el libro de fotografías de las Madres que costó millones, el auto con chofer en el que se movía, la seguridad, más oficinas, más departamentos. Las necesidades de su hija Alejandra: primero un auto, después otro, computadoras, un departamento de 90 mil dólares y después una casa de 384 mil».

«Hebe había dejado de ser la mujer que viajaba todos los días en colectivo. Ahora era la mujer que no viajaba en avión si no le sacaba un pasaje en primera clase. En sus viajes al Interior se alojaba en hoteles de primera categoría. Su hija Alejandra viajaba por el Caribe cada vez que se sentía deprimida, con dinero que salía directamente de la caja que manejaba Hebe».

«En el 2000 salimos a recaudar fondos de cualquier manera. Y cuando digo de cualquier manera , estoy diciendo que esas acciones implicaban que en cualquier momento, tanto yo como otros compañeros, podíamos terminar presos».

Julio De Vido
Libro de Sergio Schoklender.

«Cada ministerio debe hacer su propia caja. En el ministerio de Julio De Vido se recurre a contratos de obra pública truchos, a remodelaciones que se hacen dos o tres veces o a presupuestos exorbitantes. En el caso del Ministerio de Obras Públicas la cuestión era muy sencilla porque tienen grandes obras de las que pueden sacar dinero. También tienen una enorme cantidad de licitaciones truchas que no controla nadie. El área principal de donde se sacan fondos de manera indiscriminada es la obra vial y las grandes obras de remodelación».

«El ministerio que se manejaba con mucha más impunidad era el de Obras Públicas. El cajero histórico de De Vido era Roberto Baratta, secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación. Hoy es un yuppie por el que tienen que pasar todas las empresas que contratan con el Estado para aportar. La gran caja es la obra vial y las enormes refacciones.

«De Vido se ocupaba de los grandes negocios. De las grandes represas, de la reforma del Correo Argentino para esa obra delirante y descomunal que es el Museo del Bicentenario. En el mundo de la obra pública hay un famoso «anticipo» del que todos hablan. Se trata de la cometa que recibe (el subsecretario de Obras Públicas, José) López por parte de las empresas. Por cada contrato de obra pública a cada empresa se le da un anticipo. El «anticipo» es un requisito instalado que deviene en coima. Así las cosas, el Ministerio de Planificación Federal funciona como una caja negra de la que nadie puede obtener información».

Oscar Parrilli
«Parrilli tenía como caja principal todas las remodelaciones en la Casa de Gobierno. También recurría a obras como las que se hicieron para los festejos del Bicentenario. las contrataciones de cartelería, los stands y toda esa parafernalia enorme constituían partes de la caja. Yo me enteraba de las sumas escandalosas que exigía en coimas para el otorgamiento de cada una de las obras. Retornos del quince por ciento, veinte por ciento, treinta por ciento del presupuesto total. Era un sobreprecio que debía retornar automáticamente. Parrilli distribuía esos fondos y así mantenía la estructura de su área. Era su caja».

Daniel Filmus
«Durante la gestión de Daniel Filmus al frente del Ministerio de Educación, la caja grande se hizo con el cuento de la impresión y distribución gratuita de libros. En la UBA se licitaba un millón o dos millones de libros, pero en realidad se imprimían cien mil. Entonces el retorno estaba asegurado. La totalidad de las licitaciones está arreglada».

Alicia Kirchner
«El Ministerio de Desarrollo Social tenía otra forma de manejarse. Cuando necesitaban hacer caja, pagar rentas de militantes o llevar gente para que aplaudiera a Alicia Kirchner en los actos, firmaban convenios. A nosotros nos obligaban a firmar convenios entre la Fundación y el Ministerio para la creación de programas de centenares de promotores que en teoría debían realizar algún programa social. Le transferían el dinero a la Fundación, que tenía que pagar la ‘beca’ a cada uno de los promotores».

Norberto Oyarbide
«Su problema no era la homosexualidad, claro, sino que la ejercía en prostíbulos masculinos, lo que lo llevó a ser socio extorsionado de los proxenetas. Ellos le proveían taxiboys y él les garantizaba que la policía no se metería con sus prostíbulos».

Aníbal Fernández
«Aníbal junta carpetas con fotos de personalidades relevantes borrachos, drogados, en una fiesta con dos mujeres si la persona es heterosexual, con dos hombres si es homosexual y un través si es bisexual y así hasta el infinito».

La Cámpora
«La Cámpora no deja de ser un montón de yuppies que quieren tener su oficina, una secretaria con minifalda, auto con chofer y sueldos disparatados. Además de un séquito de asesores parásitos y militantes rentados».

Los medios
«Todos los entrevistadores tienen su precio, desde Mirtha Legrand hasta Eduardo Feinmann. El tributo que se les paga a los medios para que no les peguen a un político o para que hablen bien de él se maneja a través de las consultoras. Doris Capurro manejaba los fondos de los medios de un par de provincias».

Los piqueteros
«La mayoría de las organizaciones populares lo único que hacían era reclamarle fondos al gobierno para poder mantener una dirigencia rentada y juntar gente para los actos. Nunca los vi realizar un trabajo concreto. Los peores de ellos siempre fueron Héctor Tumini, de Libres del Sur, y Luis D’Elía».

La ilusión de la lucha armada
«Nuestro objetivo (en los noventa) era la revolución. La única salida que se veía lógica era la lucha armada. En aquella época en el sótano de la universidad guardábamos de todo. Si me llamaban a medianoche, yo pensaba que había volado la universidad. Cuando se produjo el enamoramiento entre Hebe y Néstor tuvimos que sacar todo lo que había en el sótano y hacerlo desaparecer».

El plan para secuestrar a Massera
«En cierto momento propuse que realizáramos lo que llamé ‘la operación Massera’. Le planteé a Hebe ir a buscarlo. Me dijo que no era el momento y que la forma tampoco correspondía

EL CHANTAJE K

La presidenta Fernandez de Kirchner ha decidido sacarse la careta que mal disimulada utilizó durante los ocho años de administración pingüina. Está claro que su verdadero rostro es el de la burguesa explotadora, que sólo no querían ver los integrantes del cipayaje vernáculo, más allá de aquellos que, arrinconados por la miseria, no les queda otra que aceptar los condicionamientos de los que viven del sudor ajeno.

El triunfo en las últimas elecciones presidenciales la envalentonó de tal manera, que ya no cuida las formas y empieza a decir lo que realmente piensa. Y, cuando eso se transforma en política, lo que se pone en riesgo es el patrimonio del pueblo argentino y la seguridad y la libertad de quienes se oponen a ella. Así, por ejemplo, apura la aprobación de las leyes propuestas por el oficialismo a libro cerrado (gracias a la mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso). La ley de Presupuesto, donde se sigue reconociendo y pagando la Deuda Odiosa y se mantienen los subsidios (a pesar de la andanada propagandística del oficialismo que dice lo contrario) por $70.000 millones; la Ley de Tierras, donde se consolidan los derechos de los terratenientes extranjeros que ya ocupan alrededor de 30 millones de hectáreas de nuestro territorio (ni pensar en una redistribución equitativa de la tierra); o la profundización de la Ley Antiterrorista a pedido de las corporaciones internacionales, que agravará la judicialización de la protesta popular, son muestras de una derechización sin disimulo de la “señora” y su troupe.

El ejemplo más claro de este desenmascaramiento es el “nuevo” posicionamiento hacia la clase obrera, expresado claramente en el discurso de reasunción, y dirigido a la oficialista CGT. Para la presidenta, el derecho a huelga debe ser controlado, porque si se “desboca”, pasa a la categoría de “chantaje”.

En primer lugar, habría que decirle a la “señora”, que el derecho a huelga reconocido por el sistema burgués, se lo ganó la clase obrera a costa de la sangre, el sacrificio y la lucha de miles y miles de trabajadores que lo ejercieron a pesar de los intereses de los patrones. Y mientras exista el sistema de explotación, con leyes que lo permitan o no, lo seguirán ejerciendo, le guste o no a la patronal. Por más que algunos (o algunas) boconeen su desprecio a las prácticas del proletariado

En segundo… ¿quién puede definir cuándo un reclamo pasa a la categoría de “chantaje”, si lo que sale a la superficie siempre es la contradicción irreconciliable entre los intereses de los explotadores y los explotados? Si la presidenta, según dice, quiere “conciliar” lo irreconciliable (peronismo= “conciliación de clases”= utopía imposible, valga la redundancia)… al denunciar el derecho a huelga, se pone claramente (por si hacía falta más) del lado de la patronal.

Esta confesión de clase de la presidenta hace insostenible el discurso de los que cacarean el supuesto de que éste es un gobierno “de los trabajadores”. Ningún gobierno de ese tipo le pondría techo a las paritarias, ni se mofaría de las consecuencias físicas que generan las prácticas laborales, sean tendinitis o diarreas. Mucho menos encorsetaría los reclamos, o le cobraría impuestos al salario, ya sea a través del IVA a los productos de la canasta básica, o considerándolo “ganancia”. La conducción cegetista es la representación formal de la clase obrera, pero todos tenemos en claro que sus aspiraciones poco tienen que ver con la liberación de los trabajadores como clase social. Moyano y sus secuaces han sido funcionales al “modelo” kirchnerista, a sus dichos, de “capitalismo serio”; sin embargo, parece que sus servicios ya no son necesarios para la administración “k” , y comienza un camino de estigmatización del camionero. Es que aún con la funcionalidad al poder de la patronal de “Hugo” y los suyos, los objetivos políticos de éstos son demasiado “radicalizados” para los planes presidenciales. La exigencia de la suba del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias que descaradamente se aplica a los salarios, y la pretensión de distribuir entre los trabajadores el 10% de las ganancias empresariales, hacen aparecer al secretario de la central obrera casi como un bolchevique a los ojos de un gobierno de derecha como el kirchnerista. Los trabajadores tendrían que tener muy en cuenta estos datos de la realidad, porque un gobierno como éste jamás podría representar y defender sus intereses.

La advertencia presidencial, entonces, hay que tomarla como lo que es: una amenaza a los trabajadores. Y un atisbo a lo que vendrá. La ya mencionada profundización de la Ley antiterrorista será un instrumento perfeccionado de “domesticación”, y allí donde las fuerzas de seguridad no tengan cabida, las camisas pardas de “La Cámpora” y las patotas al servicio de los kapomafia del conurbano actuarán como fuerza de choque y aleccionamiento.

Todo para mantener y profundizar “el modelo”, que no es más que ese “capitalismo serio” del que tanto habla la “señora”, capitalismo al fin, explotación al fin, desigualdad al fin, pocos ricos y muchos pobres al fin. Se seguirá pagando la Deuda a los buitres financieros, se seguirá entregando nuestro petróleo, continuará la criminal explotación minera a cielo abierto, la sojización que aumentará la expulsión de los pueblos originarios y campesinos pobres… Todo cosa “seria”, realmente

La exigencia de “seguridad jurídica” para invertir por parte del imperialismo no se toma como una extorsión, porque para un gobierno que defiende los intereses de los patrones, tal forma de pensar es lo normal y correcto.

En cambio, que un trabajador pare su herramienta para reclamar una vida mejor, es un insulto para los explotadores y para el gobierno que los representa.

A buen entendedor, lo que ha querido decir la “señora” en su discurso de reasunción, es “Trabajen sin chistar, muchachos, porque si no los dejamos sin laburo, y si siguen jodiendo, los cagamos a palos”

Eso sí es chantaje. El chantaje de los poderosos

Fuente: Gustavo Robles

Mario Barletta es el nuevo jefe de la UCR

ARGENTINA.- El santafesino Mario Barletta fue designado esta noche nuevo titular de la Unión Cívica Radical (UCR). La decisión fue adoptada en un plenario efectuado en la sede del Comité Nacional del partido, que incluyó -en la previa- enfrentamientos a golpes y palazos entre dos grupos juveniles.

Barletta, ex intendente de Santa Fe, fue respaldado por la mayor parte de los 88 delegados. El dirigente había llegado con el apoyo de Ricardo Alfonsín y el ex vice Julio Cobos, entre otros. Así, sucederá en el cargo al mendocino Ernesto Sanz. Un bonaerense, Alberto Casella, quedó a cargo de la secretaría general.

Antes del comienzo de la convención, la puerta del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) fue escenario de incidentes que incluyeron golpes y palazos entre dos grupos de la Juventud Radical.

Los incidentes se produjeron cuando dos sectores de la Juventud Radical se trenzaron a golpes y palazos por la ocupación de lugares en la sala donde, desde las 18, se desarrollará el plenario para elegir al nuevo jefe partidario.

La pelea fue protagonizada por militantes de la Cantera Popular y la Red Federal de la JR. Un militante resultó herido como consecuencia de los golpes, en tanto militantes aguardan en la puerta de la sede partidaria con cánticos como: «Juventud radical, por la lucha popular». Informó Clarín.

Fuente: El Intransigente

Muerto en vida

Una tarde con Sergio Schoklender)

.Esto es, sin duda, un despropósito. Es probable que no haya habido, en este sistema bloguero, muchas entradas/posts de este tamaño. Pero su largo –unas 25 carillas– es una de las razones por las cuales decidí publicar esta entrevista en este lugar. Solemos creer que internet exige textos cortos; no nos paramos a pensar que internet permite, entre tantas otras cosas, textos del tamaño que cada cual decida. Quizás éste sea un exceso, o quizás haya lectores todavía, gente a la que no le asusten unas cuantas páginas si les cuentan algo que les interese.

Por otro lado, no quería publicar este relato de una larga tarde con quien es, para muchos argentinos, la encarnación del Mal, en un medio argentino: su sentido habría cambiado mucho. Virtuales, extraterritoriales, estas líneas son un intento de presentar a uno de los personajes más y menos conocidos de mi país: Sergio Schoklender, el parricida, el preso, el extremista, ahora el estafador. Para los argentinos es un modo de profundizar en una historia muy cercana; para españoles y otros latinoamericanos, una buena aproximación al paisaje de la Argentina actual.

A lo largo de esa tarde Schoklender me dijo muchas cosas que me sorprendieron. Aquí están sus relatos de cómo roba el Estado argentino, de cómo las Madres de Plaza de Mayo se financiaron con asaltos, de cómo los medios se venden a los políticos, de cómo Cristina Fernández abandonó el proyecto Sueños Compartidos, entre otros. Si alguien –algún medio o persona– quiere reproducirlos es libre de hacerlo; solo le pido que cite la fuente, o sea: que diga de dónde los sacó.

Para quienes prefieran bajarlo y leerlo off-line o imprimirlo –que de todo hay en la viña del señor–, hay una versión en pdf aquí mismo.

Entonces él dijo que quizá no tendría que haber dicho eso, y parecía que estaba diciendo la verdad. Yo lo creía; me sorprendió que él también creyera que no tendría que haber dicho eso. Fue un momento fuerte: como de quien, hablando, entiende algo. No es lo que suele pasar en una entrevista pero, para entonces, ya llevábamos más de dos horas de palabras, de miradas cruzadas, de cafés.
–No te preocupes. Yo sé que uno no siempre llega cuando quiere.
Me había dicho Sergio Schoklender cuando aceptó, en la puerta de su casa, mis disculpas por la demora. Yo me había perdido: su casa –o su es casa– está detrás del cementerio, en una calle que no conocía. A él tampoco, pero fuimos amables: nos dimos la mano y me invitó a pasar:
–Bienvenido a la casa de mi ex mujer.
La casa de su ex mujer, que construyeron juntos hace unos años, es, para empezar, un paredón sin historia en una calle legañosa de Chacarita y, detrás, tres pisos de un arquitectura moderna, a la moda, con ese aire brishoso, inquieto de tan quieto, que tienen los lugares más decorados que vividos.
–Ahora gracias al juez Oyarbide estoy viviendo otra vez con ella.
Dice Schoklender. El juez Oyarbide, el que atiende su causa, es una de sus bestias negras: ya tendrá tiempo de hablar, largamente, de él, de sus excesos, de los videos con que lo chantajean. Mientras tanto me explica que, como tiene todos sus bienes embargados, su ex mujer lo acogió por un tiempo en la casa, y que siempre tuvieron una buena relación y a veces se iban de vacaciones juntos y que tienen a Alejandro, su hijo de 12, que los une y que estaban distanciados porque él viajaba mucho y por esas cosas de la vida pero que ahora esas mismas cosas los reunieron y que por culpa de ese juez no tiene un centavo y corre la coneja y tuvo que vender, en estos días, su saxo y su moto.
–Moto y saxo tenor: la juventud, de algún modo.
Le digo y él me dice sí, la juventud, sonríe. Sergio Schoklender ya tiene 53 años, y ahora estamos en el tercer piso de la casa, el play room, a punto de sentarnos: las sillas son unos bancos como de bar muy altos; hay que sentarse encima y accionar una palanca para que los bancos bajen a la altura de sillas y nos permitan sentarnos junto a una mesa enorme, muy pulida. Sobre la mesa, solo su laptop y el brillo de una madera poco usada. Schoklender me pregunta si no quiero un café. Yo quiero y le pregunto cómo definiría su situación actual y me dice, con un tono muy suave, muerto en vida.
–¿Cómo?
–Muerto en vida.
Repite, e intenta una risita pero tose.
–Que ahora soy un muerto en vida. Digo, en este momento llevo ya seis meses imputado, inhibido, sin poder trabajar, con todos los bienes congelados, las empresas trabadas, las cuentas bancarias bloqueadas en una causa que ya es un disparate interminable que nadie lo puede desarmar. Armaron una hipermegacausa de 120 cuerpos, más 37 equipos informáticos que hay que bajar, 96 imputados, 140 empresas investigadas. Es una cosa que nadie puede sostener. Así que me vine a vivir con mi ex esposa, porque estoy en la calle. Ahora soy, cómo decirlo, un mantenido.

Su ex esposa, Viviana Sala es médica psiquiatra y Schoklender la conoció en la cárcel, cuando ella fue a hacerle unas pericias. Después se casaron, tuvieron un hijo, se divorciaron y conviven y él insiste en que ella es muy buena, rebosante de títulos, repleta de pacientes, “especialista en psicooncología, psicofarmacología, con maestrías que no se pueden ni nombrar”, y que ahora viven de lo que ella gana y que ella también está incluida en la causa de Oyarbide y que a ella también la amenazaban.
–Cuando empezó toda esta historia me volvieron loco. Era cosa de llamados telefónicos, coches parados en la puerta, en la esquina. De llamarme y decirme sabemos dónde estás, sabemos qué estás haciendo, tu hijo sale a tal hora del colegio y va a tal y tal lugar. Así todo el día.
–¿Y quién era?
–Gente de la SIDE, de los servicios de inteligencia y todo ese enredo que estaba alrededor de Aníbal Fernández.
Dice, y que desde que Fernández, el penúltimo jefe de gabinete, ahora en desgracia, empezó su caída, las amenazas se volvieron más raras: ahora se paró el tema, dice, pero nos hiceron la vida imposible durante un tiempo largo.
–¿Y cómo te afectan las amenazas?
–Bueno, te podés imaginar que estando con Hebe las amenazas eran lo habitual. Nunca les dimos mucha importancia. Después el hecho de exponerte en primera plana de todos los medios como el tipo que estafó a las Madres… no podía sonarme la nariz que el tipo que pasaba por la vereda me puteaba.
–¿Y tomaste alguna medida?
–Somos un poco más… mi hijo no va ni viene solo del colegio, estamos atentos ante cualquier cosa rara, pero tampoco nos enloquecemos. No podés vivir sino. Ni tengo plata para poner custodios ni los pondría. Ya de chico me tocó vivir eso, ahora no lo haría.
Schoklender habla seguro, como quien sabe qué decir: habla seguro pero fuma. Fuma sin parar, un negro tras otro, y las manos, por momentos, le tiemblan en el encendedor, el cigarrillo, y dice que en las últimas semanas incluso lo borraron de los medios, que durante un tiempo lo tenían todos los días en la tapa, que ni que fuera la guerra de las Malvinas, dice, y de pronto más nada:
–¿Y vos dónde pensás que vas a publicar esta entrevista? No va a ser tan fácil…
Schoklender trabaja mucho con la prensa. Cuando estalló su conflicto con las Madres eligió los medios con los que habló –empezó por Clarín, gran enemigo del gobierno– y lo que iba diciendo: regulando el tono del enfrentamiento. Y la sigue usando: hace unos días estuvo en un programa de televisión contando viejas historias de su juez, Norberto Oyarbide, con taxi boys, prostíbulos, sobornos: apretándolo, para decirlo amablemente.
–La realidad es que Oyarbide es la antítesis de lo que debería ser un juez en una república: un lacayo al servicio del Poder Ejecutivo, que le manda todas las causas que a le interesan.
Schoklender trabaja mucho con la prensa: después, durante las horas que dure esta entrevista, más de una vez me voy a preguntar por qué me habla: qué dice, a quién lo dice, por qué yo.

Sergio Schoklender no es muy alto ni muy gordo ni muy flaco, ojos chiquitos entornados, labios finos, una de esas barbas de cinco días que ya no son un azar del momento sino una forma laboriosa de detener el tiempo. Sergio Schoklender tiene una remera –de esas que mi tía Pechuche habría llamado chomba– azul con rayitas blancas y amarillas, un bluyín, anteojos de marco negro angosto y un reloj cuadrado, grande, que le ocupa demasiado de muñeca; las uñas, en cambio, están muy bien cuidadas, dedos cortos.
–¿Y cómo fue que decidiste escribir este libro?
Porque la excusa de todo esto es ésa: un libro. Está por salir un libro suyo, Sueños postergados, que debería contar la otra versión de los escándalos del invierno pasado. Por ese libro, supongo, Schoklender me recibe esta tarde; por ese libro diarios y revistas van a volver a ponerlo en sus portadas.
–¿La verdad? ¿La verdad absoluta?
–Si se puede elegir…
–La verdad es que me pagaban un anticipo que nos venía muy bien porque estábamos sin un peso. Esa es la pura verdad. Una cuestión puramente económica. No es el libro que hubiese querido. A ver, es un libro que responde a una coyuntura política muy particular, a un requerimiento de la editorial. El libro que yo hubiese querido es un libro de más anécdotas, más rico en análisis político, el momento que se está viviendo en el mundo. Pero este fue el libro que me permitieron escribir en muy poquito tiempo y que me permitió decir algunas cosas que creo que había que decirlas. Pero el motivo principal fue la plata.
Supongo que es su estilo: el que lo hace particular, interesante. Muy poca gente diría que escribe un libro –donde cuenta cuestiones más que delicadas– por la plata. Aunque muchos lo hacen, aunque muchos pudieran sospecharlo; se supone que nadie dice nada que lo desprestigie mientras pueda evitarlo. Así que dirían que necesitaban sacárselo de adentro, que el pueblo tenía que saberlo, que se lo debían a la memoria de los dinosaurios; no que lo hacen por la plata. Es un estilo: honestidad brutal, digamos. Pero, de algún modo, Sergio Schoklender lleva muchos años dando la impresión de que ya no tiene nada que perder.

El 31 de mayo de 1981, mañana destemplada, el portero de una casa del barrio Norte de Buenos Aires vio que del baúl de un coche grande, nuevo, estacionado, caía sangre. En esos días toda la Argentina chorreaba sangre –pero se mataba por ignorarlo. Ese chorro, en cambio, se convirtió en la noticia del año cuando la policía informó –en esos tiempos, la policía informaba– que los muertos eran Cristina Silva y Mauricio Schoklender, un matrimonio que vivía con lujos y custodios porque él, ingeniero, dirigía una de las empresas más prósperas de aquel país: Pittsburgh & Cardiff, dedicada, entre muchas otras cosas, a la importación y construcción de submarinos, fragatas, tanques y otras armas de guerra. La noticia era cruda; lo fue mucho más al día siguiente, cuando se empezó a oír que sus hijos eran los asesinos.
Años después, cuando la justicia se pronunció sobre el asunto, creyó saber que, aquella noche, todo empezó cuando los Schoklender llevaron a sus tres hijos –Sergio, Pablo, Valeria– a comer a un restorán nuevo de la costanera para festejar el cumpleaños 23 de Sergio. Y que comieron y bebieron y, de vuelta en su departamente de Belgrano, la señora Cristina quiso tener –otra vez– algún modo de sexo con su hijo menor y que los dos hermanos le partieron la cabeza con un palo y la estrangularon con una cuerda. Y que después se pasaron un par de horas discutiendo qué harían con el padre –que seguía durmiendo– y que por fin decidieron matarlo también y que le rompieron el cráneo a palazos y que llevaron los dos cuerpos al baúl del coche, salieron, dejaron el coche por ahí, huyeron cada cual por su lado. Y que Sergio Schoklender se fue a Mar del Plata, se registró con nombre falso en un hotel, se contrató una puta y al día siguiente o al otro, cuando sintió que el cerco se cerraba, se compró un caballo e intentó la penúltima fuga. Su cabalgata no llegó muy lejos. Cuatro años después lo condenaron a 21 años de cárcel; en su declaración se hizo cargo de todo y exculpó a su hermano. Los jueces al principio le creyeron; después, un tribunal de apelación condenó también a Pablo –que, para entonces, ya había huído a Bolivia. Sergio Schoklender es, en la Argentina, un personaje con una historia demasiado clara, alguien que, durante tantos años, pareció que no tenía nada que perder. Su historia me interesa, me llena de dudas, pero por ahora no le pregunto sobre eso. No sé cómo hacer para preguntarle sobre eso: uno no llega a una casa y le dice a un señor muy amable que te ofrece un café, que te prepara un café en una máquina muy cara, que te pregunta si querés azúcar o sacarina o leche o crema, cómo fue que se le ocurrió matar a su mamá. Así que, por ahora, trato de hablarle de otras cosas.
–¿Y cuáles eran esas cosas que te parecía que había que decir? ¿Qué es lo que te importaba decir en este libro?
–Básicamente que hay dos realidades totalmente distintas en cuanto al manejo del estado y la política. Por un lado, lo que te cuentan, lo que suponés que pasa y, por el otro, lo que realmente sucede. Y también quería contar qué era el programa Sueños Compartidos, que para mí es el programa más hermoso que pudo haber creado alguna vez este país. Y quería contar también, en medio de este dolor, lo que eran las Madres, lo bueno y lo malo, lo valioso de esa lucha y los errores cometidos. Eso quería, más o menos.
Yo le digo que bueno, que me cuente.

Aunque sigo pensando en su libro escrito por la plata: cuando alguien dice algo tan aparentemente franco, los demás tendemos a creer que el resto de lo que diga también será verdad. Y a veces lo es, pero no tiene por qué serlo.
–Sí, había un par de cosas que yo quería contar. Para empezar, cómo funciona el tema de las obras públicas. Es todo una ficción, puro relato.
Sergio Schoklender debe saberlo: durante varios años dirigió el programa Sueños Compartidos, a través del cual la Fundación Madres de Plaza de Mayo recibió mucho dinero del Estado para construir viviendas populares: entre 740 y 1200 millones, según quién te lo cuente. De ese programa, en última instancia, vino todo el conflicto.
–Primero, es una mentira que el Estado haga licitaciones. Toda esta cuestión de las licitaciones, concursos de precios, de calidad y de tiempo es una enorme mentira. Los contratos están asignados antes de que salga el pliego, y el pliego se arma de acuerdo al convenio que se haga con alguna empresa o pool de empresas constructoras amigas, donde entre el 15 y el 25 % de ese valor automáticamente tiene que ir como retorno para financiar la política. Porque la gran ficción es cómo se financia el Estado. Esto no es privativo en la Argentina, esto sucede en el mundo; tal vez acá se puso más en evidencia. A ver: acá antes la política se financiaba básicamente con los fondos reservados de la SIDE que eran incalculables –por eso eran reservados–, porque lo que no se blanquea nunca es que los funcionarios no viven del sueldo que figura en los papeles. No podrían hacerlo. Vos no podrías mantener una planta de profesionales de cierto nivel con el sueldo nominal del Estado. Entonces necesitás financiar ese sobresueldo que necesitás para mantener una planta estable en los ministerios.
–¿Y cómo se entregan esos sobresueldos?
–En efectivo, en mano a cada funcionario político a fin de mes.
–¿Y qué orden de dinero sería?
–Hoy ningún funcionario de primer nivel vive con menos de 20 mil dólares mensuales. Y sus sueldos nominales son de 20 mil pesos. Vos no tenés un ingeniero de primera línea para la subsecretaría de Obras Públicas de la Nación con un sueldo de 20 mil pesos. Por más que le pongas coche, chofer, teléfono celular y demás, digamos, ¿cómo los retenés? Si la actividad privada les generaría muchísimo más… El otro tema es que se necesita dinero para financiar actos, campañas políticas. Lo cual es entendible, si no los únicos que podrían hacer política serían los que tienen plata.
–Si la política se hace con plata, sí. Pero se podría hacer de maneras donde la plata no importe tanto. Siempre se pudo…
–Se necesita plata para hacer un escenario, para llenar la plaza, para cartelería, afiches, micros, gente. Eso se hace con plata.
–Hay situaciones en que las plazas se llenan sin micros ni sanguchitos…
–Sí, pero en general son situaciones de protesta o de reclamo. Para que te vayan a aplaudir y agiten tu banderita, en general necesitás poner unos mangos. Entonces ya tenés dos cuestiones: la plata para mantener una planta permanente y la necesidad de financiar esta forma de hacer política. Y después tenés las ambiciones personales de un sinnúmero de funcionarios o de gente que cree que además de ganar bien, su paso por el gobierno tiene que salvar a varias generaciones de sus descendientes. Entonces, ¿cuál era la gran discusión que yo tenía con el gobierno? Si vos tenés partidas de megaobra pública –los túneles, las represas, las hidrovías, todas esas obras gigantescas– no te metas con la leche del comedor para los chicos, no me chorees del presupuesto para villas y asentamientos. No la saqués del último escalón, sacala de donde sobra. Porque claro, la Argentina se sigue manejando a través de la Jefatura de Gabinete que te reasigna el presupuesto como quiere. Entonces de la noche a la mañana las partidas que se asignaron para educación o para vivienda o para salud van a parar a otro lado. Pero a su vez en cada ministerio tiene esa misma facultad interna, entonces ellos pueden mover esas partidas libremente. Yo de pronto me encontraba con que una partida que nosotros necesitábamos para seguir construyendo en alguno de los barrios, desaparecía. ¿Cómo que desapareció? Sí, porque Cristina resolvió lanzar el plan netbook. Pero negro, sacá la plata de de otro lado… Hay cosas que me parecen muy bien, y el Estado tiene que hacerlas y hay plata para hacerlas, o por lo menos hubo, en estos años de bonanza ilimitada. Pero no me chorees del último escalón.
–¿Lo que vos decís, entonces, es roben pero razonablemente? O sea, saquen de los lugares donde más sobra y no donde más hace falta
–Suponer que esto se va a terminar simplemente porque no es ético es…
Dice Schoklender y, en medio de la catarata, para a pensar una palabra: me parece que quiere ser amable, pese a todo.
–¿Es qué, cuál es el adjetivo?
–Una pelotudez o una ingenuidad. Yo no soy ingenuo; ésa era la realidad con la que tenía que convivir. Yo les acepto que paguen una planta permanente con sobresueldo que no figura en ningún lado, les acepto que necesiten plata para hacer política de esta manera, les acepto que haya funcionarios o un entorno que tenga que enriquecerse y garantizarle el bienestar a varias generaciones. Bárbaro. Pero muchachos, hay plata que no se puede tocar, donde la inmoralidad ya es superlativa. Ahí lo que me encontré es que no hay ningún límite. Te doy un ejemplo: nosotros construíamos hospitales en 90 días, en el Chaco, en el Impenetrable, en Santiago. Hospitales de primera línea, totalmente equipados; hospitales de 1800 metros, grandes, hechos con la gente del pueblo, sumándolos al proyecto, capacitándolos, por un tercio de lo que el Estado licitaba los hospitales pelados, sin equipamiento, en cualquier parte del país.
Schoklender estuvo ahí: debe saber.

Porque en algún momento, a principios de los años noventas, la vida de Sergio Schoklender tuvo otro vuelco bruto. Había entrado en la cárcel en 1981: tiempos muy duros pero, dice, tan formativos. Más tarde, cuando le pregunte quién era él antes de la cárcel, me contará que un chico rico de Belgrano que leía poemas y balances, que un pichón de gerente, que un rebelde, que un insatisfecho, pero que nada de eso importa demasiado: que él empezó a ser alguien en la cárcel.
–Yo empecé a ser alguien en la cárcel.
Repetirá, la voz suave, educada, pero las manos con temblor y el soplo de tabaco. Entonces le preguntaré cómo fue la llegada de un chico rico de Belgrano a la cárcel más bruta de un país muy bruto; le preguntaré, en realidad, si su miedo principal no era cómo hacer para que no se lo cogieran, y él me dirá que no: que cuando entró lo encerraron en una celda de aislamiento y lo dejaron meses a disposición de unos señores de inteligencia del Ejército que lo interrogaban –que lo mataban a golpes– para que les contara qué negocios tenía la empresa de su padre con la Marina y su ínclito jefe, el almirante Eduardo Emilio Massera. Y que en esos días le pegaron tanto, lo maltrataban tanto, y que él de puro animal se resistía:
–Lo más trágico es que me interrogaban por cosas que no tenía ni idea, era la pura desesperación del Ejército por saber los negocios que había hecho la gente de la Armada con mi familia. Los primeros días me venían a buscar y yo lloraba, gritaba, me escondía en un rincón; los tipos me agarraban, me llevaban, y cuando me devolvían me tiraban a la celda de castigo estaba reventado, me despertaba horas después. Pero a los 15 o 10 días ya venían y me peleaba contra los guardias. Alguna mano ponía, porque sabía que me iban a poner. Y para sacarme de la celda tenían que venir en serio, eh… Me acuerdo que lo más doloroso, lo más duro era la espera, cuando pensás cuándo te van a venir a buscar: ésa es aterradora.
Pero ahora sabe, dirá, que esas torturas lo salvaron: cuando lo bajaron al pabellón general ya se había ganado una fama de ser un tipo duro.
–Con todas esas palizas, a los tres meses yo ya era un perro de pelea. Y cuando me bajan al pabellón me tiran en el peor, pensando que yo tenía que jugar el papel de víctima, lo lógico para uno que venía de ser acusado de parricidio, encima a esa edad y sin experiencia. Y al día siguiente, cuando se abren las rejas y yo pienso acá a pelear, pasa uno y me deja un pulóver, pasa otro y me deja un jabón, me había hecho un nombre. Y fue así. En los años que estuve, nunca puse las manos atrás, ni la cabeza gacha: ni por puta se me hubiese ocurrido. A la mañana sonaba el silbato en el pabellón y tenías que levantarte, armar la cama, ordenar todo y poner la mano afuera de la reja para el recuento. Yo estaba acostado. ¿Qué hace ahí? ¡Andá a la concha de tu madre, estoy durmiendo!, le decía. Entraba la requisa, quilombo, palo, quejas, expedientes. Yo batí el record de días castigado. Hasta que llegó un momento en que uno decía che, Schoklender no se quiere levantar. Y bué, déjalo, le decían. Llegó un momento en que era inmanejable. Y llegué a manejar media cárcel de Caseros y media cárcel de Devoto. Hasta los guardias laburaban para mí. Monté una imprenta enorme en la cárcel, donde hacíamos apuntes para la universidad y los guardias traían los carros llenos de papel, laburaban los presos comunes, los policías, los menores. Y armamos un centro de investigación informática. Y desesamblé el formateo de disquete de Microsoft, el lenguaje binario y lo transformé en lenguaje de computación y publiqué todo el programa, fui uno de los primeros hackers, la Asociación de Programadores Libres.
En la cárcel, también, Schoklender se recibió de abogado y de psicólogo, dejó sociología a falta de dos o tres materias, terminó un diploma en teología, y conoció a unos presos chilenos, militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que le hicieron entender algo de lo que le pasaba:
–Ahí es donde empiezo hacer un click, en medio de toda esta locura que estaba viviendo, en medio de esa represión. Ahí empecé a entender que todo eso no tenía que ver que el guardia fuera malo sino con un sistema que reproduce este tipo de consecuencia. Que el hecho de que la inmensa mayoría de los que estaban en la cárcel fueran pobres y analfabetos no era porque los pobres y analfabetos fueran malos. Yo siempre leí muchísimo de chico, me apasionaba la lectura; ahí empecé con la lectura política.
–¿Qué leías?
–Por supuesto todo Marx y Engels, todo Mao, el libro verde de Kadafi, todo material político. Ya era la democracia entre comillas y circulaba todo. Antes, me acuerdo, en el pabellón, si queríamos escribir algo, lo escribíamos en formato de poesía. Si te los guardias te lo veían decías esto es poesía, y ellos ah, poesía, no pasa nada.
Dice, y habla de García Lorca, de cómo lo leyó y releyó y sigue releyendo. Y le pregunto qué era lo que más extrañaba cuando estaba en la cárcel y él dice que la soledad: baja la voz, baja los ojos y dice que lo que más extrañaba era la soledad y yo le digo que claro, que debe ser dura la soledad, tanto tiempo en la cárcel y él que no, que la soledad era lo que extrañaba, lo que le faltaba, decidir estar solo y poder estar solo, dice, y yo que pongo cara de que entiendo y le digo que entiendo, sí, claro, te entiendo, pero entiendo sobre todo que hay cosas que uno no entiende si no te las dice alguien que las ha visto desde el otro lado. Y que muy de vez en cuando uno se topa con alguien que ha estado tan del otro lado como él.
–La cárcel no es el encierro. La cárcel es la convivencia forzada con gente que vos no elegís. Ése es el verdadero encierro, la verdadera pérdida de la libertad. La pérdida de libertad física, ambulatoria, pesa, duele, pero lo peor es no poder sentarte a escribir o leer tranquilo, pensar, hacer música, tener tu espacio de intimidad, de reflexión. Eso es lo que te parte: no poder estar solo. Y tener que vivir alerta porque siempre hay otros, un entorno muy agresivo, aunque yo ya no necesitaba pelear porque ya los paraba con la mirada. Ésa era la verdadera cárcel.

Sergio Schoklender se había acostumbrado a la prisión: era su vida. Le quedaban unos diez años de condena y no pensaba hacer nada para acortarlos: “la posibilidad de la libertad era algo que había guardado en un cajón y cerrado con llave”, dice en su libro, y me dice que lo dice porque no quería cumplir con ninguna de las condiciones que el servicio penitenciario trataba de imponerle para rebajarle la pena: que no quería someterse, y si el precio eran años de cárcel, estaba dispuesto a pagarlo.
–La idea era hacerme bajar la cabeza, y yo no quería bajar la cabeza; entonces no te vas a poder ir más, me decían. Bueno, entonces no me voy más. Para mí la pelea era pelear donde estaba.
Hasta que, un día, llegó a visitarlo una señora.
–Alguna vez dijiste que cuando conociste a Hebe de Bonafini fue una fascinación inmediata…
Es difícil exagerar la importancia de las Madres de Plaza de Mayo en el imaginario argentino. Durante muchos años fueron las heroínas intachables, las mujeres perfectas, el símbolo de todo lo que los demás tendríamos que haber hecho pero no, lo que tendríamos que haber sido y nunca fuimos. Eso, las Madres, y Hebe Pastor de Bonafini es la Madre por antonomasia.
–Imaginate lo que fue tenerla ahí, que ella me quisiera conocer, me diera bola.
Me dice ahora Schoklender, fuma y fuma, y me ofrece otro café. El play room es luminoso, grande, bien dotado: un flipper de verdad, una rockola, el futbolín, los cuadros pop en las paredes. Debe ser para el hijo, pero las máquinas de diversión son fantasmas del padre, de un señor que nació en los cincuentas –y no de un chico del 2000.
–¿Y qué le habrá atraído a ella de vos?
–Creo que la rebeldía. Encontrarse con un tipo que no se doblegaba ante nada. Todo el tiempo puteando, peleando todo el tiempo. Y en esa época políticamente yo era un cuadro político revolucionario formado, faltaba el fusil y estaba todo.
Bonafini lo visitaba dos veces por semana, le llevaba sus platos a la cárcel; hacia 1993 lo convenció de que podía tener una vida afuera –y Sergio Schoklender pidió los beneficios que le correspondían: primero empezó a salir durante el día y por fin, en 1995, tras más de 14 años de cárcel, con dos tercios cumplidos, volvió a la libertad. Entre los informes que lo ayudaron a salir estaba el de la doctora Viviana Sala; tiempo después se casarían.
–¿Y en esos primeros encuentros con Hebe alguna vez hablaron del parricidio?
Le pregunto, ahora, tono grave: si él, preso por matar a sus padres, habló de su delito con esa mujer que el mundo conoce por su búsqueda de los asesinos de sus hijos. Schoklender baja la voz, baja la cabeza: estoy pasándome algún límite.
–No.
Dice, y no dice nada más. Hay un silencio. Yo le digo que él sabrá mejor que nadie que resultaba muy extraño ese encuentro entre alguien que peleó por sus hijos con alguien que mató a los padres, y él repite como si no me hubiera oído:
–No, nunca. Nunca fue un tema que habláramos. Jamás me lo preguntó.
–¿Y vos qué pensás?
–Nada, no tenía que ver con eso. Tenía que ver con que se encontraba con alguien en quien podía confiar. Que ponía todo lo que tenía al servicio de ella, que le explicaba las cosas, que trataba de darle coherencia a un discurso muy lleno de baches. Y así ayudé a construir un mito, a sostener un mito. Y bueno, después los mitos se te caen encima. Los ídolos tienen pies de barro y siempre se caen; el problema es cuando se te caen encima.
Dice, amargo. Pero, para eso, entonces, todavía le faltaban quince años.

Cuando salió de la cárcel, Sergio Schoklender se transformó en el ladero más persistente, más inesperado, más criticado, más fiel de Hebe Pastor de Bonafini. Su actuación con las Madres de Plaza de Mayo produjo ciertos conflictos –discusiones, gente que se fue– pero también, dice, muchos beneficios.
–En el libro escribís que el proyecto que llevaban adelante con las Madres “era revolucionario. Nuestro objetivo era la revolución, la única salida lógica era la lucha armada”, decís. “En la universidad guardábamos de todo”.
–Ah, de todo. Sí, era impresionante. Teníamos de todo.
–¿Qué es de todo?
–Armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas. Visto ahora es un delirio; visto en plena época del menemismo era la única salida lógica: había que generar una resistencia. Ubicate en pleno menemismo, con toda la impunidad que tenían. Me acuerdo del lugar donde teníamos guardadas las cosas, que era un pozo en el sótano de la universidad: la ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más.
–¿Y si alguien le preguntara a Hebe si eso es cierto, ella diría que sí o que no?
–Nooo. Ella de eso no se va a hacer cargo ni abajo del agua… Y fue un problema enorme que, cuando se arma esta alianza con el kirchnerismo, hubo que sacar todo.
Dice, y recuerda el momento en que Hugo Chávez fue a ver a Bonafini a la sede de las Madres y le dijo que el comandante Fidel le pedía que apoyara a este presidente nuevo, casi desconocido, de quien ella había dicho, poco antes, que era “la misma mierda que todos los demás”. Y cómo ella lo escuchó y le ordenó que pidiera una audiencia en la Rosada y cómo quedó prendada por la acogida de Néstor y Cristina, y cómo todo cambió tanto desde entonces. Todo, tanto.
–Y sí, hubo que desarmar una estructura en la que habíamos estado trabajando, en la que muchos compañeros habían puesto muchas expectativas.
A partir de ese momento, las Madres de Plaza de Mayo –y, sobre todo, Hebe de Bonafini– empezaron a tener un lugar destacado en la liturgia oficial: no había acto o acontecimiento importante que no la tuviera como invitada de honor. Las Madres fueron una instancia de legitimación que el gobierno nunca desdeñaba.
–¿Pero había un plan militar? ¿Cuál era?
–La idea era mandar compañeros a formarse con las Farc en Colombia, con los zapatistas en Chiapas, y que después esos compañeros pudieran venir con alguna formación y comenzar un trabajo, digamos, foquista en algún lugar. Ese era el único modelo posible, no veíamos otra salida. Era impensable que el país se iba a recuperar en ocho años, quién se podía imaginar eso.
Yo le digo que no lo sabía, que nunca lo habría imaginado. Y que siempre me intrigó –y lo he escrito varias veces– que ningún deudo de las víctimas de la dictadura haya intentado la venganza: que la Argentina estaba llena de asesinos sueltos y que finalmente no habría sido tan difícil atacar a alguno, y que por eso me había sorprendido menos cuando leí que él, Sergio Schoklender, había planeado el secuestro de Massera.
–En 1999, 2000, teníamos todo preparado para ir a secuestrarlo: le habíamos hecho inteligencia, sabíamos cómo se movía, por dónde, teníamos todo preparado. Mi fantasía era hacer algo muy parecido a lo que después fue esa película, El secreto de sus ojos, ¿no? Lo agarrábamos y se perdía, nunca más. Yo quería que el enemigo recibiera el mensaje de lo que significaba la desaparición, que supiera cuál era la sensación de estar desaparecido, que nadie sepa si alguien está o no está, si vive, si está muerto. Decirles esto es lo que hicieron. Y encima a Massera, que era tan emblemático. Pero ahí Hebe se opuso, y al final se demostró que tenía razón, la historia le dio la razón. Después las leyes de impunidad se derogaron, un montón de milicos están presos y procesados. Pero en esos años era impensable que eso sucediera en la Argentina. Y ese viraje fue gracias a Néstor. Visto desde ahora me pregunto si, en el caso de que algunos de estos grupos delirantes, incluso el nuestro, que no pasó de ser un embrión, hubieran llegado a hacer algo, si eso no habría debilitado la posibilidad de un cambio institucional tan profundo como el que hubo.
Dice, reflexivo, y le digo que más me sorprendió que, en su libro, cuente cómo, en los años noventas, cuando se quedaban sin plata para pagar el funcionamiento de las Madres, “salían a recaudar”:
–Sí, cuando teníamos que salir a recaudar, salíamos a recaudar como en los viejos tiempos.
Dice, marcando las palabras, con un amago de sonrisa.
–¿Qué querés decir? ¿Cómo eran los viejos tiempos?
–Y, choreo. En negocios, en supermercados más bien. Tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina.
–Pero nunca firmaron sus acciones.
–No, no. No, porque era temprano.
–¿Temprano?
–Sí, era temprano para que saliera a la luz una organización que no tenía un referente político todavía.
–A mí me impresionó leer que habías escrito eso. ¿Te imaginás los títulos de mañana o pasado: “Las Madres de Plaza de Mayo se financiaban con plata de asaltos a mano armada”?
–Pero es verdad.
Dice Sergio Schoklender, como si eso fuera todo y, por un momento, tiene una rara candidez en la mirada.
–Es verdad. Hebe lo dijo una vez en la Plaza, hace unos meses, cuando estaban los trabajadores que le reclamaban los sueldos les dijo vayan a reclamarle a Shocklender que se robó todo. Después a la semana siguiente, cuando volvieron a reclamar, les dijo yo no voy a salir a robar como Shocklender para pagarles el sueldo.
–Pero todos entendimos que lo que estaba diciendo era que le habías robado a ella, no que habías robado para ella…
–No, no, dijo yo no voy a salir a robar como Schoklender para pagarles el sueldo. Está bastante claro.
–¿Vos decís que estaba hablando de esas acciones?
–A ver… Con ella era: Hebe conseguimos la plata; bueno, yo no pregunto, no me digas nada. Pero habíamos hablado y acordado explícitamente que si algún día me pasaba algo, ella no tenía que saber nada y se tenía que despegar.
–¿Y por qué salís a decirlo ahora?
–Porque creo que es justo. Primero porque estoy pagando el haber sostenido un mito y estoy tratando de reparar algunas cosas. Porque creo que hubo muchos compañeros que se jugaron durante años para sostener esta estructura que ahora la hizo mierda, la destruyó, no quedó nada. Nos jugamos muchos por las Madres y por Hebe, pusimos el pecho en serio, no a medias.
Sergio Schoklender piensa, busca las razones –que debería haber definido de antemano. Yo le pregunto si, al decir esto, no se está autoinculpando: si no puede aparecer un juez que diga bueno, este señor dice que salió a robar, voy a investigarlo. Él me mira como si no lo hubiera imaginado y me dice que no, apenas displicente, casi cool:
–Naaa. Primero tendría que encontrar un hecho concreto… y además ya está prescripto.
–Quizá. A mí me pareció raro, como que te ponías en un lugar de mucha exposición, de cierta fragilidad al decir eso.
Entonces me mira con curiosidad, como quien ve de pronto algo, arquea las cejas, pita, sopla:
–Bueno, hay un montón de cosas que puse en el libro y después a la noche pensando me decía uy, esto mejor no lo hubiese dicho… Pero ya está, está ahí, y forma parte de la verdad y forma parte de mi vida, casi 16 años entregados ahí.
Y es entonces cuando me dice que sí, que quizá no tendría que haber dicho eso y se queda pensando y parece que está diciendo la verdad. Todo es posible.

Hace dos años, Miguel Russo le preguntó a Hebe Pastor de Bonafini “cuál era la persona más maravillosa que había conocido representando a las Madres por el mundo”. Y ella le contestó que “Evo Morales, impresionante, nadie sabe lo que es capaz de hacer. Y después, al lado de nosotros, Sergio Schoklender, un tipo entregado cien por cien a la tarea. El día, para él, tiene 30 horas, y todas laborables. Alguien que nunca quiere nada para él.” Alguien que nunca quiere nada para él, decía, subrayaba. Y contaba que, después de conocerlo en la cárcel “empecé a quererlo como un hijo, lo traje a vivir acá, a mi casa. Y es una máquina de trabajar, a la que se suma una inteligencia sin igual. Él hizo el proyecto Sueños compartidos que el gobierno tomó como propio. Estamos a punto de firmar el convenio con todas las provincias, porque nosotros no tenemos plata, entonces el gobierno tomó el proyecto pero nosotros lo que le pedimos es que sea como queremos nosotros, con escuelas, con comedores, con jardines maternales pero con gas, luz, agua y cloacas, porque no se puede construir un barrio para que esté como antes. Ya lo estamos haciendo en Tartagal. Y eso es toda una idea de Sergio”, decía, en marzo de 2009, Hebe de Bonafini.
Y, en esos días, Jorge Fontevecchia le preguntaba a Schoklender cómo definiría su relación con ella: “Es como una madre para mí: me cocina, me reta si no como, si le desordeno, si no me cuido”, dijo él. “Y además es una relación muy particular porque, junto con todo el afecto, te baja línea política desde que te despertás hasta que te acostás”.
Pero en mayo de 2011 la relación se rompió –con el ruido apropiado. Al principio, las dos partes trataron de presentarlo como una separación amistosa, de mutuo acuerdo: Schoklender decía que “renunciaba para tener más tiempo para sus proyectos personales” y Bonafini que él “estaba de viaje”. En pocos días, las acusaciones mutuas fueron escalando, y las denuncias de periodistas y diputados sobre desvíos y corrupciones y lavado de dinero; eran, además, tiempos electorales, y el gobierno empezó a preocuparse. Cierta prensa decía que el programa Sueños Compartidos había sido una estafa, una forma de desviar dineros públicos, y apuntaba a Schoklender pero también a Hebe de Bonafini. Entonces Bonafini dijo que eso era cosa de Meldorek, una empresa que ella no conocía –dijo, hasta que aparecieron fotos y videos de ella inaugurando cosas con carteles que decían Meldorek. Meldorek era, en efecto, la empresa que construía las casas para la Fundación Madres de Plaza de Mayo, y Schoklender era o es uno de sus dueños. Su capital pasó, en 2006, de 12.000 pesos a dos millones. Al principio, Schoklender dijo que la empresa no era suya; después aceptó que era uno de sus dueños.
Todo se emporcaba, y se cruzaron acusaciones de dineros sucios: que Schoklender robaba, que las Madres tenían cuentas sin declarar afuera. Ella dijo que “Sergio Schoklender es un traidor y un ladrón y un pobre tipo” y, cuando un periodista le preguntó si se iban a defender en la justicia, lo miró cual busto enfurecido y le dijo que no tenían nada de qué defenderse: “¿De qué nos van a acusar? ¿De haber dado la sangre de nuestros hijos para hacer esta patria maravillosa que tenemos?”, dijo, usando una vez más la historia y la sangre para desviar las discusiones del presente.
Él, mientras tanto, dijo que “Hebe dejó de defender principios para pasar a defender a un partido” y rechazó las acusaciones de enriquecimiento y dijo que nunca se llevó ni un peso. Y lo repite ahora:
–Yo no me llevé ni un peso. Pero sí hubo plata que se usó para gastos de la Fundación, ordenados por las Madres. Es el sistema que te decía, de cómo funciona la política. Yo, aparte de construir, con esa plata tenía que mantener a las Madres, los actos partidarios, los afiches, los caprichos de Hebe, los caprichos de su hija, las casa de su hija, los centros culturales, la radio, la universidad de las Madres, los viajes, los choferes, la camioneta… Tenía que hacer milagros.

Tiempo después, ahora, Schoklender dirá que la pelea vino porque estaban dejando de renovar los contratos y había 6500 familias que se iban quedando sin trabajo.
–Y yo lo planteo, insisto, pero veo que no pasa nada, todo se demora. Entonces Hebe me dice que si no se renovaban los contratos era porque Cristina no quería.
Dice, entorna los ojitos. Schoklender tiene los ojos achinados, los entorna como si ver fuera un trabajo duro. Y dice que “todo empezó a arruinarse con la muerte de Néstor”.
–Acá hubo un antes y un después con Néstor. Néstor era el tipo que siempre tenía una puerta de atrás por dónde entrar en cada ministerio. Es decir, de pronto estaba el ministro, pero él designaba un subsecretario para tal área que le respondía totalmente, que le servía para controlar el asunto. Entonces nosotros le mandábamos a decir mirá, nos están cagando, no nos firman, no nos redeterminan los precios, tenemos que echar gente, y él levantaba un teléfono y al día siguiente aparecían los nuevos contratos firmados. Mi relación no era directamente con él, mi relación era a través de Zanini. Pero cualquier cosa que yo le hacía llegar, él automáticamente la recibía y lo resolvía. No porque me quisiera, sino porque realmente creía en el proyecto. Por eso cuando Cristina comienza a gobernar, se nos corta un interlocutor. Y cuando Néstor muere, Cristina pasó tres meses sin saber dónde mierda estaba parada. Lo único que tenía eran unas breves apariciones públicas para ver cómo le recortaban el paso a Aníbal y a Alicia, que habían hecho una alianza muy fuerte. Y con unas depresiones muy grandes, que no sabían cómo levantarla, días enteros llorando. Curiosamente reaccionaba más por la bronca, cuando le decían mirá que fulano está haciendo tal cosa, ahí juntaba fuerzas y salía adelante. Su pequeño entorno de interlocutores eran Zanini, Parrili, de Vido, Nilda Garré, pero en todos los ministerios las segundas líneas de Néstor no le respondían ni al ministro ni a ella. Y en esa situación se producen los mayores descalabros. No nos pagaban, nos encontramos con todo tipo de obstáculos. Envidias, peleas de poder, gente que sentía que nuestra forma de trabajar los dejaba en descubierto…
Dice Schoklender, y que por eso decidieron cargárselo: porque con su trabajo dejaba en evidencia los márgenes enormes que muchos sacan, y la mala calidad de las rutas o las escuelas o las casas que construyen, y que por eso y porque no pagaba los retornos acostumbrados se empezó a poner en contra a mucha gente.
–Es que nuestras obras eran de primera calidad y costaban la mitad; con eso les estaba tocando el culo a muchos. Y no pagaba sobreprecios, no pagaba coimas. Ahora me dicen que yo tendría que ser más realista y algo tendría que haber repartido. ¡Pero qué iba a repartir si todo lo que sobraba tenía que sostener todo el resto!
Y que, para colmo, dice, organizaban pobres, dice:
–Cuando nosotros trabajábamos en los barrios más marginales, veías esa transformación del hombre y esa mujer que venía del sometimiento, de la prostitución, del analfabetismo, de la explotación y el abandono y vos no los extraditabas detrás del paisaje, sino que los ayudabas a seguir creciendo, y transformabas su realidad cotidiana. Y, después hacerlos volver para atrás es muy difícil. Yo no apostaba a esos trabajadores, yo apostaba a los hijos de estos trabajadores que habían podido ver a sus padres con otra realidad y que iban a ser capaces de pensar qué modelo de transformación era necesario para que esto continuara. Y Néstor valoró este proyecto, lo reconoció, entendía el impacto que iba a tener. A Néstor no lo asustaba que fuesen 10 mil, 20 mil trabajadores organizados. A Cristina sí, y ni hablar al entorno de la dirigencia kirchnerista. Y ese crecimiento político y ese nivel de organización asustó a muchos, y yo no tenía miedo de decirle a nadie lo que hubiera que decirle y de pelear por el proyecto con quien fuera. Así que alguna gente se dejó convencer de que sin mí todo iba ser igual pero mejor, y se vino la noche.
–¿Y por qué decís que a Cristina la asustaron esos trabajadores organizados?
–Porque Cristina se maneja con otros parámetros. Yo creo que la primera vez que Cristina vio un pobre fue con las obras de la Fundación. La primera vez que la abrazaron los trabajadores fue cuando fue a las villas con Hebe a inaugurar una obra. Me acuerdo que el entorno, la seguridad, los secretarios estaban aterrados, y ella se animó, así, tímidamente, y vos la veías que era la primera vez que estaba rodeada de esa intimidad de gente transpirada, con cascos, ropa de trabajo, hombres y mujeres que la abrazaban y le traían un regalito, y vos la veías que no era lo suyo.
Y que por todo eso, dice, y las peleas y las envidias y las apetencias de poder, terminaron por cargárselo. Es una historia. Hay otras: cada cual cuenta una.

Así que en pocos días Sergio Schoklender se peleó con su madre adoptiva y con su hermano de sangre, Pablo –que colaboraba con él en la Fundación–, y quedó en el centro de un proceso judicial. Y quedó, sobre todo, un poco solo.
-De alguna manera me lo tengo merecido, siento, ¿no?
–¿Qué?
–Este cachetazo que ella me da. Mi esposa, mi ex esposa, siempre me decía Sergio, Hebe se lo hace a todos, algún día te lo va a hacer a vos. Ella peleaba mucho para que nuestro hijo, Alejandro, no se acercara tanto a ella, porque algún día lo iba a repudiar, me decía, iba a ser muy doloroso para él. Y yo le decía es imposible, es su nieto, lo adora, la abuela soñada de cualquier nieto. Y era abue y se llamaban, hablaban, por lo menos una vez por mes él se quedaba en la casa de ella. Y de la noche a la mañana fue el repudio más absoluto, el desconocimiento, un momento tan doloroso: quince años de mi vida puestos ahí a pleno. Fueron quince años de mi vida que si hacía falta pagar la luz salíamos con un fierro en la cintura a buscar plata para sostener lo que las Madres necesitaban. Y de la noche a la mañana, un cachetazo en la cara, diciéndome…
Dice, y se calla. Dice diciéndome y no quiere decir traidor, ladrón, pobre tipo. Dice diciéndome y se calla.
–Pero esta misma situación yo antes la viví y se la toleré y me callé frente a infinidad de compañeros que pasaron por la vida de Hebe y que después por algún problema de protagonismo o de cartel o de capricho o de que en una marcha le habían hecho una nota a él y no a ella terminaron radiados y repudiados, después de dejar años de su vida ahí. Y frente a muchas de estas situaciones, yo tampoco fui capaz de levantar la voz y poner un límite firme. Y hoy me pasa lo que les pasó a tantos.
Schoklender mira el cigarrillo, la mano que le tiembla, y dice que de la noche a la mañana recibió ese cachetazo que le hizo entender que él no era, como creía, distinto: cualquier psicólogo hablaría de la herida narcisística y de ciertos mecanismos de defensa. Yo no, pero sí de que es duro cuando te pasan esas cosas que uno cree que sólo les pasan a los otros –morirse, por ejemplo.
–Sí, uno siempre piensa que es distinto y, de pronto, te ves en ese lugar donde habías visto pasar a tantos en la vida de Hebe, y ves que sos uno más de todos esos…
Dice, melancólico. Siempre es duro ser uno más.
De todos esos.

Le ofrezco un puro: me traje un par de puros, pensando que si la charla se hacía larga le iba a ofrecer uno: siempre es bueno compartir algún humo. Schoklender lo mira con interés, como pensando en algo que quizá no me cuente. En el piso de abajo su hijo juega a la play; Schoklender está preocupado porque tendría que ocuparse de que estudiara matemáticas –y su mujer ex mujer le puede reprochar que no lo haga. Suena el teléfono, habla con alguien que le pide algo, le dice que sí pero no todavía; cuando cuelga le pregunto por qué cree que ella –con decir ella alcanza– hace las cosas que él dice que hace.
–Ella logró llegar a un lugar de reconocimiento de la dirigencia política, y a caminar por lugares por donde jamás se hubiese imaginado. Que entre a la Casa de Gobierno y que Néstor, Cristina, los ministros la inviten personalmente a todos los actos públicos… Me acuerdo cuando vino el de los Emiratos Árabes yo le decía Hebe, mirá que éste es un esclavista, es un hijo de puta. No, no, Cristina me invitó, yo tengo que ir, decía. Ella siempre fue muy susceptible a la adulación. Así fue como se rodeó de toda una banda de parásitos aduladores, así fue expulsando a todas las Madres capaces de cuestionarle algo y terminó monopolizando la imagen de la Madres de Plaza de Mayo, así fue incapaz de sostener a HIJOS dentro de Madres, a ex Detenidos, a Familiares, o a Abuelas, o de valorar otras formas de lucha. Terminó rodeada de obsecuentes, y pasó de ser la mujer que viajaba todos los días en colectivo hasta la Plata a ser la mujer que si no viaja en primera, no te viaja. Hebe terminó tercer grado nada más, y pasó a ser una mujer que leía tres libros por día, se nutría. En una formación donde yo colaboré un poco, pero una formación muy despareja, donde te decía estos negros de mierda que se vayan a mendigar a otra parte; uy, que no te escuchen. O armarse una ensalada entre lo que era la defensa del pueblo palestino y la defensa de Hezbollah o Al Qaeda o el antisemitismo y, entonces terminaba hablando del judío de mierda.
–“Hebe era una mujer muy primitiva, de muy poca educación. Tenía muchas flaquezas humanas y yo era una máquina de tapar sus baches: había decidido sostener esa imagen falsa”, decís en el libro.
–Cuando me voy encontrando con esta realidad de ella, ya era mucho lo que había hecho. Habíamos organizado una biblioteca, la universidad, el centro cultural, la radio, un montón de cosas que me parecían valiosas. Me acuerdo que con Viviana vivíamos en un departamento atrás de esta casa, y lo hipotecamos para poder pagarles los viajes a declarar en la Audiencia Nacional con Garzón. Porque Hebe a eso no le daba bola a eso, porque no lo entendía, no lo sabía. Pero vos fíjate que de ahí salieron cosas como la detención de Pinochet. Y después lanzamos el proyecto de la construcción…
Sueños Compartidos empezó en 2006: un programa de construcción de viviendas populares con un par de características distintivas. Por un lado, la decisión de contratar a pobladores pobres de las zonas donde trabajaban:
–No sabés lo que fue para mí la satisfacción de ver a esas 6.500 familias rescatadas de la marginalidad más absoluta. Vos pensá que para el 90% de esos trabajadores era el primer trabajo formal que habían tenido en su vida, gente totalmente indocumentada, que por primera vez pasó a ser ciudadana cuando le tramitamos su DNI, después el cuit, después un recibo de sueldo, que los sacamos de la calle, de cartonear o de andar juntando basura o de andar vendiendo droga o estar en la prostitución o de ser carne de estas organizaciones sociales entre comillas, de vivir del plancito, en los micros para los actos, como único trabajo. Que les dimos dignidad, les dimos alfabetización, un oficio… Y de la noche a la mañana, ¡pum!, toda esa gente que trabajaba con nosotros se quedó colgada de la brocha, pataleando en el aire. Esa gente no tiene red. Nosotros sí, nosotros vamos a sobrevivir, de alguna manera vamos a seguir. Pero ellos …
Por otro lado, dice después, está el sistema de construcción, su gran orgullo, que les permite trabajar rápido y bien, construir casas mejores y mucho más baratas.
–Y bueno, el precio para seguir adelante era sostener ese mito. Si vos querés, era tratar de darle un sentido más actual y más coherente a la lucha por los derechos humanos. Tratar de utilizar la potencia que tenía el símbolo para construir algo, no para destruir todo el tiempo. Y el precio era sostenerla a Hebe. Y qué sé yo, hicimos mucho. ¿Está bien, está mal? No sé. Hemos hecho cosas increíbles, he compartido con ella vivencias increíbles. Pero por otro lado, ¿cuánto de eso era verdad? No sé. Ahora no lo sé.

Cuando estalló el escándalo la estrategia del gobierno fue la más simple: correrse de un escenario incómodo y presentar todo el asunto como la lógica traición del parricida. Para eso tenían que olvidarse de que el parricida había sido, durante años, un invitado permanente. Y el parricida puteaba pero, en esa discusión, ¿a quién le creerían más personas, a la Gran Madre o al Asesino de la Suya?
–Es muy menor, pero me llamó la atención que en tu libro dijeras que los 30.000 desaparecidos en realidad fueron 15.000, porque…
Le digo, y me interrumpe, atropellado:
–Eso es lo que me contaba ella, no lo dije yo. Ella me lo contaba como secreto, no sé, estábamos reunidas con otras madres y entonces como la Conadep dijo 15.000 yo salí a decir que eran 30.000, dijo, y 30.000, y 30.000, y quedó 30.000. Da lo mismo que sean 30.000 o uno, es obvio que uno solo es demasiado. Pero ella terminaba siendo la primera que había ido a la plaza, la que sabía esto y lo otro, la que te marcaba las fechas, la cantidad de los desaparecidos, quiénes eran buenos y quiénes eran malos, quiénes eran traidores y quiénes no… Siempre primereando, se enfermaba si veía que le ocupaban el escenario. La postulación de Estela de Carlotto para premio Nobel la puso verde, no sabés cómo estaba…

Sergio Schoklender sabe que no le resulta fácil que le crean. O, mejor dicho: fácil que no le crean. No se engaña: sabe quién es –para millones de argentinos. Es rara esa combinación de hombre duro, pesado, que puede jactarse de sus peleas en la cárcel o un asalto pero que sabe, al mismo tiempo, que tiene límites fuertes, una debilidad muy clara. Aún en sus mejores momentos, cuando Hebe de Bonafini lo impulsaba a tener más protagonismo en los actos de las Madres, él se negaba:
–Yo siempre jugué de monje negro, porque entendía que no sumaba, que ella sola ya se ocupaba de hacer vulnerables a las Madres. Hebe podría haber sido prenda de unión de la dirigencia política argentina en determinado momento, o por lo menos de todos los sectores progresistas. Bajo el pañuelo de las Madres, ella podría haber hecho la gran convocatoria. Y en cambio fue la gran convocatoria de sí misma.
Tenía razón: su mujer ex mujer sube a preguntarle por qué no se ocupó de que su hijo estudiara matemáticas en lugar de jugar con la play; Schoklender le contesta tímido, le pide disculpas. Después prepara más café, seguimos, en el humo de los puros:
–A mí ya de por sí me pegaban por el tema de parricida, de asesino. Si encima yo aparecía como la voz de las Madres, les iban a pegar más. De hecho hubo madres que se fueron porque estaba yo, es una realidad. Si ya con los exabruptos de Hebe alcanzaba para que le pegaran a las Madres. ¿Cuántas veces las Madres se han comido críticas por eso? Si encima la cara visible era Sergio Shocklender… bueno, era pesado. Tampoco era un lugar que me gustara. Jamás tuve esas aspiraciones. A mi dejame con las experimentaciones, laburo con los barrios, las villas, organizar. Yo creo que puedo generar las condiciones para que otros sean los protagonistas a futuro. Soy un idealista en ese sentido, creo que podemos construir un mundo distinto para dejarle a mi hijo, una herencia, un proyecto. Pero con lo otro no me siento cómodo.
Yo tampoco: le tengo que preguntar, de algún modo, por el asesinato de sus padres. Ya es hora. Pero no sé cómo: me da pudor, no veo por qué tendría derecho –yo, cualquiera– a preguntar cosas como ésa. Y sin embargo no puedo no hacerlo. Intento, por el momento, formas muy laterales:
–¿Y cómo es cargar con esa historia? La sensación de que todos tus compatriotas te piensan primero como un tipo que mató a los padres, digo, más allá de que lo que haya pasado…
–Pesado, muy pesado. En alguna época yo vivía tratando de convencer a todo el mundo de que era bueno. Hasta que dije bué, más vale hago lo que se me ocurre, y a otra cosa. Pero es pesado, en cualquier momento te podías encontrar con alguien que te podía rajar una puteada…
–Pero, digo, más allá de la cuestión pública, de estar delante de gente que te puede decir esto o lo otro, ¿para vos, frente a vos mismo, cómo es cargar con todo eso?
Su voz se va haciendo cada vez más oscura, grave, baja. Una mano en la frente, la otra en el cigarro, y dice que es pesado, pesado, y va a seguir siendo pesado hasta el último día de su vida –y creo que lo dice en serio. Que habla en serio.
–Muy duro. No desaparece, ni va a desaparecer nunca. Siempre hay una cosa reparadora en uno, de querer dejar algo mejor para el futuro, ayudar, hacer el bien, sentir que tenés una deuda con la humanidad, con la vida, que no se va a ir nunca. Pero bueno, qué sé yo…
Dice, y espanta con la mano. Debe ser espantoso tener que volver –no tener más remedio que volver– una y otra vez a esas mismas dos horas, a un momento que, desde hace 30 años, te marca la vida: que, por más que hagas, sigue siendo lo que te define. Yo sigo dando vueltas:
–Estuve leyendo sobre la muerte de tu padres. Hay cosas muy raras. ¿Es verdad que quisiste huir a caballo?
Schoklender me mira seco, para dejar las cosas claras. Me pregunto si así miraba en Devoto, en Caseros:
–De toda esa historia, toda esa parte, yo no hablo
Y después, para suavizar el corte brusco: que no habla porque es muy doloroso. Se oye, al fondo, el ruido de unos pasos subiendo la escalera.

Su mujer ex mujer llega entre dos pacientes, hablamos de pavadas. Sergio Schoklender disfruta el puro, lo chupetea, lo mira; después ella se va. En su libro, él dice que “todo entrevistador tiene su precio”; yo le pregunto cuándo me va a pagar el mío. Se ríe: reírse suele ser una salida. Pero Schoklender cree saber que los medios argentinos “viven de la extorsión y de la compra de los espacios por parte de la dirigencia política”.
–Todos tienen que aportar para que no hablen mal de ellos. Si vos sos gobernador o intendente de una ciudad grande y no aportaste tu cuota mensual, mañana salen artículos pegándote o, mejor dicho: mostrando la realidad de tu provincia, escrachándote a los cuatro vientos. Solo para que no te mencionen, tenés que pagar. Y eso lo aprendí tarde, eh. Yo cuando empecé en esto era el tipo más ingenuo del planeta, no conocía nada. Yo me acuerdo de estar con alguna consultora, por ahí Doris Capurro, que está como una gran asesora de Cristina, y escuchar que la llaman por teléfono y cómo, ¿todavía no te llegó lo de este mes? Ah, esperá que ya lo llamo, y llamar al gobernador tal para decirle que no había mandado la cuota para el medio tal del aporte mensual de publicidad oficial… Eso es para que no hablen mal. Si vos además querés que hablen bien, y empezar a existir en el imaginario popular, ya es otro precio distinto. Dos líneas en un diario, donde se mezcla la necesidad de este modo de hacer política con el narcisismo que todos tienen, son precios altos. Esas dos líneas son carísimas. Y así es, en general, el tipo de periodistas y de prensa que tenemos.
–Sin embargo, cuando las Madres hicieron aquel “juicio ético a los periodistas” dijiste que no estabas muy de acuerdo.
–Yo no estaba de acuerdo en esas movidas de Hebe. Eran medidas consensuadas con Mariotto para pegarle a tal grupo, al grupo Clarín, a fulano o mengano, y aprovecharlo como una tribuna para salir en defensa de la ley de Medios y en contra de fulano de tal, y no una reivindicación de otro modo de hacer periodismo y de hacer justicia. Y esta cosa indiscriminada de Hebe de son todos una mierda, no sumaba nada. Pero era su manera, ella siempre redoblaba la apuesta. Por supuesto desde el gobierno la alentaban, le daban manija. Cuando la llamaban y le decían Néstor y Cristina te vieron, se emocionaron, se les caían las lágrimas con lo que decías, te podés imaginar que ella se hinchaba como un pato. Y al día siguiente, quién carajo le pone el bozal…. Seguía diciendo boludeces.
–Decías que Néstor era el que alineaba los medios.
–Néstor era el que los llamaba y les decía déjate de joder con este tema porque te corto las patas, te saco la pauta oficial y además te volteo tres empresas.
–¿A Clarín?
–A Clarín, a La Nación, a Haddad, todos los medios. En el caso de Cristina es distinto. Porque Néstor te utilizaba la caja más el poder político. Cristina delegó todo eso en Abal Medina, y él maneja con pauta: te retraso los pagos, te libero los pagos. Pero no es lo mismo Abal Medina que Néstor, claro. Hoy verlo como jefe de gabinete es un escenario trágico, al 2015, porque no veo recambio. Te pueden construir un candidato mediáticamente todavía, pero no hay una generación política y una organización. No hay debate de ideas. No hay un proyecto de país.
–Bueno, hay una generación que se plantea como el recambio para 2015. Los muchachos de la Cámpora…
Le digo, porque en su libro dice que son “montón de yuppies que quieren tener su oficina, una secretaria con minifalda, auto con chofer y sueldos disparatados”. Schoklender se exalta y dice que son pendejos que no tienen la más puta idea de nada. Violeta, la perra, quiere que le tiren la pelota, ladra, salta.
–Son pendejos que no tienen la más puta idea de nada, que no tienen historia de militancia. Son pendejos que lo único que les interesa es garantizarse un sueldo, tener un pequeño séquito y se matan por tener más puestos para repartir y tener gente a su cargo. Esa es la política que nos están dejando para el 2015. El problema no es el hoy, el problema es que no hay una construcción política y una apuesta a largo plazo en este país. Son tantas las miserias que no hay políticas a largo plazo. No hay un plan estratégico, no hay un plan quinquenal; te la dibujan, pero la realidad es que sobrevivimos porque somos un país increíblemente rico, 40 millones de gatos locos y porque veníamos de una devaluación salvaje. Pero no hay un proyecto de país que nos convoque y que nos una a todos, no hay una propuesta. Nunca Cristina –ni Néstor– se levantaron a decir esto es lo que queremos en educación, en salud, en vivienda, esta es la propuesta, tenemos que generar un consenso en esta dirección.
Pero Néstor, dice, fue un tipo con unos huevos como ninguno, capaz de enfrentarse a los grandes grupos, el tipo al que le debemos no estar en el ALCA, el que le dio impulso a la alianza con Brasil, que le dio dignidad a la política internacional argentina, que le hizo frente al Fondo Monetario Internacional.
–No, los méritos de Néstor son incontables, con todos sus defectos como ser humano y de su modo de hacer política.
Y que Néstor, otra vez, tenía unos huevos así de grandes y pudo hacer tanto aunque, por supuesto, insiste, él también estaba metido en todo este kilombo.
–¿Qué querés decir, metido en todo este kilombo?
–A Néstor no se le escapaba nada. Néstor estaba al tanto de todo. Él arranca de menos diez, sin un caudal político propio, sin recursos, sin estructura. Vos en cada lugar donde ibas te encontrabas con funcionarios que habían estado con Menem, o Duhalde y ahora son kirchneristas. Es el caso como el Vasco, el intendente de Exaltación de la Cruz. Yo le pregunté un día pero vos Vasco al final con quién estas. Y el tipo decía yo soy peronista, yo estuve con Menem, con Duhalde y con Néstor; yo soy peronista, decía.
–¿Vos decís que el sistema de corrupción estaba manejado por Kirchner también?
–Néstor les requería a todos ellos caja, no para el lucro personal sino para el mantenimiento de toda esta estructura y de las organizaciones sociales. Estas organizaciones que fueron punta de lanza, los de D’Elia, los Pérsico, hasta Castells. Todos recibían, todos pasan por caja. No digo que se hayan enriquecido a modo personal, pero toda esta estructura clientelar que arman necesitaban financiarla. Y para eso Néstor les pedía a todos, por supuesto, y si yo te pido a vos que separés tanta guita, después no te puedo tocar el culo porque también separaste para vos. Y por supuesto, yo como Presidente de la Nación puedo mostrar públicamente que estoy repeleado con los grupos económicos, pero los grupos económicos son parte de la vida cotidiana del país, entonces no me puedo pelear tanto. Me acuerdo que cuando recién asume Macri en Buenos Aires cancela todos los pagos a la Fundación y nosotros teníamos el 90 por ciento de las obras acá en la ciudad. Entonces le hacemos un escrache en la casa del Presidente del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires. Después de ahí vamos a escrachar a Petrini, un vendedor de jugadores de Boca que Macri lo había puesto de Director del Instituto de la Vivienda. Íbamos custodiados con policías en moto, con micros que nos habían puesto ellos.
–¿Ellos quiénes?
–El Gobierno Nacional. Y de ahí íbamos a hacerle un tercer escrache a la puerta del country donde vive Nicolás Caputo, dueño de la empresa constructora más grande del país. Y entonces se ve que el comisario a cargo del operativo avisó, porque me llama López, José, el secretario de Obras Públicas, y me dice Sergio, no, con Nicky no, por favor, ¿cómo van a ir a lo de Nicky? Con Nicky somos amigos, estamos haciendo algunas cosas juntos. Claro, con Caputo tenían sus negocios. Arriba, digamos, son todos socios. Néstor podía pelearse, pero no podía pelearse tanto con algunos sectores.

Para pelearse siempre tuvo, sabemos, a Guillermo Moreno. El secretario de Comercio cumple una función que existe en todas las estructuras: ser el malo que concentra los odios –para que los demás circulen más livianos. En medio de tanto denuesto contra el secretario, me había sorprendido ver, en el libro de Schoklender, su defensa.
–Decís que “Moreno es el único incorruptible, intachable, duro y loco como una cabra pero incorruptible”.
–Yo me sorprendí con eso. Moreno es un bicho raro. Es un cuadro peronista, un viejo cuadro peronista de derecha. A Hebe siempre la miraba frunciendo la nariz. Y es el tipo que sigue viviendo en el departamento que compró a través del Instituto de Vivienda de la Ciudad hace no sé cuántos años. Es el tipo que el día que se vota la 125 estaba furioso y se para arriba del escritorio diciendo acá hay que salir a cagarlos a tiros. Si vos no tuvieras un tipo como él, ¿cómo hacés para enfrentar a los grandes grupos económicos? ¿O vos te creés que hay que ir por las buenas, negociando, amable? Es el tipo que no lo he visto –y he estado muy adentro– recibir ni una sola coima, jamás lo he visto liberar un pedido de aduana porque había guita. Lamentablemente lo he visto liberar pedidos de aduana o tomar resoluciones porque Néstor le decía que lo hiciera. Realmente era el cuadro, consciente de la verticalidad del movimiento, subordinado totamente a las órdenes primero de Néstor y después de Cristina, pero leal y duro como una piedra. Y de los tipos más interesantes para escucharlos hablar.
–¿Por qué?
–Es un tipo de una formación increíble, te da un gran panorama del movimiento económico y social, pero lo que pasa es que tiene prohibido hablar.
–¿Y por qué tiene prohibido hablar?
–Porque en algún punto todos son amigos.
–¿Todos quiénes?
–La dirigencia política y los grandes grupos económicos son la misma ensalada, no es que estén en dos puntas opuestas. Yo siempre recuerdo esa anécdota, que me contaron los tipos que estaban ahí, en una reunión con todos los ministros y subsecretarios, y entonces Moreno se para y dice: Muchachos, para estar en el gobierno hay que ser un corrupto hijo de puta o hay que ser un militante o hay que ser un inútil que no consigue otro trabajo. Yo soy un militante, dice, y mira a todo el resto y nadie abre la boca. Un tipo con la autoridad moral para decirle a sus pares yo no choreo, ni para la corona; acato órdenes, de última, en determinados momentos.
Se ve que, de algún modo raro –o no tan raro– lo admira. O, incluso, lo envidia: es alguien que ha encontrado su lugar, su diferencia.

Llevamos horas. Es el cuarto café, afuera empieza a oscurecer, la perra llora y Schoklender le grita, su voz una violencia inesperada. Le pregunto si todavía cree que el ataque a las Torres Gemelas no era un acto de terrorismo y me dice que sí, que sigue creyendo que fue un acto de guerra que se guía por la misma lógica de escalada armada que los americanos llevaron a sus países, pero que nada está más alejado de sus propias ideas que los grupos de fanáticos religiosos de cualquier religión, y yo le digo que es curioso que su imagen pública está muy identificada con lo judío y que él en cambio se siente mucho más católico y estudió teología y tiene parientes curas y monjas y me dice que sí, pero que esa imagen judía, en esta sociedad bastante antisemita, ayuda a su condena.
–Absolutamente. Me pegan por ser judío, me pegan por estar con las Madres, me pegan por ser de izquierda, me pegan por ser parricida. Es pesado.
Dice que es pesado: otra vez la voz baja, la cara resignada. Otra vez, el karma de cargar con la fama –o, dicho de otro modo, con la historia. Yo le pregunto cómo querría, entonces, definirse.
–Como un rebelde librepensador.
Dice, casi solemne: como un rebelde librepensador, repite, pero el efecto se pierde un poco porque aparece su mujer ex mujer, que acaba de confiscar la play station y se queja y se ríe de tener un mantenido charloteando en el play room. Schoklender también se había definido así: parece que en eso están de acuerdo.
–Qué se yo. Yo diría que soy un tipo que tiene principios y los defiende, que trato de ser honesto conmigo mismo todo el tiempo. Que dejé de aparentar, o de querer aparentar. Es decir, me di cuenta de que era imposible: que por más que lo intentara iba a seguir siendo malo, judío, judío, terrorista, zurdo…
–¿Parricida?
–Parricida, y ahora ladrón, estafador y qué sé yo. Pero la vida es tan larga, da tantas vueltas.
Dice, como quien acaba de descubrir algo. Yo me dejo tentar: he dicho en tantas clases que la entrevista es ese género inverosímil en el que uno se siente con el derecho de preguntar a un desconocido lo que no le preguntaría a su mejor amigo, y siempre puse el mismo ejemplo: que uno pueda preguntarle a ese desconocido, por ejemplo, si le teme a la muerte. Soy débil, tan firmemente vacilante:
–¿Te da miedo la muerte?
Schoklender me mira con un atisbo de sorpresa, se rehace: sí, claro, dice, se limpia los anteojos, suspiro lleno de humo.
–Sí, claro, cómo no me va a dar. No por un castigo del más allá, ¿no? Por el tiempo. Siempre viví la vida como que no me alcanza el tiempo para todo lo que quiero hacer. Y me asusta no poder concretar algunas cosas que tengo como sueños. Lo más pesado desde que empezó el kilombo, todos estos años…
Estos años son meses, seis o siete; se lo digo y se ríe pero amargo.
–Sí, lo más pesado estos meses es tener que estar sin construir, sin hacer. Estar caminando en Tribunales, boludeando, jugando el simulacro de proceso judicial disparatado. Eso me agota.
Ya vamos terminando, pero se me ocurre decirle que, ahora, a esa lista de sus reputaciones se agregó la de bonvivant, el tipo que vive como un duque con la plata afanada al Estado. Era un comentario; fue el gatillo de media hora de explicaciones detalladas: que su empresa, Meldorek, tenía dos aviones para recorrer las 42 obras que mantenían en todo el país porque los transportes entre las distintas provincias son muy difíciles, que él sólo lo usó dos veces para vuelos personales, una vez a Ushuaia y otra a Bariloche con su familia y que igual fue cargado de material para una obra, que nunca fue a Punta del Este, que el avión a veces se alquilaba para ayudar a pagarlo, que nunca nunca nunca tuvo un Porsche o una Ferrari, que nunca nunca nunca se subió siquiera a un Porsche o a una Ferrari, que la casa donde estamos fue hipotecada para pagar viajes de las Madres, que sí compraron unos lotes en un country para dárselos como compensación a los ingenieros y arquitectos que trabajaban para Meldorek por mucho menos que lo que suele cobrarase en esos casos, que él mismo podría haber cobrado muy legítimamente un 5 o 6 % de los 1.200 millones que el Estado les dio para sus construcciones por dirección general del proyecto y que no tiene un mango, que la casa de 19 cuartos en José C. Paz. La casa de 19 cuartos en José C. Paz es una historia larga y me la cuenta con detalle: que estaba arruinadísma y que que nunca la usaron sino que la compraron para algo que no hicieron y que después firmaron un acuerdo con la provincia de Buenos Aires por un centro de rehabilitación de adictos que tampoco hicieron y así de seguido. Yo entiendo que esto debe ser muy importante pero no consigo que me interese tanto. Sí me interesa, y se lo digo, que por más que diga lo que diga hay millones y millones de argentinos que lo tienen por culpable. Que no sé si lo es o no lo es, pero que qué se hace frente a eso: un juicio módicamente inapelable.
–No sé, no hay forma. Hay momentos en que parece imposible. Podés ir, contar, mostrar, y no hay manera. Cuando algo se instala no lo levantás más.
Me digo que no me tendría que dar pena. Que él odiaría, supongo, dar ninguna pena, y que probablemente tampoco la merezca. Pero me lo repito.
–¿Y entonces, cómo te ves dentro de cinco, diez años?
–Desarrollando tecnología, montando fábricas, produciendo casas, convocando trabajadores y demostrando que las cosas se pueden hacer de otra manera.
Lo dice como si lo creyera, de corrido, enfático.
–¿Y te parece que tenés resto como para reconstruir eso?
–Mil veces. Lo que tengo es el apoyo de la gente. No el apoyo de la sociedad, ni de los medios, ni de la clase política. Pero sí tengo el apoyo de la gente en los barrios. La gente ha querido hacer movilizaciones para apoyarme, pero yo las he prohibido porque no quiero joderles las pocas posibilidades de trabajo que les puedan quedar. Pero yo vuelvo a los barrios y empiezo a generar trabajo, y las tecnologías y las patentes son mías y están a disposición de todos. Me veo como que esto va a durar un tiempo, que me va a servir a mí para reflexionar y mejorar la tecnología y desarrollar nuevas cosas, y después me pondré a trabajar y a seguir construyendo. Lo que no saben, es que igual lo voy a hacer. Tardará seis meses, un año. Yo soy un apasionado de la tecnología, de la investigación de nuevas tecnologías, y la empresa que armé es una empresa de nuevos sistemas de construcciones de varias ramas. Y todo esto es una etapa más, qué se yo, yo he pasado tantas etapas locas en mi vida.
Hace un par de horas me dijo que era un muerto en vida; ahora desborda de futuros. Estoy por decírselo, pero pienso que no vale la pena. Ahí debe haber un formato, un patrón.
–¿A veces pensás que rara es mi vida?
–Bueno, ahora, cuando me hacés recorrerla. Entonces sí me pongo a pensar y me digo qué cosa loca, qué contrastes. La cantidad de cosas que he vivido: de estar en la cárcel a la selva de Chiapas con Marcos a los campamentos del Movimiento sin Tierra a las marchas sobre Brasilia a Belgrado cuando caían las bombas o un ministerio o la Casa de Gobierno en un acto público o en el Impenetrable trabajando con la gente, y de pronto ser execrado y maldecido en todos los medios y de pronto trabajar como abogado una época y ahora tener que volver a agarrar los libros a ver cómo era esto… Cuántas cosas, ¿no? Todo es por algo. Todo te enseña algo. La historia se cuenta al final. A veces en el momento uno no le encuentra lógica, pero cuando pasa el tiempo uno se dice esa experiencia me sirvió. No todo suma, hay cosas que restan, que restaron, te podés imaginar que vivimos días de mucha angustia, de mucho dolor, de muchas decepciones. Pero tratamos con Viviana de siempre manejarlo con un poco de ironía, de alegría. La gente cree que el tiempo es una cosa lineal y que pasó… Pero el espacio y el tiempo son otra cosa. Yo sigo pensando qué voy a hacer cuando sea grande.
Dice, y se ríe: yo sigo pensando qué voy a hacer cuando sea grande. Tiene la risa chiquita, como contenida, y lo repite: qué voy a hacer cuando sea grande. Yo pienso en decirle que lo raro es que lo que iba a hacer cuando fuera grande lo hizo siendo muy chiquito, pero me parece que no debo. Me negocio:
–¿Y a veces pensás pucha, la verdad que para ser un tipo inteligente he hecho muchas cagadas?
Sergio Schoklender respira hondo, pita. Me mira como quien busca, pita de nuevo, me dice, tono confesional, que no.
–¿Vos sabés que no me siento que haya hecho muchas cagadas? En general estoy bastante orgulloso de todo lo que hice.
Dice, subraya el bastante, y me dice que nos levantemos. Al lado del play room está su estudio: escritorio de vidrio, silla de cuero negro, unos estantes, computadora, fotos en las paredes. Me las muestra: son sus logros.
–Esto lo hice yo, esto lo construí yo con tres locos amigos…
Dice, y me muestra un monumento a los desaparecidos y me muestra unas fotos en sus construcciones y una foto con el saxo y una foto con su mujer ex mujer y su hijo y los diplomas universitarios enmarcados y otras fotos y repite que no, que él está bastante orgulloso de todo lo que hizo. Y que ahora lo putearán cuando salga el libro y le tirarán con algún otro escándalo pero que, al final, todo pasa.
–De últimas, al final, todo pasa, sabés. Todo pasa.
Dice, y no le creo.

Por: Martín Caparrós

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Asociación Transpacífico: Fuera de la OMC y sin China

La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha fracasado. En diciembre la Ronda de Doha cumple diez años sin nada que festejar[i]. Las negociaciones formales de la Ronda vencieron en 2005, sin acuerdo, y las negociaciones informales se estancaron en 2008. Conclusión, en diciembre habrá reunión oficiosa en Ginebra, pero no hay acuerdo para liberalizar el comercio entre sus 153 países miembros.

Las políticas y prácticas que regían hasta ahora el mundo global también han fracasado. La crisis del primer mundo hace crujir los fundamentos de la liberalización de los mercados y la movilidad de los flujos capital sin controles ni regulación, aunque algunos no parecen escuchar el ruido del derrumbe, sobre todo en Europa, que sigue empeñada en emparchar las grietas.

En la esfera estrictamente comercial, a falta de una acción concertada a nivel global, países pequeños y grandes han apelado desde el inicio de la crisis a medidas internas para tratar de hacer frente a sus efectos en la economía doméstica, desde restricciones a la importación hasta la intervención en el mercado de divisas y la manipulación de los tipos de cambio, todas medidas proteccionistas contrarias a las prácticas del modelo global.

De la experiencia surgida de los diez años de tropiezos de la Ronda de Doha, y las lecciones que va dejando la crisis del primer mundo, ese modelo ya no parece viable. Por el contrario la crisis ha impulsado o apresurado un sinnúmero de iniciativas de comercio bilateral o regional.

Algunas iniciativas se arman en torno a vecindades geográficas, como en el sudeste asiático y Asia oriental, varios de cuyos países compiten en los mismos sectores, o mantienen rivalidades históricas, que hacen difícil alcanzar acuerdos de libre comercio generales; de hecho se negocian a la vez varias iniciativas similares, que enfrentan obstáculos semejantes a los que surgieron en el seno de la OMC.

Otras se basan en afinidades o alianzas históricas, como la Unión Aduanera Común entre Belarús, Kazajstán y Rusia, ya vigente, y a la que podrían ingresar Tayikistán y Kirguistán. Esta unión es el primer paso de un proyecto ruso de integración muy ambicioso y complejo: la Unión Euroasiática, que va más allá de la esfera puramente comercial; similar a la Unión Europea.

Y finalmente aparecen otras agrupaciones, similares a la anterior, aunque sin el componente de la vecindad geográfica, que parecen conjugar intereses económicos y alianzas políticas. En este grupo está la Asociación Transpacífico (TPP), integrada por nueve países: Australia, Brunei Darussalam, Chile, Estados Unidos, Malasia, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Viet Nam, con el liderazgo de Estados Unidos, y a la que negocian su ingreso Canadá, Japón y México.

En todo asociación multilateral hay siempre un miembro dominante, aun si ésta es estrictamente comercial, ni que decir cuando tiene componentes políticos. Hasta en la Unión Europa, que en los papeles concede igualdad a todos los miembros, está claro que Alemania y Francia llevan alternativamente la voz cantante.

En Asia del sur y oriental la cosa es más compleja; aunque China ejerce influencia sobre sus vecinos, esto difícilmente pase del ámbito comercial y es sumamente improbable que en la región alumbre un bloque económico-político o se admita el liderazgo político de un rival dominante.

Los tres grandes acuerdos de libre comercio que se negocian en la región Asia Pacífico son el Área de Libre Comercio de Asia Oriental y la Asociación Económica General para Asia Oriental, por un lado, y la TPP por el otro.

La diferencia entre ellos es que los dos primeros se integran exclusivamente por países asiáticos; China es uno de sus impulsores y Estados Unidos no es parte, ni podría serlo.

La TPP se integra en cambio por países del Arco del Pacífico y está abierta a cualquier país del Arco que solicite ser considerado miembro y que esté dispuesto a cumplir las normas del acuerdo de la TPP, que no está sujeto a cambios ni dispensas para nuevos miembros. Estados Unidos es el país dominante y por ahora China no es parte y parece difícil que pudiera serlo.

La participación china luce difícil considerada desde ambos lados. Desde la perspectiva china, ésta sostiene, por un lado, que Estados Unidos regresa al Pacífico para limitar el crecimiento económico chino y acotar su potencial influencia militar en el ámbito regional, y por otro lado que no está dispuesta a cumplir normas impuestas por otros[ii].

Visto desde la contraparte, Estados Unidos apuró la conclusión del acuerdo en general de modo que los potenciales nuevos miembros tendrán que aceptar sus normas como están, algunas de las cuales están hechas a la medida de Estados Unidos, y no dejan resquicios para el ingreso del gigante asiático.

El acuerdo de la Asociación Transpacífico (TPP) comprende[iii]:

Cuestiones básicas: acuerdos de comercio tradicionales, incluidos el comercio de bienes indutriales, productos del agro y textiles, así como normas de propiedad intelectual, obstáculos técnicos al comercio, trabajo y medio ambiente.

Cuestiones transversales que no formaban parte de acuerdos de comercio previos, como la compatibilización de sistemas regulatorios de los países miembros de la TPP para que las empresas estadounidenses puedan operar sin tropiezos en los mercados de la TPP y asistencia para que las pequeñas y medianas empresas innovadoras que crean trabajo participen más activamente en el comercio internacional.

Nuevas cuestiones comerciales emergentes: comercio e inversiones en productos y servicios innovadores, incluidas las tecnologías digitales, y mecanismos para garantizar que las empresas de propiedad estatal compitan de manera equitativa con empresas privadas, y que no se distorsione la competencia de modo que las empresas y trabajadores estadounidenses queden en desventaja.

La TPP tiene además un atributo singular: la mayoría de los países de Asia Pacífico miembros del acuerdo, mantienen con Estados Unidos tratados o compromisos de cooperación en el campo militar y de la seguridad. Estados Unidos tiene bases militares en Australia, Japón y Corea del Sur, este último país potencial candidato para la TPP.

Con Brunei, Malasia y Singapur lleva 17 años ininterrumpidos de ejercicios militares conjuntos en el Mar del Sur de China en el marco de la Cooperación para la Instrucción y Respuesta Marítima (CARAT), y negocia actualmente con Singapur la instalación de un apostadero naval para sus nuevos buques de guerra clase LCS (Littoral Combat Ships) [iv] en la Base Naval de Changi[v].

Otros potenciales miembros de la TPP son Colombia, Tailandia y Filipinas; con los que Estados Unidos también mantiene acuerdos de cooperación, respaldo logístico y entrenamiento militar.

Finalmente, otro aspecto a tener en cuenta es que los miembros de la TPP están apurando el paso; recientemente anunciaron en la Cumbre de la APEC en Honolulu la conclusión del acuerdo en general y la decisión de dar forma final en breve a cuestiones de detalle pendientes, con la intención de firmar el acuerdo definitivo en 2012.

Como ya se mencionó, la TPP sigue la línea de la Unión Aduanera Rusa y ambas iniciativas –si la TPP se concreta– parecen perfilar el modelo de los bloques económicos futuros, basados en acuerdos comerciales y alianzas sobre otros intereses y afinidades comunes.

Por Raúl de Sagastizabal

[i] La telenovela de la Ronda de Doha

[ii] Asia Pacífico: Las inicativas de las cumbres de noviembre de 2011

[iii] http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2011/11/12/trans-pacific-partnership-leaders-statement ,

http://www.whitehouse.gov/the-press-office/2011/11/12/fact-sheet-united-states-trans-pacific-partnership
[iv] http://www.navy.mil/search/display.asp?story_id=57917

[v] http://www.washingtonpost.com/blogs/checkpoint-washington/post/navys-next-stop-in-asia-will-set-china-on-edge/2011/11/18/gIQAzY7wYN_blog.html

La peste verde

Con la salida de José Ramón Granero de SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha Contra el Narcotráfico), se inicia una nueva etapa en el tema drogas para nuestro país. Afirmó el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina.

“La llegada de Mónica Cuñarro – dijo Claudio Izaguirre – como nuevo jefe de la SEDRONAR, cargada de ideología y sin interés en frenar el altísimo consumo de drogas que impera en nuestro país, promete con su sola presencia más drogas y menos controles.”

“Cuando en nuestra casa – justificó Izaguirre – ponemos un límite estamos ejerciendo el amor y protección de nuestra familia aunque alguno de sus integrantes se enoje; en el país es igual, sin límites las cosas se desmadran y reina el caos.”

“Cuñarro – recordó Izaguirre – ya ha dicho en varias oportunidades que SEDRONAR debe desaparecer, su presencia al frente entonces promete descomponer la Institución gubernamental enviando prevención de drogas al Ministerio de Educación; asistencia de adictos al Ministerio de Salud y narcotráfico al Ministerio de Justicia.”

“Sobre la Prevención de Drogas – continuó Claudio Izaguirre – que quedará en el Ministerio de Educación inferimos que será un departamento dentro de esa estructura y su papel será idéntico al que hoy implementa esa cartera. Hoy las escuelas se han convertido en centros de distribución de drogas y los casos de adicción flagrante, son soslayados sin intervención ni ayuda para los afectados. Es decir la prevención de drogas como tal dejará de existir.”

“En Argentina – remarcó Izaguirre – vemos a diario como adolescentes conflictuados por el alto consumo atacan en el ámbito escolar a sus compañeros que no consumen y en lugar de ser advertidos, quienes se retiran de los establecimientos escolares son los alumnos aplicados, que se refugian en el sistema de educación privada, los que aún sostienen límites a las conductas reprochables.”

“La Asistencia de Adictos – subrayó Izaguirre – que recaerá sobre el Ministerio de Salud, pasará a ser una Subdirección sin presupuesto, lo que limitará aún más las becas para el tratamiento de personas que sufren esta enfermedad. Lo que sucederá respecto de este asunto, es la elección que deberá hacer el ministro, quien deberá elegir cubrir los gastos de una operación de corazón a cielo abierto en un niño, la beca para rehabilitar un consumidor, o el arreglo de una sala de primeros auxilios. Es decir la asistencia de personas con problemas de adicción no será una prioridad para esa cartera.”

“La falta de becas – sentenció Claudio Izaguirre – ahogara a las comunidades terapéuticas y algunas de ellas deberán cerrar sus puertas, las que queden estarán obligadas a aplicar el sistema de Reducción de Daño, el cual enseña a los adictos a consumir drogas en forma exitosa, por otra parte se aplicará la nueva Ley de Salud Mental que impide la creación de nuevos centros de rehabilitación, entiende la internación compulsiva como un secuestro, procesando judicialmente al medico tratante y quitando el título habilitante. Esa nueva norma ordena que el paciente deba elegir su tratamiento y le otorga la potestad al darse a sí mismo el alta cuando crea conveniente.”

“La lucha contra el narcotráfico – advirtió Izaguirre – pasará a la órbita del Ministerio de Justicia como Dirección y correrá idéntica suerte que la UIF (Unidad de Información Financiera) convirtiéndose en un espacio inoperante, que recolectará idénticas quejas internacionales y hará inocua cualquier acción en contrario.”

“Mientras tanto – advirtió Claudio Izaguirre – desde el Congreso Nacional se sancionaran nuevas leyes que otorgarán la excarcelación inmediata de vendedores minoristas de drogas, permitirá el cultivo de marihuana y despenalizará de la tenencia de todas las sustancias hasta hoy ilegales, además desaparecerá la figura del agente encubierto y la entrega vigilada. Además entenderá como inexistencia de delito la planificación del contrabando de drogas, dado que el pensar en hacerlo no infiere delito.”

“La permisividad alentara la creación de “bancos” de semillas de marihuana en cada provincia, permitiendo recordar esta década como el inicio de la peste verde.”

Buenos Aires, 16 de diciembre de 2011

Fuente: Claudio Izaguirre
Presidente
Asociación Antidrogas de la República Argentina
Director de CINCOMETAS.COM diario digital
Diplomado en Adicciones (UNTREF)
Entidad Miembro de ONU DC
Delegado por Argentina ante la Drug Watch International
Embajador para la Paz (UPF)
Entidad Afiliada a EURAD (Europa Contra las Drogas)

LA CRUZ EN LA BANDERA

La senadora tucumana Beatriz Rojkes de Alperovich dice que la bandera de Tucumán con una cruz era fascista. En manifestaciones del día 11 de Diciembre de 2011 10:37:16 la senadora aseguró que tanto ella como su marido practican el judaísmo “con orgullo, como tiene que ser”. “Esto es algo que es así, en algún momento hemos tenido algún problema de dificultad pero nunca he sentido tener inconvenientes por mi condición de judía, salvo en alguna oportunidad cuando salió todo un fascismo desconocido durante el gobierno de Bussi que salieron con una bandera que tenía una cruz”, afirmó.
No obstante, con la sanción del Digesto Jurídico Provincial, en diciembre de 2008, se dio de baja a la Bandera de Tucumán luego de 13 años de existencia, aunque nunca fue usada efectivamente como símbolo provincial.Nada más contradictorio y ofensivo para el catolicismo y otras religiones que manifestar muy suelta de cuerpo que la cruz es fascista.
Las banderas se han originado en el mundo por necesidades guerreras. Diferentes razas, distintos pueblos, huestes enfrentadas han precisado símbolos que convoquen e identifiquen a sus individuos.
Una larga evolución, desde los animales sagrados pintados sobre paños con que se reconocían tribus del antiguo Egipto, las águilas persas, los colores de las doce tribus de Israel, las palomas asirias hasta el monograma de Cristo pintado por Constantino en los emblemas romanos.
Una necesidad militar fue también la que le mostró a Belgrano la necesidad de enarbolar bandera propia, que muestre cuáles somos nosotros, de qué lado estamos, cuál es nuestro bando.
Pero las banderas en todo el mundo -superando su primitiva función militar -, han pasado a representar a las naciones. Todo un pueblo, todo un conjunto de individuos que aceptan una tarea a realizar en común y que aspiran a un común destino, que eso es una nación, se simboliza, se representa por medio de su bandera.
Belgrano enarboló bandera y tenía derecho a hacerlo: aspirábamos a ser nación y estábamos demostrando tener méritos para ese honor.
Ahora los argentinos, tal vez en gran parte desunidos, desalentados, parecemos no ser un pueblo capaz de organizarnos adecuadamente.
Si a través de muchos años seguimos sin solucionar problemas cruciales, no estaremos mostrando la nación que merecemos y la de enarbolar con orgullo y en unión nuestra bandera nacional.
Pero los tucumanos al derogar nuestra bandera, teníamos derecho de levantar y elevar la cruz que ha sido manchada e insultada por no decir vejada sin decir una sola palabra al respecto.
Las naciones tienen siempre un desafío por delante, la obligación de superar las dificultades que se presenten. Atendamos los reclamos que desde hace tiempo se plantean, les demos las mejores soluciones posibles y, entonces sí, nos sentiremos merecedores de celebrar a la bandera que nos identifica como nación.
La bandera, en sí misma, es una invitación a recordar el pasado, un pasado común, un pasado conjunto, un pasado de nosotros y de nuestros abuelos, que es el pasado de la patria, un pasado con hechos luminosos como fueron las gestas militares y cívicas de nuestros próceres, y también un pasado de dolores, con enfrentamientos entre hermanos, con luchas acerbas, con incomprensiones, con derrotas.
Los dolores, los errores, los desaciertos, los desencuentros, las derrotas, no deben olvidarse nunca, para que nos sirvan de lección que nos enseñe a acertar con el buen camino uniéndonos en la acción común.
Triste sería que la patria se viera obligada a repetir siempre las mismas experiencias porque nosotros nos negáramos a asimilar las enseñanzas del pasado. y al evaluar el pasado, entender que la bandera que nos cobija reúne en sí las mejores tradiciones, que nos empuja a procurar el bien de la patria.
¡Pobre sociedad si sus representantes analizaran los problemas cotidianos sólo con el mezquino ánimo de las ganancias inmediatas, olvidando que somos la continuación de una empresa -una empresa que la bandera resume y simboliza- y que los tucumanos la simbolizábamos con la cruz.
La bandera y la cruz tiene un destino a cumplir para alcanzar el bien de nuestros hijos que no es otra cosa que el bien común!
Los católicos profesamos que Cristo ha muerto por nuestros pecados y ha resucitado glorioso. Los cristianos siempre hemos tenido la cruz como signo del amor y poder de Cristo.
A los que nos atacan por llevar la cruz en el cuello o tenerla en un lugar de honor en nuestras casas o por erguirla sobre un lugar visible, hemos de responder con san pablo
“la cruz”, significa Cristo crucificado, el único salvador.

Fuente: DR. JORGE B. LOBO ARAGON

El Gobierno iraní arrestó a un «paisano» que trabajaba para la CIA

En principio, el detenido tenía el objetivo de infiltrarse en los servicios secretos de la república islámica. Habría trabajado como analista para el ejército estadounidense en Irak y Afganistán. Aún no precisaron las circunstancias del arresto.

Irán ha detenido a una persona «de origen iraní» que trabaja para la CIA con la misión de infiltrarse en los servicios secretos de la república islámica, anunció este sábado la prensa local citando un comunicado del ministerio de Inteligencia.

«Ese agente debía infiltrarse en el ministerio de Inteligencia, para dar informaciones falsas y efectuar tareas de espionaje», dijo el comunicado citado por la agencia Isna.

Esa persona «entrenada por la CIA», que habría trabajado como analista para el ejército estadounidense en Irak y Afganistán, según la misma fuente.

Los servicios de inteligencia iraníes identificaron al individuo cuando estaba recibiendo un entrenamiento en la base estadounidense de Bagram, en Afganistán, y fue detenido al entrar en Irán, añadió el comunicado, sin precisar la fecha ni las circunstancias del arresto.

El régimen iraní anuncia regularmente el arresto de «espías» o de «saboteadores» a sueldo de Estados Unidos o Israel, sus enemigos jurados, pero en general las autoridades se muestran muy parcas a la hora de precisar los hechos que se les reprochan.
por NA

El Gobierno negocia con estacioneros para que no falte nafta en Navidad

Para evitar que el conflicto arruine la celebración de las fiestas de fin de año, el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto y convocó para hoy a una reunión a empleados y dueños de estaciones de servicio.
La amenaza de paro de expendedores de nafta para las fiestas de Navidad y Año Nuevo se ha convertido en un clásico de los últimos años. Para evitar que también en 2011 esta amenaza se convierta en una realidad que le complique las celebraciones a miles de argentinos, el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto y convocó para hoy a una reunión a empleados y dueños de estaciones de servicio.

El encuentro tendrá lugar a las 17 en las oficinas del número dos del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta. A esa dependencia fueron citados los principales referentes de las cámaras que agrupan a los propietarios de las estaciones de servicio del país y de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio y Garages (Foesgra), que la semana pasada organizó una movilización a la sede de YPF en Puerto Madero, con un cese de actividades de 3 horas el pasado 6 de diciembre.

Ese día, y con apoyo de los empresarios, anunciaron un paro de actividades para el 24, 25, 31 de diciembre y 1º de enero en reclamo por una serie de reinvindicaciones que incluyen la renovación de los contratos de abastecimiento, aumento en las bonificaciones para los operadores independientes y defensa de las fuentes laborales.

Carlos Acuña, secretario General de la Foesgra, había sido la voz cantante y quien encabezó la protesta y anunció el paro. También anticipó que se convocaría a una reunión con las petroleras que finalmente no se concretó y cuyo objetivo era el de crear una mesa de diálogo para tratar el conflicto por la comercialización de combustibles.

por Cronista.com

“Educar a los jóvenes en la justicia y la paz”

Se presentó hoy en la oficina de prensa de la Santa Sede el Mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2012, que se celebra el próximo 1 de enero, solemnidad de Santa María Madre de Dios.

El Papa invita a abrir el nuevo año con actitud de “confianza, aunque en el año que termina aumentó el sentimiento de frustración por una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día”.

Invitando a levantar los ojos a Dios, Benedicto XVI escribe: “Queridos jóvenes, ustedes son un don precioso para la sociedad. No se dejen vencer por el desánimo ante las dificultades y no se entreguen a las falsas soluciones, que con frecuencia se presentan como el camino más fácil para superar los problemas”.

“No tengan miedo –dice el Papa en su mensaje- de comprometerse, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación. Vivan con confianza su juventud y esos profundos deseos de felicidad, verdad, belleza y amor verdadero que experimentan”.

El Santo Padre invita a la juventud a vivir con intensidad esta etapa de su vida tan rica y llena de entusiasmo, conscientes de que son un ejemplo y estímulo para los adultos, y que lo serán cuanto más se esfuercen por superar las injusticias y la corrupción, cuanto más deseen un futuro mejor y se comprometan en construirlo.

“Sean conscientes de sus capacidades y nunca se encierren en ustedes mismos, sepan trabajar por un futuro más luminoso para todos”, dice Benedicto XVI y añade: “Nunca están solos. La Iglesia confía en ustedes, los sigue, los anima y desea ofrecerles lo que tiene de más valor: la posibilidad de levantar los ojos hacia Dios, de encontrar a Jesucristo, Aquel que es la justicia y la paz”.

La paz es una meta a la que todos debemos aspirar
“A todos los hombres y mujeres preocupados por la causa de la paz”, el Papa les señala que “la paz no es un bien ya logrado, sino una meta a la que todos debemos aspirar”.

“Miremos con mayor esperanza al futuro, animémonos mutuamente en nuestro camino, trabajemos para dar a nuestro mundo un rostro más humano y fraterno y sintámonos unidos en la responsabilidad respecto a las jóvenes generaciones de hoy y del mañana, particularmente en educarlas a ser pacíficas y artífices de paz”, expresa el Pontífice, y añade que consciente de todo ello, envía estas reflexiones y dirige un llamamiento: “Unamos nuestras fuerzas espirituales, morales y materiales para “educar a los jóvenes en la justicia y la paz”.

El Papa convoca a todos los sectores a trabajar por la paz
El Mensaje lleva la fecha del 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, de 2011. Benedicto XVI se dirige en especial a los jóvenes, teniendo en cuenta el aporte que pueden y deben ofrecer a la sociedad y con la convicción de que ellos, con su entusiasmo y su impulso hacia los ideales, pueden ofrecer al mundo una nueva esperanza.

“La Iglesia –reitera el Papa- mira a los jóvenes con esperanza, confía en ellos y los anima a buscar la verdad y a defender el bien común”.

Dirigiéndose a los responsables de la educación, el Mensaje pontificio recuerda que hoy son más necesarios que nunca los testigos auténticos, y no simples dispensadores de reglas o informaciones; testigos que sepan ver más lejos que los demás, porque su vida abarca espacios más amplios.

Exhortando a los padres a que no se desanimen ante las dificultades en el mundo actual en que la familia y la vida misma están amenazadas constantemente, entre condiciones de trabajo difíciles, preocupaciones para el futuro y ritmos de vida frenéticos.

Benedicto XVI se dirige también a los responsables de las instituciones dedicadas a la educación: que vigilen con gran sentido de responsabilidad para que se respete y valore en toda circunstancia la dignidad de cada persona.

Que se preocupen de que cada joven pueda descubrir su propia vocación, acompañándolo mientras hace fructificar los dones que el Señor les concedió. Que aseguren a las familias que sus hijos puedan tener un camino formativo que no contraste con su conciencia y principios religiosos.

A los responsables políticos, Benedicto XVI les pide que ayuden concretamente a las familias e instituciones educativas a ejercer su derecho y deber de educar. Nunca debe faltar una ayuda adecuada a la maternidad y a la paternidad. Que se esfuercen para que a nadie se le niegue el derecho a la instrucción y las familias puedan elegir libremente las estructuras educativas que consideren más idóneas para el bien de sus hijos. Que trabajen para favorecer el reagrupamiento de las familias divididas por la necesidad de encontrar medios de subsistencia. Ofrezcan a los jóvenes una imagen límpida de la política, como verdadero servicio al bien de todos.

El Santo Padre dirige también un llamamiento al mundo de los medios, para que den su aporte educativo y destaca más adelante que “también los jóvenes deben tener el valor de vivir, ante todo ellos mismos lo que piden a quienes están en su entorno” y que les corresponde una gran responsabilidad.

“El rostro humano de una sociedad depende mucho de la contribución de la educación a mantener viva la cuestión fundamental que hay que plantearse sobre el hombre, que es un ser que alberga en su corazón una sed de infinito, una sed de verdad – no parcial, sino capaz de explicar el sentido de la vida – porque ha sido creado a imagen y semejanza de Dios”.

“Así pues, -insiste el Papa- reconocer con gratitud la vida como un don inestimable lleva a descubrir la propia dignidad profunda y la inviolabilidad de toda persona. Sólo en la relación con Dios comprende también el hombre el significado de la propia libertad”.

Como gran obstáculo a ese buen educar en libertad, el Santo Padre señala que “es la masiva presencia, en nuestra sociedad y cultura, del relativismo que, al no reconocer nada como definitivo, deja como última medida sólo el propio yo con sus caprichos; y, bajo la apariencia de la libertad, se transforma para cada uno en una prisión, porque separa al uno del otro, dejando a cada uno encerrado dentro de su propio ‘yo’”, .

Benedicto XVI expresa en su Mensaje que “el uso recto de la libertad es, pues, central en la promoción de la justicia y la paz”, y como ciertas corrientes de la cultura moderna marcadas por intereses utilitaristas “sustrajeron al concepto de justicia sus raíces transcendentes, separándolo de la caridad y la solidaridad”. El Santo Padre reitera que se deben promover relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión.

La paz para todos nace de la justicia de cada uno y ninguno puede eludir este compromiso esencial de promover la justicia, según las propias competencias y responsabilidades. El Papa invita “de modo particular a los jóvenes, que mantienen siempre viva la tensión hacia los ideales, a tener la paciencia y constancia de buscar la justicia y la paz, de cultivar el gusto por lo que es justo y verdadero, aun cuando esto pueda comportar sacrificio e ir contracorriente”.+

Fuente: AICA

MERODEANDO (DOS)

Mendoza, 16 de Diciembre de 2011

Anteriormente la relación de precios entre materia prima y productos elaborados era cada vez más desigual y discriminado, por eso se debía buscar, en el país, la producción de esos productos elaborados. Y para poder descolonizarse se debía llegar la industrialización integral.¿Hoy esa relación entre materia prima y productos elaborados se viene cumpliendo?

* Hay cosas que no son ni de derecha ni de izquierda sino de sentido común. Pero en el país, desde siempre, hemos vistos tantos negociados desde diferentes gobiernos, que nunca sabremos si se trató de deshonestidad o de ingenua ignorancia.

* Viendo los montos pagados por nuestra deuda externa desde siempre, tal vez podemos decir que “los culpables son una legión de funcionarios nacionales de alta categoría, que sobornados algunas veces y otras veces indiferentes a la suerte de la economía del país, pero siempre con olvido total y culpable de sus deberes, han permitido que se forme un estado financiero particular, dentro de un Estado que impone sus normas”.

* Si bien se debe tener siempre el sentido de la tolerancia y el respeto, no hay que tener en cuenta a los individuos con propósitos y objetividad que miran solo sus interese propios ignorando los del país.

* No hay que olvidar que “la justicia es injusta no solo cuando se equivoca sino también cuando no juzga cuando lo debe hacer”.

Fuente: Ruben Peretti

CABEZAS CLARAS

Decía Ortega y Gasset que todas las cosas de que habla la ciencia genuina son abstractas, aunque los maestros ciruela de la decadencia argentina insistan sobre las respuestas concretas a sus víctimas examinadas. De suerte que la claridad de la ciencia no está tanto en la cabeza de quienes la cultivan como en las cosas de que hablan (veracidad ontológica, que le decían los sabios antiguos). Lo esencialmente confuso, intrincado, es la realidad vital, que es siempre única y según Aristóteles no hay ciencia de lo que pasa (sino de lo que queda) es que su saber no constituye episteme.

El que sea capaz de orientarse con precisión en ella, el que vislumbre bajo el caos que presenta toda situación vital la anatomía secreta de instante, en suma: el que no se pierda en la vida, ése es de verdad una cabeza clara. No sé porque me acuerdo de los “analistas políticos” y de las encuestas de opinión, están intelectualmente guillotinados.

La vida de hoy es como un caos donde uno está perdido. Cada uno lo sospecha pero le aterra y procura ocultarlo con un telón fantasmagórico (democracia, paz, libertad y ahora justicia, pero jacobina). Le trae sin cuidado que sus ideas (degradadas como “opiniones”) no sean verídicas ni siquiera verosímiles: las emplea como trincheras, como aspaviento para ahuyentar la realidad y disfrazarse de militante. Pero no puede: sólo se engaña a sì mismo y a la porción más lela del prójimo.

El hombre de cabeza clara, recordaba Ortega, es quien se libera de esas fantasías ideológicas y mira de frente a la vida. Como vivir es sentirse perdido, el que lo acepta ya ha empezado a encontrarse. Instintivamente, lo mismo que el náufrago, buscará algo a que aferrarse y esa mirada trágica, perentoria y veraz (no sólo “sincera”), porque trata de salvarse, le hará ordenar el caos de su vida y, desde allí, contribuirá a ordenar la ajena si le queda paño. Pero nadie da lo que no tiene: el reseco, amor; el oscuro, verdad o, nuestros dirigentes, soluciones. Al contrario, ellos constituyen el problema. Las ideas de los náufragos son las únicas veraces, lo demás es retórica, postura o farsa.

Esto es lo cierto en casi todos los órdenes, aún en la ciencia. Nuestras ideas científicas valen en la medida en que nos hayamos sentido perdidos ante una cuestión problemática y comprendamos que no podemos apoyarnos en pensamientos recibidos, en recetas, lemas ni jergas ocultistas. El que descubre una verdad científica (siempre provisional y revisable) tuvo que triturar casi todo lo que había aprendido y llega a ella con las manos sangrientas por haber yugulado innumerables lugares comunes. No se preocupen los muchachos del CONICET, las autoridades actuales ni las futuras se van a tomar en serio a Ortega y Gasset, salvo para las citas bibliográficas. Sería de interés cotejar las reflexiones orteguianas con la soberbia intelectual de nuestra dirigencia política y cultural. Esa oscurece las
mentes, es inhábil para presentar cualquier cuestión, no digo para resolverla. Sobredimensiona lo fútil, magnifica lo trivial, acoge lo repulsivo, defiende lo aberrante, oculta lo auténtico y deforma lo salvífico. Pero hay excepciones personales y grupales en acelerada disminución en cantidad e intensidad. Aún así constituyen semillas de excelencia diseminadas, expectantes y perseguidas. Aquí y ahora, como en cualquiera parte y cualquier tiempo, hay cabos donde tomarse y hay náufragos que desean salvarse a sí mismos y a los demás. En esto consiste el espíritu selecto de las minorías potencialmente revolucionarias, que operan como levadura de la historia. Su éxito depende, entre otras variables, de la proporción de cabezas claras que las componen. Muchos fracasos pretéritos por allí tienen su clave.

Cuando se habla de “minorías selectas” la habitual bellaquería suele tergiversar el sentido de la expresión, fingiendo ignorar que el hombre selecto no es el petulante que se cree superior a los demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias superiores. Es indudable que la división más radical que cabe hacer en la humanidad es entre quienes se exigen mucho y acumulan sobre sí dificultades y deberes, y los que no se exigen casi nada sino que, para ellos, vivir es ser en cada instante lo que ya son, sin esfuerzo perfectivo sobre sí mismos, boyas que van a la deriva. La orientación democrática consiste en navegar siguiendo a las boyas que van a la deriva. ¡¡¡Minga!!!.

(publicado en Fuerza Nacional No.14 de abril de 1999).
Gentileza de envío: Héctor Julio Martinotti

Racing vota

Desde temprano, arrancaron las elecciones en Racing. Hay cerca de 14.000 socios habilitados. Molina, con Cogorno como candidato, busca continuar con su modelo. Podestá, García y D’Aquila, opositores.

Tras largos períodos de oscuridad institucional, Racing vuelve a vivir una fiesta democrática. Desde las 8 de la mañana, largó la votación para elegir un nuevo presidente para el club. Las elecciones se llevarán a cabo hasta las 18:00 en la sede de Avenida Mitre 934, en Avellaneda, y hay casi 14.000 socios habilitados para votar.

Molina, actual presidente, presentó a Gastón Cogorno como candidato. Además, hay tres postulantes de la oposición: Pablo Podestá (Este Racing), Miguel D’Aquila (Frente Unidad Racinguista) y Daniel García (Agrupación Racing Club). Los requisitos para votar: carnet de socio y documento de identidad.

Fuente: Olé

La Pampa: murió la mujer que agonizaba tras ser atacada por su ex marido

María del Carmen Paredes, de 28 años, estaba clínicamente muerta desde el momento en que Luis Fernández la baleó en la cabeza y el hombro. Ocurrió delante del hijo de ambos, de sólo 4 años. Se habían separado hace pocas semanas

Una joven de 28 años que había sido baleada por su ex pareja el martes, murió enLa Pampadespués de agonizar cuatro días en el hospital local, confirmaron hoy fuentes policiales.

La víctima, identificada porla Policíaprovincial como María del Carmen Paredes, estaba «clínicamente muerta» desde el momento del ataque, según había manifestado públicamente el hermano de la mujer.

Fuentes policiales confiaron que la joven falleció después de las 18 de ayer en el hospital de Santa Rosa Lucio Molas, lugar adonde permanecía internada en terapia intensiva desde el momento del ataque y era asistida por un respirador artificial.

La mujer fue baleada el martes por su ex pareja, Luis «El Galgo» Fernández, quien le asestó dos tiros con un arma calibre 25, uno en la cabeza y otro en el hombro.

Testigos del ataque señalaron que escucharon dos disparos y luego una moto que salía del lugar, pero al llegar la policía encontró en la vivienda de la calle Pío XII a una mujer tirada en el piso con heridas de arma de fuego en su cabeza y en el brazo.

Además, contaron que la joven que vive en el domicilio estaba junto al acusado Fernández y a su hijo de 4 años. La agresión ocurrió tras una discusión entre Fernández y Paredes, quienes se habían separado hace pocas semanas.

Fuente: Infobae

La ONU cuestionó los números del Indec

A través de un documento de su Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuestionó duramente la labor del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) e instó al Gobierno argentino a tomar las medidas necesarias para que las estadísticas del organismo «recuperen su credibilidad y que las metodologías utilizadas para su elaboración sean accesibles y adecuadamente difundidas».
El pronunciamiento del comité de la ONU, que data del 2 de diciembre pasado, tomó como base las presentaciones hechas el 14 de noviembre pasado por unas 25 instituciones académicas y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) a propósito de la «situación de los derechos sociales en la Argentina».

Sobre esa base, el documento señala la preocupación del Comité por la adopción en el organismo desde 2007 de «métodos estadísticos» que «plantean dificultades para la correcta interpretación de los datos». El informe observa también «con preocupación» las discrepancias «entre los datos y el cálculo de ciertas provincias y lo que reflejan las estadísticas oficiales del Indec», así como las dudas elevadas por distintas organizaciones civiles y académicas nacionales e internacionales y las instituciones financieras con respecto a la credibilidad en general de las estadísticas del organismo».

El documento, que consta de 28 puntos, valoró los avances que se produjeron respecto del matrimonio igualitario , la protección de los glaciares y la Ley de Educación Nacional, que entre otras cosas asigna el 6% del PBI para fines educativos.

Sin embargo, marcó además su preocupación por los empleados tercerizados y temporarios, y recomendó al Gobierno que prosiga con sus esfuerzos para reducir el sector informal de la economía.

Por otra parte, llamó la atención sobre las restricciones que sufren algunos grupos de trabajadores para acceder a la Asignación Universal por Hijo (AUH), la expulsión de grupos indígenas de sus tierras, el déficit de viviendas y la falta de libertad sindical.

El documento insta al Gobierno nacional a adoptar las medidas necesarias para que las estadísticas oficiales puedan ser «comparables con los datos producidos por instituciones internacionales» y asegurar que las metodologías utilizadas y los datos recopilados sean «accesibles por los usuarios y adecuadamente difundidas».

Si bien esas sugerencias no son de cumplimiento obligatorio, el documento de la ONU constituye un duro revés para el Gobierno y se suma a los reclamos de otras organizaciones internacionales – como el Instituto Internacional de Estadísticas (ISI) o la Sociedad Francesa de Estadísticas – que en su momento denunciaron formalmente al Indec y al Gobierno argentino, anexando a los reclamos anteriores el del «desplazamiento de técnicos y especialistas con métodos violentos»..

Abrazo y denuncia
Los trabajadores del Indec enrolados en ATE realizaron hoy el habitual abrazo simbólico al organismo. A su habitual reclamo por la reincorporación de los empleados desplazados por la intervención, que Guillermo Moreno encabeza desde 2007, sumaron la denuncia del despido «aberrante y arbitrario» de Nanci Príncipe, que en los últimos 13 años se desempeñó en la Dirección Nacional de Estadísticas Sociales y de Población y fue recientemente separada de su cargo.

Fuente: La Naciòn

El patrón de la vereda

Más temprano que tarde, Hugo Moyano generó la primera fisura trascendente en el interior del justicialismo respecto a la relación con Cristina Fernández y le puso mayor tensión al estado de Guerra Fría entre la CGT y la presidenta. Un mix de razones operó para que aparezca sobre escena el conflicto: el ninguneo de la jefa del Estado y el temor por el avance sobre las obras sociales.

Moyano pasó ayer una contundente factura sobre algunos de los deberes que el gobierno le encomendó para mantener el control de la calle. Reservó otros para el caso de que sea necesario extender el conflicto. La pésima relación con Cristina hizo que en algún momento el jefe de la CGT lucubrase la idea de crear un partido político propio que, según dijeron sindicalistas a La Capital, hasta tenía nombre propio: Partido Laborista. El vendaval de votos en favor de la reelección de la presidenta puso en el freezer esa intención.

Además del rechazo de la presidenta a los usos y formas del líder camionero, una cuestión vivencial complica hasta la conexión humana entre los protagonistas de la historia: Moyano tuvo una fortísima discusión con Kirchner la noche previa a su muerte por cuestiones relativas al PJ bonaerense. Sólo los íntimos sabrán cómo procesó Cristina esa situación.

El discurso del titular de la CGT se pareció ayer al de alguien que puja para que lo sienten en un lugar destacado de la mesa principal, con la amenaza de tirar del mantel si eso no se produce. Moyano admitió que algunos de sus afiliados al Sindicato de Camioneros (y él
mismo) actuó como fuerza de choque para apretar a quienes llevaban adelante la protesta durante la crisis del campo en la provincia de Entre Ríos. Nada dijo, en cambio, sobre los bloqueos a Clarín y La Nación. Por ahora.

El silencio con que el gobierno se manejó tras el acto en Huracán demuestra que a la hora de salir a criticar al compañero Moyano muchos esperan la venia presidencial. Se trata, y se tratará, de un personaje central en la historia del relato kirchnerista.

Fuente: Por Mauricio Maronna / La Capital

Bank of America es pesimista con vistas al 2012

La institución bancaria estadounidense publicó hoy sus perspectivas económicas para 2012 en las que señala que el crecimiento económico global será del 3,5 %. Para América Latina, prevé un crecimiento del 3,3 %. Ve una «una recesión en ciernes en Europa, una economía en Estados Unidos que está aún en lucha, altos precios del petróleo y lento crecimiento».

Los analistas de Bank of America alertaron hoy a los inversores de que 2012 puede ser otro año de turbulencias en los mercados debido a las incertidumbres políticas, al lento crecimiento y las bajas tasas de interés, lo que llevará a «modestos retornos en las inversiones».

La institución bancaria estadounidense publicó hoy sus perspectivas económicas para 2012 en las que señala que el crecimiento económico global será del 3,5 %. Para América Latina, prevé un crecimiento del 3,3 %.

El entorno de la economía, agregó, es el de «una recesión en ciernes en Europa, una economía en Estados Unidos que está aún en lucha, altos precios del petróleo y lento crecimiento».

Los analistas de ese banco anticipan también que en la primera parte del año los créditos y las materias primas tendrán un mejor comportamiento que las acciones, por lo que recomiendan a los inversores adquirir bonos de empresas y de mercados emergentes.

El corresponsable del departamento de investigación de ese banco, Ethan Harris, se refirió a que mientras Europa puede caer en la recesión, «la economía estadounidense se enfrenta a sus propios retos, con una política fiscal gradualmente restrictiva y considerables incertidumbres respecto a las elecciones», que tendrán lugar en noviembre próximo para la presidencia y la renovación de una parte del Congreso.

«Como resultado de ello, (en EE.UU.) esperamos un sólido crecimiento del 3 % del PIB para el actual trimestre, que irá descendiendo hasta el 1 % a finales de 2012», agregó.

Los pronósticos para Europa son de «una leve recesión, mientras que las economías emergentes crecerán entre el 5 y el 6 %, en Asia estaría en el 7,1 % y en Latinoamérica el crecimiento sería del 3,3 %», dice el documento.

Michael Hartnett, presidente del comité de inversiones del Bank of America, añadió en el documento que ante esos riesgos, los «inversores deberían distribuir sus activos de forma conservadora en 2012».

El analista apuntó a que «con toda la precaución y a corto plazo anticipamos que las acciones a nivel global pueden subir hasta el 10 % durante el próximo año respecto a sus niveles actuales, ayudadas por la liquidez, las ganancias modestas y las tasaciones baratas».

«En un escenario alcista, 2012 podría representar el principio del fin de los mercados bajistas de los valores de renta variable», pronosticó.

«La combinación de un lento crecimiento de las economías desarrolladas y unos precios moderadamente altos de las materias primas colocan a los emergentes en una posición difícil», según Alberto Ades, otro de los analistas.

Igualmente se refieren los analistas del Bank of America a la situación de China, «vulnerable a la recesión estadounidense y europea, pero que todavía tiene una contabilidad saneada, baja inflación y masivas reservas de divisas».

Los analistas esperan que el crecimiento del PIB chino se sitúe entre el 8 y el 9 % en 2012.

Fuente: EFE